INDICE 

1.Evolución y Revolución del Sistema del Banco Central

2.Los orígenes del imperio norteamericano: Revolución, guerras mundiales y orden mundial

3.Controlando la economía global: Bilderberg, Comision Trilateral y la reserva federal

4.Forjando un nuevo orden mundial bajo un único gobierno mundial

5.Guerra global y democracia moribunda:La revolución de las élites

6.Orquestando una depresión global para crear un gobierno mundial

6.Referencias

CONTENIDO

1.Evolución y Revolución del Sistema del Banco CentralPor Andrew Gavin Marshall)

Introducción 

La Humanidad está a punto de entrar en el más tumultuoso período de nuestra historia. Las perspectivas de una depresión global, como nunca antes se ha visto; una verdadera guerra global, a una escala nunca antes imaginada; y de un colapso social, para que las naciones del mundo inicien la construcción de estados policiales totalitarios buscando controlar a la población, son cada día mayores. Los principales pronosticadores de tendencias mundiales han puesto la alarma sobre la depresión económica, guerras, el retorno del fascismo, y una reorganización total de la sociedad. A través de crisis, es que estamos viendo la reorganización de la economía política global, y la transformación del capitalismo hacia un gobierno totalitario capitalista mundial . El capitalismo nunca ha permanecido igual a través de su historia, siempre ha cambiado y seguirá haciéndolo. Sus cambios son explicados y analizados a través de la teoría político-económica, tanto por la teoría convencional como por la crítica. Los cambios se llevan a cabo a través de años, décadas y siglos. La siguiente fase del capitalismo es una en el que el mundo se mueve hacia un sistema económico controlado por el Estado, como en China, de capitalismo totalitario.

La misma economía política global esta siendo reorganizada hacia un cuerpo de gobierno mundial, que contará con un centro global donde todo el poder socio-político-económico del mundo se encuentre centralizado en una sola institución. Esto no es una teoría de conspiración, es una realidad. Tampoco es un tema limitado a la esfera de los «teóricos de conspiración de internet», pues en la vida real, el concepto de gobierno mundial se originó y evolucionó a lo largo de toda la historia del capitalismo y de la economía política global. Las teorías político-económicas convencionales y críticas han abordado el concepto de gobierno mundial durante siglos.La noción de gobierno mundial tiene larga data, puesto que las mismas fuerzas que impulsan al mundo a una estructura de ese tipo se entremezclan con la historia misma de la moderna economía política global. El objetivo de este informe es examinar la historia de la economía política global en la adopción de medidas hacia la formación de un gobierno mundial, tanto en la teoría como en la práctica.¿Cómo hemos llegado aquí y hacia dónde vamos?
¿Por qué estudiar Teoría?Dentro del ámbito académico de la Ciencia Política, específicamente el campo de la Economía Política Global (EPG), es esencial para comprender las diversas perspectivas teóricas de la economía política a fin de comprender las acciones y orientaciones adoptadas en la economía política mundial, y cómo el capitalismo ha sido y sigue siendo reorganizado y modificado. La teoría proporciona los cimientos sobre los que los actores son comprensibles y las acciones desarrolladas. Como el economista político Robert Cox, dijo una vez, «La teoría es siempre para alguien y para algún propósito.» Es importante entender y analizar las tendencias teóricas de quienes realizan los cambios en la economía política global, a fin de comprender los cambios que se están desarrollando, específicamente los fundamentos teóricos de un gobierno mundial. Así también, es importante examinar la forma en que la teoría crítica interpreta el cómo y por qué se está construyendo un gobierno mundial.MercantilismoLa historia de la teoría política-económica muestra una continua fascinación con el concepto construir una comunidad cosmopolita o global. Las primeras formas teóricas de economía política global occidental se encuentran en el temprano período mercantilista, y con el surgimiento de la teoría liberal, siguiendo a la Riqueza de las Naciones de Adam Smith, escritores mercantilistas como Friedrich List y Alexander Hamilton desarrollaron críticas de los conceptos liberales fundamentales. List escribió en Política y Economía Cosmopolita que Smith dispersaba la idea de «economía nacional» donde la nación determina las condiciones económicas, y en su lugar abogaba por la sustitución de economía «nacional» a favor de una “economía cosmopolita o de nivel mundial.» List analiza las perspectivas de Jean-Baptiste Say (JB Say), un economista liberal francés, diciendo que Say «abiertamente demanda que tenemos que hacernos la idea de la existencia de una república universal, a fin de comprender la idea general de libre comercio.» [1]List indica que, «Si, como exige la escuela imperante [de pensamiento político-económico], nosotros adoptamos una confederación o unión universal de las naciones como garantía de paz eterna, el principio del libre comercio internacional parece estar perfectamente justificado», sin embargo, este pensamiento imperante «asume la existencia de una unión universal y un estado de paz perpetua, y deduce de ello los grandes beneficios del libre comercio. De esta manera se confunden causas con las consecuencias.» List detalla explicando que «Entre las provincias y los Estados que ya están políticamente unidos, existe un estado de paz perpetua; de esta unidad política se deriva su unidad comercial.» Además, «Todos los ejemplos que la historia nos puede mostrar son aquellos en los que la unidad política ha liderado el camino, y la unidad comercial la ha seguido. No existe un solo ejemplo que pueda ser aportado en el que ésta última haya tomado la iniciativa, y creciera desde ahí.» [2]Hay que comprender que List es un teórico mercantilista. Esto significa que considera los ámbitos político y económico como un solo ámbito de interacción donde se entrelazan y se fusionan, y sin embargo, la esfera política sigue siendo superior a la económica, que está sujeta a los dictados del elemento político. Los teóricos liberales creen que lo político y lo económico está separado, y que debe ser separado, a fin de que los elementos políticos interactúen por separado y sin influencia en el ámbito económico, que a su vez actúa de forma independiente y separada del político. Esta es la base de las ideas de «libre mercado» y la tan citada frase de Adam Smith, «la mano invisible del libre mercado», que sólo es mencionada una vez en el volumen entero de la Riqueza de las Naciones. El ascenso de los teóricos liberales ha marcado una separación en el ámbito académico y los estudios teóricos, donde la Política y la Economía fueron separadas como campos, y vieron la aparición de las Ciencias Políticas y la Economía como estudios separados.

Como señaló el economista político Robert Cox: «La teoría es siempre para alguien y para algún propósito.» El propósito de esta separación es compartimentar el pensamiento académico y separar los ámbitos de la política y la economía, con el fin de controlar mejor los dos – mientras los intereses bancarios, que dominaron los reinos de la política y la economía desde fines del 1600, continuaban observando al mundo en términos de teoría político-económica. Es una estrategia de «divide y vencerás», en la cual la teoría y el mundo académico se han dividido con el fin de conquistar y controlar el pensamiento de ambas partes. Esta separación continúa hasta el día de hoy, ya que incluso el ámbito de la Economía Política se coloca por debajo y subordinado a las Ciencias Políticas, mientras que sería más lógico que la Ciencia Política y la Economía se encontraran bajo el marco de la Economía Política. Una vez más, fragmenta el pensamiento, y el control de la discusión y el debate se hace mucho más fácil.

Lo que argumentaba List en su ensayo es una crítica de la concepción liberal de una sociedad cosmopolita, en la que todas las naciones están unidas por una federación mundial. Naturalmente, este no era el caso en esa época, y era una suposición incorrecta y dudosa de parte de los teóricos liberales. List explicaba que la unión o interdependencia económica y comercial nunca había dado lugar a una unión política. Lista postulaba que la historia demuestra que la unidad política tenía que preceder a cualquier unión económica. Sin embargo, List lo escribió en la primera mitad del Siglo XIX, y la historia ha cambiado el curso de los acontecimientos y de la teoría político-económica. Yo podría argumentar que los principales intereses bancarios, compuestos esencialmente de una dinastía de familias de banqueros (los Rothschilds, los Warburgs y, más tarde, los Rockefeller y Morgan, entre muchos otros), decidieron trazar un curso diferente, en donde persiguieron una estrategia en la que la unidad económica se vería cada vez más comprometida con objeto de construir la unidad política siguiendo sus pasos.

Banco Central 

En consecuencia, la teoría económica liberal tomó la vanguardia, defendida por la potencia hegemónica global del momento, Gran Bretaña, que se encontraba bajo el firme control de las dinastías bancarias. En 1694, se creó el Banco de Inglaterra para servir como un banco central privado, con la tarea de emitir la moneda de la nación, prestándosela al gobierno y la industria con intereses, que serían devueltos a los accionistas del Banco de Inglaterra, representados por estas dinastías de banqueros privados. [3] El intervalo de los Siglos XV al XIX fue el período en que surgieron tanto el Estado-Nación como el capitalismo, seguidos por el banco central a fines del 1600. Fue aquí cuando tuvo lugar el origen de lo que se entendemos por una «economía mundial». La teoría económica mercantilista había dominado este periodo, en el que la economía era secundaria y subordinada a la estructura política de las naciones.

Los teóricos liberales se levantaron en oposición a ello. Adam Smith escribió la Riqueza de las Naciones en 1776, el mismo año en que las colonias americanas se rebelaron contra la fuerzas del Imperio Británico en el país y, a la larga accedieron a la independencia del Imperio Británico. Entre muchos de los principales factores que motivaron la Revolución se encontraban la presencia militar británica en las colonias americanas, actuando por encima de la ley; una pesada carga impositiva en las colonias, sobre todo en el té y otras importaciones procedentes de países extranjeros como Francia, en un esfuerzo por promover la hipótesis mercantilista de que la colonia sólo debe sobrevivir y comerciar con la metrópolis (hegemonía imperial) – que extrae los recursos de la nación para comerciar las mercancías con la misma nación, generando una dependencia de la potencia colonial. Posiblemente una de las principales motivaciones para la Revolución fue el control de moneda por un poder imperial extranjero, con la capacidad de controlar la inflación y la devaluación, fundamentalmente ejerciendo el control de la totalidad de las condiciones económicas de la colonia desde el extranjero. Los Padres Fundadores de los Estados Unidos comprendieron la necesidad de controlar la moneda propia si querían preservar la soberanía y la independencia.

Tras la humillante derrota de Gran Bretaña, a la que contribuyeron los franceses que apoyaron la revuelta de América, los intereses bancarios europeos sufrieron un importante golpe contra su expansión mercantilista. El capitalismo funciona en el sentido de que constantemente tiene que ampliarse y consumir más. El Banco Central funciona de manera muy similar, aunque manera mucho más dudosa, puesto que debe ampliar su control sobre la industria, las naciones y los pueblos a través de la expansión de la deuda, necesitando atraer continuamente a más individuos, naciones e industrias bajo la esclavitud de la deuda. La deuda es la fuente de todo el poder y riqueza para el sistema del banco central -, ya que en realidad no produce ningún bien negociable, tal como lo hace la industria, ni tampoco provee de ningún servicio necesario, como el gobierno. Los intereses sobre la deuda son la fuente de ingresos y autoridad del sistema del banco central, y por lo tanto, es necesario hacer crecer continuamente el crédito y expandir la deuda. Así, la pérdida de las colonias de América como fuente de expansión del crédito y la deuda constituyó un gran golpe a sus arraigados intereses.

Los intereses bancarios europeos rápidamente aprendieron la lección de a no caer en la arrogancia imperial de creer que la gente de una determinada región o nación nunca podría derrotar al poder imperial y sus ejércitos. La revolución se había convertido en una gran amenaza para arraigados intereses capitalistas y, en particular, los intereses bancarios.

Después de una década de la Guerra Revolucionaria Estadounidense, que terminó en 1783, otra nación iba por un camino de entusiasmo revolucionario, en parte inspirado por el ejemplo estadounidense. Sin embargo, esta nación no era colonia, sino que un poder imperial mercantilista, y por lo tanto, su pérdida sería demasiado grande para permitirla. En 1788, la monarquía francesa estaba quebrada, y con las tensiones entre el pueblo crecientemente desesperado de Francia, y el establishment aristocrático y monárquico en particular, los banqueros europeos decidieron adelantarse y cooptar la revolución. En 1788, los prominentes banqueros franceses se negaron a «ampliar los créditos a corto plazo que necesitaba el gobierno,» [4] y se organizaron para “retrasar” el envío de granos y alimentos a París lo que provocó disturbios por el hambre de los parisinos. [5] Este fue el desencadenante de la Revolución, de la que surgió una nueva clase dirigente, impulsada por violenta opresión política y verdadero terrorismo. Sin embargo, la violencia creció, y con ello, también lo hizo el descontento con el régimen revolucionario, y su estabilidad y sostenibilidad comenzaron a peligrar. En consecuencia, los banqueros arrojaron sus apuestas detrás de un general del Ejército Revolucionario llamado Napoleón, a quien encomendaron restablecer el orden. Napoleón dio su apoyo a los banqueros, y en 1800, creó el Banco de Francia, el banco central privado de Francia, y dio a los banqueros la autoridad sobre el Banco. Los banqueros se apoderaron de sus acciones, e incluso el propio Napoleón compró acciones en el banco. [6]

De esta manera, los banqueros trataron de controlar el comercio y el gobierno, y de restablecer el orden a su imperio privado recientemente adquirido. Sin embargo, Napoleón continuó con sus políticas bélicas más allá de la paciencia de los banqueros, lo que tuvo un impacto negativo sobre las actividades comerciales, [7] y el propio Napoleón interfería en las operaciones del Banco de Francia, tanto así que incluso dijo que el Banco «pertenece más al Emperador que a los accionistas.» [8] Con su declaración, los banqueros nuevamente escaparon de su influencia, y se mantuvieron gracias a un cambio de régimen [9].

Los Rothschild ascendieron al trono de los banqueros internacionales con la Batalla de Waterloo. Después de haber establecido casas bancarias en Londres, París, Frankfurt, Viena y Nápoles, profitaron de todos los bandos durante las guerras napoleónicas. [10] El patriarca británico, Nathan Rothschild, era conocido por ser el primero con las noticias en Londres, incluso antes que la monarquía y el Parlamento, así que todos vieron sus movimientos en el mercado de valores durante la Batalla de Waterloo. Tras la batalla, Nathan recibió la noticia de que los británicos habían ganado más de 24 horas antes que el propio gobierno lo supiera, y en silencio entró a la Bolsa de Londres vendiendo todo lo que tenía, lo que para los testigos, implicaba de los británicos habían perdido. Lo siguió un pánico de ventas, en el que todos vendieron sus stocks, los precios de las acciones se derrumbaron, y el mercado quebró. Entonces, el resultado fue que Rothschild compró la casi totalidad del mercado de valores británico por unos centavos de dólar, y cuando llegaron noticias de la victoria británica en Waterloo, las acciones recién adquiridas por Rothschild aumentaron de valor, construyendo así su fortuna, y tomando su lugar como la personalidad económica más importante del Reino Unido [11].

Como el profesor de Historia de la Universidad Georgetown, Carroll Quigley escribiera en su monumental Tragedy and Hope, «Los banqueros mercantiles de Londres ya habían capturado la Bolsa de Valores, el Banco de Inglaterra, y el mercado monetario de Londres entre 1810-1850,» y que:

Al momento que entraron en su red financiera los centros bancarios provinciales, organizados como bancos comerciales y cajas de ahorros, así como compañías de seguros, formaron con todos ellos un solo sistema financiero a escala internacional que manipulaba la cantidad y el flujo de dinero, fueron capaces de influir, si no de controlar, a gobiernos por un lado e industrias por el otro [12].

El período que va desde 1815 a 1914 es conocido como el Siglo Imperial Británico, en donde adoptaron el concepto económico liberal de Adam Smith, siendo tergiversado y manipulado por sus propias ambiciones imperiales. El mercantilismo siguió siendo fuerte en la práctica, pero desplegado bajo la bandera de un orden económico liberal, «mercados libres» y una «mano invisible». La «mano invisible» estaba en realidad, conectada al cuerpo construido por el gobierno y la industria, moldeando el «mercado libre», de acuerdo a sus designios, y ese cuerpo era controlado por un cerebro, el banco central, el Banco de Inglaterra. Los mercados apenas eran «libres» y la mano se hizo visible para aquellos que pudieron descubrir el resto del cuerpo.

La Revolución Liberal

Fue durante este Siglo Imperial Británico que otras naciones, como Alemania y los Estados Unidos, desarrollaron prácticas económicas mercantilistas a fin de proteger sus propias naciones del imperialismo británico de libre comercio. Fue en este contexto mercantilista que teóricos como Alexander Hamilton en los Estados Unidos, y Friedrich List en Alemania presentaron sus críticas a la teoría económica liberal.

El mercantilismo predominó en la teoría político-económica hasta mediados de Siglo XIX cuando se presentó la «revolución liberal», principalmente como oposición crítica al mercantilismo. En la teoría económica liberal, el ámbito económico es autónomo e independiente de la esfera política, y funciona de acuerdo con su propia lógica. Dentro de esta teoría, la política y la economía, aunque estando separadas, aún permanecen conectadas, pero siguen siendo independientes la una de la otra. Considerando que mercantilistas ven al Estado como el principal actor de la economía política global, los liberales ven a la persona (productor y consumidor) como el actor principal.

Los mercantilistas consideran a la escena internacional como inherentemente conflictiva, lo que justifica su política de colonialismo y construcción de imperios en un escenario internacional en el que si un estado no coloniza tierras extranjeras y extrae sus recursos, otro Estado lo hará, y por tanto, se privaría de los recursos y el crecimiento económico al Estado que no creó un imperio. En este sentido, los mercantilistas ven el mundo en términos de ganancia de suma cero, en donde el progreso de un Estado requiere el retroceso de otro. Los teóricos liberales sostienen que el ámbito internacional, conformado por los individuos, constituye una ganancia de suma positiva, en el que todas las personas actúan según su propio interés, y al hacerlo, se benefician todos, fomentando la cooperación y la interdependencia. En este sentido, el escenario internacional no es inherentemente conflictivo, sino más bien un ámbito de cooperación e interdependencia en el que el orden y la estabilidad está confirmada por regímenes internacionales – como el orden liberal del Imperio Británico y el patrón oro que instituyó.

Cuando los mercantilistas ven a la historia como una amalgama de conflictos y decisiones adoptadas por los estados, los teóricos liberales ven la historia como la suma de consecuencias imprevisibles de acciones realizadas por individuos y sus actividades. Esto implica una progresión inherentemente natural de la historia – que no está conformada por fuerzas poderosas, de cualquier forma o diseño, sino más bien respuestas y reacciones naturales a las acciones de los individuos. Se establece así una relación con el concepto liberal del estado natural de un orden económico liberal, llevándonos a la idea de la «mano invisible del libre mercado», que determina las actividades económicas.

La noción de la «mano invisible» de Adam Smith se ha utilizado para promover la idea de que los particulares buscan la riqueza personal y ganan a través de sus propios intereses, contribuyendo involuntariamente a los intereses de toda la sociedad. Sin embargo, la «mano invisible» es mencionada sólo en una ocasión dentro en la monumental Riqueza de las Naciones de Smith, y fue sacada de contexto. Smith discutía cómo «Toda persona se inclina naturalmente a emplear su capital de la manera en que le sea posible permitirse el mayor apoyo a la industria nacional, y proveer de ingresos y empleo a la mayor cantidad de personas dentro de su propio país.» Además para utilizar «su capital en apoyo de la industria nacional», el individuo privado podía «orientar a que la industria de sus productos obtenga gran valor.» Por lo tanto, el individuo «no tiene intención de promover el interés público, ni sabe de que forma lo hace.» Smith explica que:

«Al preferir el apoyo a la industria nacional en vez de la extranjera, sólo tiene la intención de auto asegurarse, y orientando a la industria de tal manera que sus productos puedan obtener un gran valor, sólo pretende la ganancia propia, y aquí es donde se encuentra, como en muchos otros casos, la dirección de una mano invisible que promueve un fin que no formaba parte de sus intenciones.»[13]

Smith ha conceptualizado la «mano invisible» como la «inclinación natural» de un individuo de promover los intereses domésticos, pero la frase ha sido manipulada para promover el concepto de la «auto regulación del mercado» donde mientras menos regulaciones y restricciones existan, mejor será para toda la sociedad, naturalmente, ya que de la industria se benefician todas las personas. La manipulación de esta frase ha tomado el concepto de la «mano invisible» lejos de las acciones individuales y la trasladó a promover la no regulación de las actividades económicas. Que está muy lejos de lo propuesto por Smith.

Incluso en la Riqueza de las Naciones, Smith señala que, «Gente del mismo oficio rara vez se reúne, incluso para celebrar y divertirse, excepto las conversaciones que terminan en una conspiración contra el público, o en alguna estratagema para subir los precios. De hecho es imposible prevenir ese tipo de reuniones, por medio de cualquier tipo de ley que, o bien no podría ser implementada, o no ser coherente con la libertad y la justicia. Pero aunque la ley no puede obstaculizar que la gente del misma oficio se reúna a veces, no debe hacer nada para facilitar esas reuniones, y mucho menos hacerlas necesarias.» [14]

En el debate sobre la reglamentación relativa a los salarios de los trabajadores y a solucionar cuestiones de equidad entre los empresarios, o «patrones» y la clase obrera o «trabajadores», Smith explicó que, «Cada vez que la legislación intenta regular las diferencias entre los patrones y sus trabajadores, sus asesores son siempre los patrones. Cuando la regulación, por lo tanto, va en favor de los obreros, siempre es justa y equitativa, pero a veces es completamente diferente cuando va en favor de los patrones.» Además, «Cuando los patrones se unen con el fin de reducir los salarios de sus obreros, comúnmente entran en consensos o acuerdos privados, para no dar salarios por sobre un determinado límite. Cuando los obreros son los que organizan una combinación contraria de la misma naturaleza, al no aceptar un sueldo delimitado por cierto límite [como los sindicatos], la ley los castiga severamente, y si el tratamiento fuera imparcial, los patrones tendrían que ser tratados de la misma manera.»[15]

Estas citas de Adam Smith tienden a volar en la cara las percepciones y usos comunes de las ideas de Smith, lo que demuestra que la economía liberal en la práctica está muy lejos de la intención original de su teórico.

En la década de 1870, la noción de un «orden económico liberal» fue desafiada en los principales imperios europeos que desarrollaron una increíble expansión de su presencia imperial en todo el mundo, lo que en sí era una práctica mercantilista – la idea de obtener, a fin de extraer sus recursos, la creación de mercados prisioneros de los productos manufacturados por las naciones imperiales, y privando a sus competidores económicos del acceso a dichos mercados. Entre 1878 y 1913, los imperios europeos extendieron su control sobre gran parte del mundo, especialmente tras el Reparto de África, gracias al que todas las naciones africanas, salvo Etiopía, fueron colonizadas por potencias europeas.

Este «nuevo imperialismo», como es sabido, había proliferado en toda Europa a raíz de la rápida expansión de la banca en todo el continente, y la preeminencia de los financieros internacionales por sobre los gobiernos. [16] El crecimiento de las redes bancarias por todo el continente «alimentó el crecimiento de los imperios coloniales», ya que estimulaba un sistema en el que «generando deudas estas tenían que ser pagadas a través de la compra de más infraestructura», y la expansión territorial. [17] Esto desencadenó que las naciones europeas llevaran a cabo un gran esfuerzo imperial en vastas regiones del mundo, para encontrar y controlar mercados extranjeros y ampliar sus capitales.

El Surgimiento del Marxismo

En el Siglo XIX, crecieron las teorías críticas de EPI (Economía Política Global/Internacional), en oposición a la creciente dominación de la EPI liberal. Las más profundas de estas críticas se deben a Karl Marx. El marxismo, como llegó a conocerse la teoría crítica de Marx, colocó un amplio enfoque sobre las relaciones de clases dentro de la sociedad, y como la clase que posee los medios de producción es la clase central y más poderosa, subordinando a las otras clases a una posición sumisión. Los marxistas también ven al capitalismo como intrínsecamente explotador. Dentro de esta teoría, los aspectos políticos y económicos no se consideran como áreas de acción separadas, sino que se consideran entrelazados e internamente relacionados. Dentro de esta teoría, el propósito del Estado no es servir a los intereses de la mayoría de la población que habita en el, sino garantizar, mantener y promover los intereses de la clase capitalista. Los marxistas también ponen énfasis en la naturaleza de la guerra y el conflicto como intrínsecamente vinculados a la naturaleza expansionista del capitalismo, que serían los roles primarios de los estados en la promoción de los intereses de la clase dominante capitalista.

Marx define lo que él comprende como capitalismo: un sistema que se rige por el capital, donde el dinero se invierte con el fin de generar más dinero; la producción, dominante dentro de la sociedad capitalista, está diseñada para venderla, no para usarla – lo que la arrastra más allá de la subsistencia y a lo que en la actualidad se conoce como materialismo y consumo; la mano de obra es mercantilizada, con lo que la gente, a través de su trabajo, se convierte en una mercancía comerciable; las transacciones se hacen con dinero, la propiedad de los medios de producción está en manos de la clase capitalista, y la competencia entre las diversas fuerzas capitalistas es la lógica de interacción.

Marx hace gran hincapié en el circuito del capital, en cómo es que el dinero se transforma en capital. El Dinero (D), se invierte en la compra de Bienes (B) y, a continuación, en Fuerza de Trabajo (FT) y Medios de Producción (MP), que conforman el circuito de la Producción (P), que genera nuevos Bienes (B1), que luego son vendidos, ampliando la creación del Dinero (D1), o los beneficios obtenidos. El Capital, por lo tanto, es el dinero que se invierte en la producción. Marx postula que la inherente naturaleza explotadora del capitalismo se hace más evidente en el circuito de Producción, específicamente con la Fuerza de Trabajo.

Divergiendo de Marx

Sin embargo, con la exploración y comprensión del sistema del banco central, algunos de los circuitos de capital deben ser puestos en tela de juicio. Las funciones del banco central no se basan en la «inversión» del capital, sino en la expansión y creación de dinero y deuda, que se presta con interés, de manera que actúa como fuente de ingresos para el sistema de banco central. Esto no puede llamarse capital productivo, pues su finalidad e intención no es la producir un nuevo bien, no se utiliza fuerza de trabajo o medios de producción, y el nuevo dinero no se produce de la venta de nuevos productos, sino más bien, el beneficio es extraído del interés del dinero original. Esto, por el bien de la argumentación, se podría denominar el Circuito de la Deuda:

D > P > I > D1 > PID > SD

D = Dinero
P = Préstamo
I = Interés
D1 = Nuevo Dinero
PID = Nuevo Dinero Prestado al deudor para pagar los Intereses de la Deuda
SD = El deudor cae en la Servidumbre por Deudas; controlado por los acreedores

A través de la perspectiva marxista de la explotación, en el circuito de la deuda no habría trabajo para explotar, ¿así que donde entra en juego la explotación? La explotación se encuentra en el proceso por el que la deuda (o préstamo) expedido, está diseñado para explotar a cualquiera que sea deudor, ya sea un individuo, una nación o una corporación. Dentro de este paradigma, la estructura de clases, a pesar de jugar una parte importante del proceso global de explotación y ejercicio del poder dentro del sistema capitalista no sería el único, o posiblemente, no sería el principal objetivo del control y la opresión en el capitalismo tal como lo conocemos. El objetivo es hacer que el individuo, nación, y o industria caigan bajo la sumisión de la naturaleza predadora del sistema del banco central.

El sistema del banco central tuvo, desde su creación, una forma de actuar donde ha monopolizado la industria (anulando los conceptos de “libre mercado» y «competencia» de Adam Smith); militarizado las naciones (financiando las guerras y conquistas del imperialismo), fusionado los intereses económicos y políticos globales dentro de una clase dominante holística (modelada por la misma doble naturaleza del banco central – tomando la autoridad y el poder de un cuerpo gubernamental, pero representando los intereses y mantención de la propiedad de particulares). Por lo tanto, la clase dominante es en si misma una construcción social que ha formado esta pequeña élite, difícilmente abarcable dentro de los parámetros de lo que se entiende como clase, sobre todo porque la mayoría de la clases son a menudo definidas en términos nacionales, mientras que esta élite es por naturaleza, internacional.

El banco central de una nación financia la industria monopólica y los estados imperialistas, que son creados fuera de la servidumbre por deudas para el banco central. Tanto las elites comerciales-industriales como las élites políticas fusionan sus intereses – el estado perseguirá políticas imperiales que tienen por efecto el beneficiar a la industria, mientras que la industria apoya la construcción de un estado fuerte y poderoso (y que proporcione un acogedor trabajo para que la elite política abandone el sector público). Esto hace que la clase dirigente de un país, los capitalistas, o los propietarios de los medios de producción, se fusionen con los dirigentes políticos de la nación. Uno solo no representa o domina a los demás, sino más bien, ambos están al servicio de los intereses y son controlados a través de sus intereses, por una pequeña élite internacional.

Uno debe preguntarse: ¿Cómo podría verse el capitalismo si no hubiera llegado el sistema del Banco Central?

Acumulación por Desposesión

En el análisis de la teoría marxista, no estoy abogando por un apoyo total de su discusión y perspectivas teóricas. Sin embargo, ha sido vital para aproximarse, tanto histórica como actualmente, pues ha servido como una poderosa fuente de críticas contra el sistema capitalista y su importancia no puede ser subestimada. Habiendo dicho esto, también es importante aproximarnos a qué es lo que hace, como teoría, identificando muchos aspectos importantes y precisos de cómo funciona el sistema capitalista. Por esa razón, muchas de las críticas han sido y siguen siendo correctamente pertinentes y justificadas.

En la teoría marxista, la naturaleza de la acumulación ocupa un lugar muy importante, puesto que tiene un carácter dual. Uno de ellos es conocido como la acumulación como expansión de la reproducción, que se relaciona con el mercado y producción de bienes (el circuito de capital), donde el dinero se obtiene través del proceso laboral. El otro tipo de acumulación es la acumulación por desposesión, que suele estar enmarcada en términos de relaciones entre modos de producción capitalistas y no capitalistas. Esta es acumulación derivada de desposeer de algo a alguien. La trata transatlántica de esclavos fue un ejemplo de acumulación por desposesión, pues los africanos fueron despojados de sus vidas y libertad. El colonialismo es otro ejemplo, donde los recursos son extraídos, despojando a la nación de sus propios recursos.

Tal vez sería útil ampliar las ideas de acumulación por desposesión de Marx, en lo que respecta al sistema del banco central. Los bancos centrales, que no entran en el circuito del capital, y por tanto, en la acumulación por expansión de la reproducción, representan mejor un ejemplo de acumulación por desposesión. El dinero es entregado en préstamos con interés, para que el deudor no pueda pagarlo completamente, y así sea desposeído de su libertad y riqueza a través del pago de intereses y de la servidumbre por deudas. La deuda solo es otra palabra para esclavitud, por lo tanto, el sistema del banco central en sí mismo, funciona a través de un sistema de acumulación por desposesión.

Sin embargo, la interpretación convencional de la acumulación por desposesión la describe como una interacción entre modos de producción capitalistas y no capitalistas, donde el modo capitalista despoja al modo de producción no capitalista. Los bancos centrales, sin embargo, se encuentran en la cima del sistema capitalista, y en última instancia, son la fuente primaria de su poder, por lo que difícilmente podría decirse que es una interacción entre modos capitalistas y no capitalistas, ya que es una interacción entre los bancos centrales y TODOS los modos de producción que necesiten dinero – incluyendo la totalidad del sistema capitalista. Así, industria/comercio, gobiernos/naciones, e individuos/personas, son desposeídos de su libertad a través de la servidumbre por deudas. Esto no puede predicarse simplemente en términos de lucha de clases o de teorías centradas en la clase, sino más bien, como un asalto contra todos los individuos; a la individualidad y a la libertad, en cualquiera de sus formas. Es en este contexto que se crean las estructuras de clase, a fin de enfrentar a uno contra otro – a dividir a las personas en clases, y por lo tanto, tener mejor control y manipulación de masas. Se trata de una estrategia de dividir y conquistar personas. La clase, incluyendo a la clase capitalista superior, está construida en un esfuerzo para conformar un pensamiento dentro de cada clase, y en consecuencia dirigir la acción colectiva de esa clase. El libre pensamiento individual es el blanco en cualquier caso. La individualidad es removida del comercio, el gobierno y la sociedad en su conjunto.

El Manifiesto Comunista

En el Manifiesto Comunista, publicado en 1848, Marx anuncia de apertura que «la historia de toda la sociedad hasta el momento, es la historia de la lucha de clases.» Sin embargo, si la clase es en sí es una construcción de individuos poderosos, incluso a través de la historia humana, ¿no se podría sostener en cambio que la historia de toda sociedad es la historia de la lucha del individuo contra la colectividad y el control? La clase en sí es una agrupación colectiva diseñada para tener el control de una masa de personas, ya se trate de una clase es superior o inferior. Los individuos son reprimidos dentro de las clases, y por lo tanto, la historia de la luchas de clase en sí, es la historia de la lucha entre el individuo librepensador y las formas de control colectivo.

En el Manifiesto Comunista, Marx (y Engels) esbozaron un programa inicial para una nación «avanzada», desarrollado con el fin de crear un sistema comunista, con diez puntos principales. (1) Abolición de la propiedad de la tierra y la aplicación de todas las rentas de terreno para uso público; (2) Un impuesto a la renta fuertemente progresivo o gradual, (3) la abolición de todo derecho de herencia, (4) Confiscación de las propiedades de todos los emigrados y sediciosos; (5) Centralización del crédito en manos del Estado, por medio de un banco nacional con capital y monopolio exclusivo del Estado; (6) Centralziación de los medios de comunicación y de transporte a manos del Estado; (7) Extensión de las fábricas y los instrumentos de producción de propiedad del Estado – ofreciendo tierras baldías para el cultivo, y la mejora del suelo en general, de conformidad con un plan general; (8) la responsabilidad igualitaria del trabajo – Estableciendo ejércitos industriales, especialmente para la agricultura; (9) Combinación de la agricultura y la industria – abolición gradual de la distinción entre campo y ciudad para una distribución más equitativa de la población en el país, y (10) Educación gratuita para todos los niños en escuelas públicas – Supresión del de trabajo industrial infantil en su forma actual [y] la combinación de la educación con la producción industrial [18].

De particular importancia es el punto número 5, donde se aboga por un banco central. Si las naciones tienen la capacidad de crear y emitir una moneda a través de un Departamento del Tesoro o incluso a un nivel más regional o local, ¿por qué centralizar y monopolizar la creación de una moneda en torno a un banco central? Cabe señalar que la recomendación era que fuera centralizado «en manos del Estado», sin embargo, hoy los bancos centrales, son ampliamente percibidos dentro del ámbito de la autoridad gubernamental, mientras que en accionar y funcionamiento están totalmente fuera de, y por sobre la misma. La imposición de un impuesto sobre los ingresos personales (2), también pareciera favorecer la mercantilización del trabajo, donde en lugar de explotar industrialmente el trabajo propio y extraer un beneficio del mismo, se convierte en el trabajo del Estado. Toda la propiedad estaría en manos del estado (1), y prácticamente toda la economía estaría sujeta al control del Estado. Incluso la educación, si bien es libre, está dirigida por el Estado. Con la confiscación «de los bienes de todos los emigrantes y los rebeldes,» ¿qué espacio queda para el pensamiento disidente en una sociedad como esta? La disidencia, no sería fomentada en la educación “libre” que brinda el sistema. De hecho, se consagra el conformismo. ¿No es esto una forma de «acumulación por desposesión» en la que el individuo es privado de la libertad de pensamiento y de acción, y mantenido por la voluntad y el pensamiento limitado permitido por el Estado? Dentro de este paradigma, el Estado acumula poder y autoridad por medio del despojo de la individualidad para pensar y expresarse.

El Manifiesto Comunista termina con la declaración «trabajadores de todos los países, ¡uníos!» Esto, en sí mismo, promueve la división de clases dentro de la sociedad, poniendo énfasis en la necesidad de una movilización internacional de la clase obrera mundial para levantarse contra la clase capitalista. Marx explica que cualquier revolución de trabajadores exitosa «debe ser internacional.» [19] Por lo tanto, promueve la idea cosmopolita de una comunidad internacional, al menos en términos de un sistema de clases transnacional. En esencia, Marx sostiene que como el capitalismo se expande, lo que más tarde equivaldría a decir, «se globaliza», también debe ser “globalizada» o «internacionalizada» la clase trabajadora mundial. En ese sentido, esto hace de Marx en si mismo, un teórico temprano de la globalización, al promover la noción de una clase internacional levantándose contra la clase capitalista. Finalmente, ¿no se trataría simplemente de remplazar la tiranía de una clase por la tiranía de otra? ¡Saquemos a los capitalistas y traigamos a los comunistas! La sustitución de una forma de opresión por otra no es un cambio en la dirección correcta. En ambos sistemas, el individuo sufre y el libre pensamiento permanece estrangulado.

A pesar de que la crítica marxista es extremadamente acertada en el análisis de las funciones y la estructura del sistema capitalista, su propia teoría, incluso siendo crítica, también debe ser examinada críticamente.

Reconquistando los Estados Unidos

La historia de los Estados Unidos desde su fundación, a lo largo del Siglo XIX y hasta principios del Siglo XX, se caracterizó por una continua batalla política en torno a la creación de un banco central de los Estados Unidos. Mercantilistas como Alexander Hamilton, quien fuera el primer Secretario del Tesoro, estaban a favor de dicho banco, y sus consejos se ganaron a George Washington, para consternación de Thomas Jefferson, quien fuera gran opositor al banco central. Sin embargo, «[Alexander] Hamilton, creyendo que el gobierno debía aliarse con los elementos más ricos de la sociedad para hacerse fuerte, propuso al Congreso una serie de leyes, que fueron promulgadas, expresando esta filosofía,» y que «Establecieron el Banco de los Estados Unidos como una asociación entre el gobierno y determinados intereses bancarios»[20], que se mantuvo en funcionamiento hasta que el contrato expirara en 1811.

Una vez más, durante el mandato de Andrew Jackson (1829-1837), la principal lucha política fue contra los enraizados intereses financieros, tanto nacionales como extranjeros (es decir, de Europa Occidental), sobre la cuestión de crear un banco central de EEUU. Andrew Jackson estaba en manifiesta oposición a dicho banco, y dijo que, «el banco amenaza al orden emergente, acaparando demasiado poder económico en muy pocas manos», y se refirió a este como «El Monstruo». [21] El Congreso aprobó un proyecto de ley que permitía la creación de un segundo banco de los Estados Unidos, sin embargo, Andrew Jackson vetó el proyecto de ley, para gran consternación de los intereses bancarios.

Fue durante la segunda mitad de la década de 1800 que «los financieros europeos estaban a favor de una Guerra Civil Estadounidense que devolviera a los Estados Unidos a su condición colonial, admitiendo en privado que no estaban necesariamente interesados en la preservación de la esclavitud», pues esta había perdido rentabilidad. [22] La Guerra Civil no estuvo justificada en la liberación de los esclavos, sino que fue, como lo describe Howard Zinn, un choque «de las élites», con la élite norteña deseando «la expansión económica –tierras libres, trabajos libres, mercado libre, con una elevada tarifa de proteccionista para los manufactureros, [y] un banco de los Estados Unidos. [Mientras que] los intereses esclavistas se oponían a todo eso.» [23] La guerra civil, que se desarrolló de 1861 a 1865, resultó en cientos de miles de muertos, y durante la cual, «El Congreso también estableció un banco nacional, poniendo al gobierno en asociación con intereses bancarios, garantizando sus beneficios.» [24]

Como el mismo Lincoln declaró:

Los poderes de dinero se aprovechan de la nación en tiempos de paz y conspiran contra ella en tiempos de adversidad. Los poderes bancarios son más despóticos que las monarquías, más insolentes que las autocracias, más egoístas que las burocracias. Ellos denuncian como enemigos públicos a todos los que cuestionen sus métodos o arrojen luces sobre sus crímenes.

Tengo dos grandes enemigos, el Ejército del Sur frente a mí, y los banqueros en la retaguardia. De los dos, el que está a mis espaldas es mi mayor enemigo. Como la consecuencia más indeseable de la guerra, las empresas se han entronizado, y una era de corrupción en las altas posiciones le seguirá. El poder del dinero se esforzará por prolongar su reinado trabajando por sobre los prejuicios de la gente hasta que la riqueza se concentre en manos de unos pocos, y la República sea destruida [25].

Durante gran parte de la década de 1800 y en la década de 1900, Estados Unidos sufrió varias crisis económicas, de entre las cuales, una de las más importantes fue la Gran Depresión de 1873. Como Howard Zinn explica:

La crisis fue construida por un sistema que era caótico por naturaleza, en el que sólo los más ricos estaban asegurados. Este era un sistema de crisis periódicas – 1837, 1857, 1873 (y más tarde: 1893, 1907, 1919, 1929) – que acabó con las pequeñas empresas y trajo frío, hambre y muerte a los trabajadores, mientras que la fortuna de los Astor, Vanderbilt, Rockefeller, Morgan, siguió creciendo a través de la guerra y la paz, la crisis y la recuperación. Durante la crisis de 1873, Carnegie capturó el mercado del acero, Rockefeller fue eliminando a sus competidores en el petróleo [26].

La masiva consolidación industrial por parte de unas cuantas élites oligárquicas era la regla del día, en tanto J.P. Morgan expandía su control total sobre los ferrocarriles y los intereses bancarios, John D. Rockefeller se apoderaba del mercado del petróleo, y se expandía hacia la banca. Zinn explica que «el líder imperial de la nueva oligarquía era la Casa Morgan. En sus operaciones fueron hábilmente asistidos por el First National Bank de Nueva York (dirigido por George F. Baker) y el National City Bank de Nueva York (presidido por James Stillman, agente de los intereses de Rockefeller). Entre todos, estos tres hombres y sus asociados financieros ocuparon 341 directorios de 112 empresas. Los recursos totales de estas empresas en 1912 eran de $22.245.000.000, más que el valor de tasación de todos las propiedades en los veintidós estados y territorios al oeste del río Mississippi.» [27]Estos intereses bancarios, especialmente los de Morgan, fueron grandes aliados con los intereses de la banca europea. Por el lado europeo, específicamente en Gran Bretaña, la elite estaba largamente involucrada en el reparto de África para ese momento. Infame entre todos ellos era Cecil Rhodes, que hizo su fortuna en la minería de diamantes y oro en África, pues «Con el apoyo financiero de Lord Rothschild y Alfred Beit, fue capaz de monopolizar las minas de diamantes de Sudáfrica a través de la De Beers Consolidated Miners y constituyó una gran minera de oro con la Consolidated Gold Fields.» [28] Interesantemente, “Rhodes no podría haber ganado su cuasi-monopolio sobre la producción sudafricana de diamantes sin la ayuda de sus amigos en la City de Londres, en particular, de la banca Rothschild, que en ese momento tenía la mayor concentración de capital financiero en el mundo.» [29] Según explicó el historiador Niall Ferguson: «Por lo general piensa que Rhodes era el propietario de De Beers, pero esto no es así. Nathaniel de Rothschild era un accionista más grande que el propio Rhodes, de hecho, en 1899 las acciones de Rothschild eran el doble que las de Rhodes.» [30]Cecil Rhodes también era conocido por sus opiniones radicales respecto a los Estados Unidos, en particular cuando hablaba «con total seriedad de «la recuperación definitiva de los Estados Unidos de América como parte integral del imperio británico».» [31] Rhodes no se vio a sí mismo simplemente como una máquina de hacer dinero, sino eminentemente como «constructor de imperios.» Como explica el historiador Carroll Quigley, en 1891, tres elitistas británicos se reunieron con la intención de crear una sociedad secreta. Estos tres hombres fueron Cecil Rhodes, William T. Stead, un destacado periodista de la época, y Reginald Baliol Brett, un «amigo y confidente de la reina Victoria, y que más tarde sería el asesor más influyente de los reyes Eduardo VII y Jorge V.» Dentro de esta sociedad secreta,»el poder real era ejercido por el líder, y una «Junta de Tres». Rhodes era el líder, y la Junta estaba compuesta por Stead, Brett, y Alfred Milner.» [32]En 1901, Rhodes eligió a Milner como su sucesor dentro de la sociedad, de la cual los propósitos eran, «La expansión del dominio británico en todo el mundo, el perfeccionamiento de un sistema de emigración desde el Reino Unido y de colonización por los súbditos británicos de todas las tierras donde estuvieran disponibles medios de subsistencia accesibles para la energía, el trabajo, y las empresas. . . [Con] la recuperación definitiva de los Estados Unidos de América como parte integral del Imperio Británico, la consolidación de todo el Imperio, la inauguración de un sistema de Representación Colonial en el Parlamento Imperial que pueda tender a fusionar a los miembros dispersos del Imperio, y finalmente la fundación una potencia tan grande que en lo sucesivo haga imposibles las guerras y promueva los mejores intereses de la humanidad.»[33] En esencia, se esbozó un orden mundial cosmopolita dirigido por los británicos, un sistema de gobierno mundial bajo la hegemonía británica. Entre los jugadores clave dentro del grupo se encontraban los Rothschilds y otros intereses bancarios. [34]En el Siglo XX, los intereses bancarios europeos y americanos consiguieron lo que habían deseado en Estados Unidos desde hacía más de un siglo, la creación de un banco central de propiedad privada. Fue creado mediante la colaboración de los banqueros estadounidenses y europeos, principalmente de los Morgan, Rockefeller, Kuhn, Loebs y Warburg. [35] Después del pánico bancario de 1907 en EEUU, instigado por J.P. Morgan, se presionó a la élite política norteamericana para crear un sistema bancario “estable”. En 1910, se celebró una reunión secreta de financistas en la Isla Jekyll, donde planearon la «creación de una Asociación de la Reserva Nacional con quince grandes regiones, controladas por una junta de los bancos comerciales, pero autorizadas por el gobierno federal para actuar como banco central – creando dinero y apoyando las reservas de los bancos privados.» [36] El Presidente Woodrow Wilson siguió casi exactamente el plan esbozado por los financieros de Wall Street, y se sumó a la creación de una Junta de la Reserva Federal en Washington, que sería nombrada por el presidente. [37] La Reserva Federal o Fed, “presentaba sus propios ingresos, elaboraba su propio presupuesto de funcionamiento y no rendía cuentas al Congreso,» mientras que «los siete gobernadores compartían el poder con los presidentes de los doce bancos de la Reserva, cada uno sirviendo como banco privado de su región», y «los bancos comerciales protegían sus acciones en cada uno de los doce Bancos de la Reserva Federal.» [38]La reconquista de los Estados Unidos por los intereses bancarios internacionales se consiguió con apenas un grito de oposición. Cuando el Imperio Británico falló en conquistar militarmente a los Estados Unidos, los banqueros internacionales lo lograron de manera encubierta a través del sistema bancario. La Reserva Federal también tuvo el efecto de cimentar una alianza entre Nueva York y los banqueros de Londres [39].

Original en: Global Research

2.Los Orígenes del Imperio Norteamericano:Revolución, Guerras Mundiales y Orden Mundial Por Andrew Gavin Marshall


Rusia, Petróleo y Revolución 

Para la década de 1870, el Imperio de la Standard Oil de John D. Rockefeller tenía el monopolio virtual de los Estados Unidos, e incluso de muchos países extranjeros. En 1890, el rey de Holanda, dio su bendición para la creación de una empresa internacional de petróleo llamada Royal Dutch Oil Company, fundada principalmente para refinar y vender el queroseno de Indonesia, una colonia holandesa. También en 1890, fue fundada una empresa británica que con la finalidad de distribuir petróleo, la Shell Transport and Trading Company, y que «comenzó transportando el petróleo de Sumatra de la Royal Dutch hacia destinos de todo el mundo», y finalmente, «las dos empresas terminaron fusionándose para convertirse en la Royal Dutch Shell.» [1]

Rusia entró en la Revolución Industrial más tarde que cualquier otra gran nación o imperio de su época. En la década de 1870, «los yacimientos de petróleo de Rusia, incluidos los de Bakú, desafiaban a la Standard Oil por la supremacía de Europa. La crecimiento de Rusia en cuanto a recursos naturales había perturbado el equilibrio estratégico de poder en Europa y Gran Bretaña, generando problemas». Gran Bretaña por lo tanto, trató de iniciar exploraciones petroleras en Oriente Medio, concretamente en Persia (Irán), al principio a través del Barón Julius Reuter, fundador del Servicio de Noticias Reuters, que obtuvo los derechos de exploración del Shah de Irán [2]. El intento de Reuter de descubrir grandes cantidades de petróleo fracasó, y un hombre llamado William Knox D’Arcy tomó la iniciativa en Persia.

A mediados del Siglo XIX, «los Rothschilds eran la familia más rica del mundo, tal vez de toda la historia. Sus cinco casas bancarias internacionales conformaron una de las primeras empresas multinacionales». Alfonse de Rothschild «invirtió fuertemente en el petróleo ruso por lo menos cuarenta años antes de que William Knox D’Arcy comenzara la movilización de las concesiones de petróleo persa para los británicos. El petróleo ruso, que en la década de 1860 ya se perfilaba como rival del monopolio de la American Standard Oil, fue el proyecto preferido del Barón [Rothschild]. «A principios de los años 1880,» casi doscientas refinerías de Rothschild comenzaron a funcionar en Bakú,” la región rusa rica en petróleo [3]

A mediados de los años 1880, «los Rothschilds se preparaban para convertirse en los principal proveedores de petróleo, no sólo de Europa, sino también del Lejano Oriente», sin embargo, «el ferrocarril del oleoducto Bakú-Batum ya se mostraba insuficiente para transportar el volumen de petróleo producido. Se necesitaba otra ruta, y llegó de la mano del recientemente inaugurado Canal de Suez, que acorta el viaje al Lejano Oriente en cuatro mil millas. Palestina se volvió entonces de de interés para los Rothschilds, ya que proporcionaba un acceso a Suez.» [4] Cuando el gobierno egipcio quedó en bancarrota en 1874, el Primer Ministro británico, Benjamín Disraelí, acudió a sus amigos cercanos, los Rothschilds, «por colosales avances de efectivo necesario» para comprar acciones de la Compañía del Canal de Suez. [5] Para ese momento, los Rothschild ya eran los principales accionistas del Banco de Francia, [6] y el Banco de Inglaterra, sentados junto con otros notables, como los accionistas Baring Brtohers, Morgan Grenfell y Lazard Brothers. [7]

Los Rothschilds «habían estado desde hace mucho tiempo involucrados en el desarrollo de la naciente industria y sistema bancario de la Rusia zarista, mientras que la creciente red de ferrocarriles del país fue financiada en mayor medida por préstamos gestionados por Rothschild.» [8] Cuando el Zar murió, fue sucedido por su hijo, el Zar Nicolás II, que instituyó los pogromos antisemitas, discriminando a los judíos, que tuvieron el efecto de estimular una emigración masiva de judíos de Rusia y Europa oriental hacia Europa occidental. Sin embargo, estos judíos emigrados de países de Europa oriental y Rusia prosperaron en una nación de reciente industrialización en la que la tiranía del gobierno y la colusión entre éste y los poderosos intereses industriales y financieros dejaron a la gran mayoría de las personas desposeídas e incitándolos más hacia pensamientos y acciones de tendencias socialistas.

Los Rothschilds ingleses estaban muy alarmados «cuando la tendencia socialista de los emigrantes contribuyó a una masiva huelga de sastres en el East End de Londres en 1888. Un joven comunista georgiano al que el mundo conoce como Joseph Stalin ya estaba organizando trabajadores para ir en ataque de los intereses petroleros de Rothschild en Batum.» Los Rothschilds británicos estaban muy preocupados con esta ola de inmigrantes judíos en Europa occidental y Gran Bretaña, ya que eran intensamente anti-zaristas y progresivamente socialistas, y los Rothschilds eran conocidos por su gran colaboración con el régimen zarista de Rusia. Una posible solución consideraba que el problema para la creciente llegada de inmigrantes judíos de inclinación socialista en Gran Bretaña era imponer restricciones a la inmigración. Sin embargo, probablemente parecería una reacción violenta, pues sería vista como comparable a la expulsión. Por lo tanto, Edmond Rothschild comenzó una campaña personal para crear una patria judía en Palestina con objetivo de crear una válvula de escape para los judíos emigrados volcando su acción política detrás de una nueva causa, y para promover la emigración a Palestina, sacándolos de Europa occidental. [9]

En la cima de todo, como preeminente sionista en Gran Bretaña, su propuesta para la creación de una patria judía en Palestina servía a los principales intereses económicos de los Rothschilds y del Imperio Británico, puesto que varios años antes, Rothschild había comprado el Canal de Suez para los británicos, y constituía la principal ruta de transporte para el petróleo ruso. Palestina, por lo tanto, podría convertirse en una región vital como protectorado del imperio e intereses económicos de Gran Bretaña y los Rothschilds.

Los Rothschilds, a pesar de su retórica abiertamente pro-sionista y pro-judía, no detuvieron su apoyo económico al régimen ruso y a las actividades antisemitas dentro de Rusia. En 1895, los Rothschilds, que por entonces eran uno de los principales productores y distribuidores de petróleo, «habían llegado tan lejos como para firmar un acuerdo junto a sus competidores – incluyendo a la American Standard Oil [de los intereses de Rockefeller] – para repartirse los mercados mundiales. Esto nunca tuvo efecto, probablemente debido a la oposición del gobierno ruso». En 1902, los Rothschilds «entraron en asociación con Royal Dutch Shell y (próximas a convertirse en una única compañía global) conformando la Asian Petroleum Company para la explotación de los campos del sur de Rusia. «[10]

A principios de 1900, la Rothchilds eran los principales intereses petroleros en Rusia, segundos en el mundo sólo por los Rockefeller. Como la industrialización estaba en marcha, las condiciones empeoraron para la gran mayoría del pueblo ruso. Esto impulsó protestas y disturbios, y un «joven Stalin lideró la agitación contra la industria petrolera del Cáucaso en general, [y] de los Rothschilds en particular. La acción concentrada de los trabajadores petroleros en Baku [los principales campos de petróleo en Rusia] en 1903, fue la chispa que detonó la primera protesta general en todo el territorio ruso. «Luego, con la pérdida de Rusia en la guerra ruso-japonesa de 1904, y de más protestas, vino la Revolución de 1905. En los años siguientes, los Rothschilds vendieron sus intereses petroleros rusos a la Royal Dutch Shell, ganando significativas acciones de la compañía petrolera internacional [11].

El fantasma de la inestabilidad política y social en Rusia era creciente y no podía continuar sin afectar a parte de los intereses de la banca internacional, el petróleo, y los industriales. Naturalmente, las casas bancarias internacionales vigilaban de cerca los acontecimientos en Rusia. Los Rothschilds tuvieron que reducir su participación abierta con Rusia, ya que no podían mantener una relación con la nación más anti-judía del mundo en ese momento, mientras que también afirmaban ser los principales defensores de las aspiraciones de los de judíos. Esta es la razón por la que vendieron sus intereses petroleros en Rusia a la Royal Dutch Shell, pero luego adquirieron importantes acciones de la misma empresa. Así, mientras públicamente cortaban sus vínculos con Rusia, todavía mantenían masivos intereses en su capacidad industrial. Después de la Guerra Ruso-Japonesa, los Rothschilds «se negaron a participar de uno de los principales acuerdos de préstamo, en un momento en que Rusia necesitaba desesperadamente de fondos para estabilizar el régimen» [12].

Así, en 1906, John D. Rockefeller intervino para ayudar a la Rusia zarista, y ofreció $200.000.000 dólares, o 400.000.000 rublos, para la concesión de los ferrocarriles de Tashkend a Tomsk y de Tehita a Polamoshna y la entrega de tierras a ambos lados de las posibles líneas». [13] Estos financieros internacionales seguían teniendo claramente intenciones de mantener sus intereses dentro de Rusia.

Sin embargo, la negativa del gobierno ruso a permitir el acuerdo entre los Rockefeller, los Rothschild y otros grandes monopolios para repartirse las reservas mundiales de petróleo, puede haber estimulado el descontento entre estos poderosos intereses. Si Rusia se negó a permitir el control de todo el petróleo y tienen el poder sobre su petróleo, ¿esto significa que Rusia estaba planeando la construcción de una industria petrolera nacional? Si este fuera el caso, podría representar una amenaza para todos los arraigados intereses económicos y financieros, en particular los de los Rockefeller y los Rothschild, pues las importantes reservas de petróleo y recursos rusos le permitirían incluso superar a Estados Unidos en industrialización. Además, la Rusia zarista adquirió un clima de inversión crecientemente inestable, controlado por una monarquía cada vez más impredecible.

La Revolución de Octubre de 1917 «inspiró revueltas de trabajadores en los campos petroleros contra de los bajos salarios y duras condiciones de trabajo. En 1919, Azerbaiyán se aprovechó de la inestabilidad política de declarar la soberanía sobre los campos de Bakú. Ese mismo año, la SONJ [Standard Oil de Nueva Jersey] concretó un acuerdo con el gobierno de Azerbaiyán para la compra de terrenos para exploración en la región de Bakú. En medio del caos, las empresas petroleras extranjeras en Rusia se abalanzaron con la esperanza de obtener concesiones a precios reducidos. Los Hermanos Nobel vendieron la mayor parte de sus operaciones a la SONJ (hoy ExxonMobil) para constituir una alianza en 1920.»[14]

Antony C. Sutton, economista, historiador y autor, así como investigador de la Hoover Institution de la Universidad de Stanford, escribió en Wall Street y la Revolución Bolchevique, que tanto el fascismo como el comunismo son sistemas «basados en poder políticos desenfrenado, sin restricciones y la coerción al individuo. Ambos sistemas requieren del control monopólico de la sociedad. Mientras tanto, el control monopólico de las industrias era el objetivo de J.P. Morgan y J.D. Rockefeller, asi que desde finales del siglo XIX, los santuarios internos de Wall Street comprendieron que la forma más eficaz de obtener un monopolio indiscutible era “acudir a la política”, y desde ahí hacer que la sociedad trabaje para los monopolios,» y que «el estado socialista totalitario era un mercado cautivo perfecto para los monopolios capitalistas, si podía conseguirse una alianza con los socialistas poderosos.» [15] Por lo tanto, los mayores poderes monetarios occidentales decidieron colocar su dinero en favor de la creación de un estado comunista totalitario en Rusia, buscando obtener una economía cautiva, la que podrían explotar y sacar de la competencia.

Cuando comenzó la Revolución, Trotsky se encontraba en Nueva York, donde le fue concedido de inmediato un pasaporte norteamericano por el Presidente Wilson, y a continuación, un permiso de ingreso a Rusia así como también una visa de tránsito británica, a fin de regresar a Rusia y «llevar adelante» la revolución. [16] Trotsky, mientras viajaba, fue detenido en Canadá, pero fue liberado como resultado de la intervención británica [17].

Trotsky subió a bordo de un barco en 1917, dejando Nueva York, junto con un interesante elenco de compañeros entre sus pasajeros, incluidos «otros revolucionarios trotskistas, financieros de Wall Street, comunistas estadounidenses, y un hombre llamado Charles Crane. Charles Richard Crane, ex presidente de la comisión de finanzas del Partido Demócrata, cuyo hijo, Richard Crane, fuese asistente del Secretario de Estado de EE.UU. Robert Lansing, desempeñó un papel importante en lo sucedido en Rusia. El ex Embajador de EE.UU. en Alemania, William Dodd, dijo que Crane, «hizo mucho para que la revolución de [Alexander] Kerensky diera paso al comunismo.» Kerensky era el segundo Primer Ministro en el Gobierno provisional de Rusia, que siguió al colapso del gobierno zarista, y precedió a los bolcheviques. Crane también pensaba que el gobierno de Kerensky «era solamente la primera fase de la revolución.» [18]

La revolución se produjo en medio de la Primera Guerra Mundial, que estalló en 1914 y tenía en guerra a todas las grandes potencias europeas. Los intereses de los Morgan y Rockefeller, organizados en Wall Street y centralizados en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, el más poderoso de todos los bancos regionales de la Reserva Federal, utilizaron la «Misión de la Cruz Roja como su vehículo de funcionamiento» en Rusia al momento de la Revolución Bolchevique. La Misión de la Cruz Roja en Rusia tenía en su contingente a adinerados individuos como J.P. Morgan, la Sra. E.H. Harriman, Cleveland H. Dodge, y la Sra. Russell Sage, y «en la Primera Guerra Mundial, la Cruz Roja dependió en gran medida de Wall Street, y específicamente de las empresas Morgan.» Cuando la Cruz Roja Americana estableció una misión en Rusia, “William Boyce Thompson, director del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, «ofreció pagar la totalidad de los gastos de la comisión».»[19] Todos los gastos fueron pagados por William Boyce Thompson, quien era importante accionista del Chase National Bank, cuyo Presidente había nombrado Thompson como jefe de la Reserva Federal de Nueva York [20].

La Misión estaba compuesta principalmente por abogados, financistas, sus asistentes, personas afiliadas a Standard Oil de Rockefeller y al National City Bank. [21] La Misión apoyó a través de un préstamo, al gobierno provisional de Alexander Kerensky, pero, William B. Thompson de la Reserva Federal de Nueva York «hizo una contribución personal de $1.000.000 a los bolcheviques con el objetivo de difundir su doctrina por Alemania y Austria.» Curiosamente, cuando los bolcheviques tomaron el control, «La sucursal de Petrogrado del National City Bank había sido eximida del decreto de nacionalización bolchevique – el único banco extranjero o nacional ruso que había sido exento.» [22] En última instancia, la misión de Cruz Roja en Rusia «fue de hecho una misión de los financieros de Wall Street para influenciar y allanar el camino para el control, ya sea a través de Kerensky o de los revolucionarios bolcheviques, del mercado y recursos rusos.» [23]

La American International Corporation (AIC), fue «creada en 1915 para el desarrollo de las empresas nacionales y extranjeras, ampliar las actividades de EEUU en el extranjero, y promover los intereses de los banqueros, empresarios e ingenieros estadounidenses y extranjeros.» Fue creada y controlada por los intereses de los Morgan, Stillman y Rockefeller, y sus directores estaban afiliados al National City Bank (Rockefeller), la Fundación Carnegie, General Electric, la familia DuPont, New York Life Insurance, American Bankers Association y el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Los miembros de su consejo de administración apoyaron financieramente a los bolcheviques e impulsaron al Departamento de Estado de EEUU a reconocer al gobierno bolchevique. [24]

En 1920, el oro ruso que era desviado a través de Suecia, donde se fundía y sellaba con los lingotes suecos, fue canalizado a través del Banco de la Reserva Federal de Nueva York hacia la Kuhn, Loeb & Company y la Guaranty Trust Company (Morgan), dos de los principales intereses bancarios detrás de la creación de la Reserva Federal. [25] Durante la guerra civil entre rusos rojos y blancos, mientras los financieros de Wall Street ayudaban a los bolcheviques en silencio, también comenzaron a financiar a Aleksandr Kolchak (de los blancos) con millones de dólares, a fin de garantizar que sin importar quien saliera victorioso en la guerra, Wall Street ganaría. [26]

Antony Sutton escribió cómo, «Rusia, entonces y ahora, constituye la mayor amenaza de potencial competitivo a la supremacía industrial y financiera de los Estados Unidos», y que «el gigantesco mercado ruso se convirtió en un mercado cautivo y en una colonia técnica a ser explotada por algunos de los grandes poderes financieros de Estados Unidos y las empresas bajo su control.» [27]

Finalmente, los bolcheviques salieron victoriosos, y Wall Street ganó. En virtud de los planes quinquenales de Stalin en los primeros años de la década del 30, la industrialización soviética «necesitaba de tecnología y experiencia occidental», y en una «contribución a menudo pasada por alto» que venía «desde el extranjero», las empresas norteamericanas colaboraron en la industrialización de la URSS, incluyendo a la Ford, General Electric y DuPont, [28] junto a la Standard Oil, General Electric, Austin Co., General Motors, International Harvester, y Caterpillar Tractrors comerciando activamente con la Unión Soviética [29].

La Standard Oil compró «una enorme cantidad de petróleo rojo», General Electric recibió un contrato de $ 100.000.000 de la Unión Soviética para construir «los cuatro mayores generadores hidroeléctricos del mundo», Austin Co., obtuvo un contrato de 50.000.000 dólares para levantar la Ciudad de Austingrad, «completada con fábricas de tractores y automóviles con un contrato de 30.000.000 de dólares adicionales para repuestos y asistencia técnica de la Ford Motor Corp.» En la cima de todos ellos, «Otros amigos de negocios [soviéticos] eran General Motors, DuPont de Nemours, International Harvester, John Deere Co., Caterpillar Tractors, Radio Corp. y la US Shipping Board, que vendió a los Rojos, una flota de 25 cargueros de vapor.» Los bancos de vínculos estrechos con la economía rusa incluyeron al Chase National, National City Bank y Equitable Trust, todos los cuales poseen intereses de los Rockefeller o los Morgan [30].

La Guerra Mundial reestructura el Orden Mundial

En medio de la Primera Guerra Mundial, un grupo de académicos norteamericanos fue encargado de informar a «Woodrow Wilson sobre alternativas para el mundo de posguerra, una vez que el Kaiser y la Alemania imperial cayeran en la derrota.» Este grupo se llamó, «La Encuesta» [The Inquiry]. El grupo asesoraba a Wilson, principalmente a través de su asistente de confianza, el Coronel Edward M. House, que obró de «enviado no oficial de Wilson a Europa durante el período comprendido entre el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 y la intervención de los Estados Unidos en 1917», y quien fuera el principal impulsor detrás de la creación del Sistema de la Reserva Federal durante la administración Wilson [31].

«La Encuesta» sentó las bases para la creación del Council on Foreign Relations (CFR), el think tank más poderoso de los Estados Unidos, y «Los estudiosos de La Encuesta ayudaron a trazar las fronteras de la Europa Central de la post Primera Guerra.» El 30 de mayo de 1919, un grupo de académicos y diplomáticos de Gran Bretaña y Estados Unidos se reunieron en el Hotel Majestic, donde «propusieron crear un Instituto de Asuntos Internacionales Anglo-Americano permanente, con una sucursal en Londres, y otro en Nueva York.» Cuando los estudiosos regresaron de París, se encontraron con los brazos abiertos de abogados y financistas de Nueva York, y juntos dieron origen al Council on Foreign Relations en 1921. Los «diplomáticos británicos que regresaron de París hicieron grandes avances en la fundación de su Royal Institute of International Affairs.» El Institute Anglo-Americano propuesto en París, con dos ramas y de membresía conjunta no fue posible, por tanto, los británicos y estadounidenses retuvieron membresías en ramas nacionales, que sin embargo, cooperan estrechamente entre sí. [32] Ellas se refieren a si mismas, y continúan haciéndolo, como «Instituciones Hermanas” [33]

El Grupo Milner, la sociedad secreta formada por Cecil Rhodes, «dominó la delegación británica en la Conferencia de Paz de 1919; tuvo mucho que ver con la formación y gestión de la Liga de Naciones y del sistema de mandatos; fundó el Instituto Real de Asuntos Internacionales en 1919 y aún lo controla.» [34] Fueron fundados otros grupos en muchos países, que representaban los mismos intereses del secreto Grupo Milner, y que llegaron a ser conocido como Grupos de Mesa Redonda (Round Table Groups), donde destacaron el Royal Institute of International Affairs (Chatham House), el Council on Foreign Relations de los Estados Unidos, y grupos paralelos fueron establecidos en Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y la India [35].

La Primera Guerra Mundial había marcado un período monumental de la historia en lo que puede denominarse como «imperialismo transicional.» Lo que quiero decir con esto es que históricamente, los períodos de decadencia y transición imperial (es decir, el ascenso o caída de uno o varios imperios), son a menudo marcados por el aumento de la violencia y las guerras internacionales.

La Primera Guerra Mundial fue el resultado culmine de las ambiciones imperiales de diversas potencias. Fue el resultado natural de la ola de «Nuevo Imperialismo» que azotó al mundo industrializado en la década de 1870. En 1879, el Imperio Alemán y Austria-Hungría, crearon la Doble Alianza para luchar contra la creciente influencia rusa en los Balcanes tras el declive del Imperio Otomano. Italia se unió en 1882, por lo que pasó a ser la Triple Alianza. En 1892, se formó la Alianza Franco-Rusa, una alianza militar entre Francia y el Imperio Ruso para contrarrestar la supremacía del Imperio Alemán en Europa. En 1904, la Entente Cordial, una serie de acuerdos entre Francia y Gran Bretaña, se pusieron en marcha con el fin de mantener un equilibrio de poder en Europa. En 1907, se conformó una Entente Anglo-Rusa en un esfuerzo para poner fin a su Gran Juego de larga duración por el establecimiento de los límites de control imperial sobre Afganistán, Persia y el Tíbet. También obró de equilibrio al creciente poder e influencias del Imperio Alemán en Europa. Después de la firma de la Entente Anglo-Rusa, se consolidó la Triple Entente entre Gran Bretaña, Rusia y Francia, como un importante adversario frente a la Triple Alianza.

El declive del Imperio Otomano fue un largo y lento proceso. El Imperio Otomano databa de 1299, y perduró hasta 1923.» Desde 1517 hasta el final de la Primera Guerra Mundial, un período de 400 años, el Imperio Otomano fue la potencia en el centro del Medio Oriente. Las instituciones administrativas y prácticas otomanas dieron forma a los pueblos modernos del Medio Oriente y dejaron un legado que aguantó hasta después de la desaparición del imperio.» [36]

A fines del siglo 16, «las materias primas otomanas, normalmente orientadas hacia el consumo e industria internas, eran crecientemente intercambiadas por productos europeos manufacturados. Este comercio benefició a los comerciantes otomanos, pero dio lugar a una disminución de los ingresos del Estado y a la escasez de materias primas para consumo interno. Como crecían los costos de la escasez de materiales, el imperio sufrió de inflación, y el estado fue incapaz de obtener los ingresos suficientes para cubrir sus gastos. Sin estos ingresos, las instituciones que apoyaban el sistema otomano, especialmente las fuerzas armadas, se habían socavado.» Fueron dañadas en maypr medida por tratados comerciales conocidos como Capitulaciones. La primera capitulación, “se había negociado con Francia en 1536, la que permitió a los comerciantes franceses comerciar libremente en los puertos otomanos, quedar exentos de impuestos otomanos, e importar y exportar productos con bajos aranceles. Además, el tratado concedió privilegios extraterritoriales a los comerciantes franceses que les permitían venir en virtud de la jurisdicción legal del cónsul francés en Estambul, lo que los hace sujetos a leyes francesas en lugar de las islámico-otomanas. Este primer tratado fue el modelo para posteriores acuerdos firmados con otros Estados europeos.»[37]

El estado otomano estaba lo suficientemente debilitado a principios del siglo XX, coincidiendo con el mismo período de tiempo en que los europeos, especialmente los británicos, comenzaron considerar el petróleo del Medio Oriente para alimentar a su imperio. Las principales alianzas Europeas trataron de tomar ventaja de la posición otomana debilitada. En 1909, Austria-Hungría se anexó Bosnia-Herzegovina, incitando la ira del Imperio Ruso. Entre 1912 y 1913 se libró la Primera Guerra de los Balcanes, en la que Serbia, Montenegro, Grecia y Bulgaria, lucharon contra Imperio Otomano. La solución que le siguió enojó a Bulgaria, que comenzó a participar en disputas territoriales con Serbia y Rumanía. Bulgaria atacó entonces a Grecia y Serbia en 1913, seguida por la declaración de guerra de Rumanía y el Imperio Otomano contra Bulgaria, desatando la Segunda Guerra de los Balcanes.

Esto desestabilizó la región, y Austria-Hungría aumentó sus precauciones hacia la creciente influencia de Serbia. Cuando el archiduque Francisco Fernando de Austria fue asesinado en 1914, Austria envió un ultimátum a Serbia, de donde era el asesino, y luego les declaró la guerra. El Imperio Ruso se movilizó para la guerra al día siguiente, con la consiguiente movilización de los alemanes, y Francia, detrás de ellos. Alemania declaró la guerra a Rusia, y la Primera Guerra Mundial se puso en marcha.

El fin de la Gran Guerra vio la disolución del Imperio Otomano, fragmentándose su territorio, que fue dividido entre Francia y Gran Bretaña en la Conferencia de Paz de París. El Imperio Alemán y el Imperio Austro-Húngaro también desaparecieron oficialmente como consecuencia de la guerra, en donde Alemania fue la única culpable de la guerra y castigada a través de la reparación de Versalles. El Imperio Ruso terminó con la Revolución Bolchevique, que se tradujo en la retirada rusa de la guerra en 1917, mismo año en los Estados Unidos entró en ella. La Gran Guerra transformó a los Estados Unidos en una poderosa nación nivel mundial, convirtiéndose en la nación acreedora líder con una importante influencia internacional. Los británicos y los franceses mantuvieron sus imperios, a pesar de que estaban en declive. Sin embargo, trataron de mantener un control significativo sobre el Medio Oriente.

La Primera Guerra Mundial, fue la culminación de una masiva construcción de naciones imperiales, ampliando la influencia y búsqueda de mercados para sus capitales. Al comenzar la guerra, existían muchos imperios, a salir de ella, solo quedaron dos imperios europeos dominantes (Francia y Gran Bretaña) y una nueva fuerza en el mundo, Estados Unidos.

La Gran Depresión

El moderno sistema bancario fabrica dinero de la nada. El proceso es tal vez la más sorprendente manga de artimañas que nunca se haya inventado. La banca fue concebida en la desigualdad y nació en el pecado. . . Los banqueros son dueños de la tierra. Quítaselas, pero déjales el poder de crear dinero, y, con una sacudida de lápiz, crearán suficiente dinero para comprarla de nuevo. . . Quítales ese poder, y todas las grandes fortunas como la mía van a desaparecer, porque entonces ese sería un mundo mejor y más feliz para vivir. . . Pero, si desean seguir siendo los esclavos de los banqueros y pagar el costo de su propia esclavitud, entonces los banqueros continuarán creando dinero y controlando el crédito [38].

– Sir Josiah Stamp, Director del Banco de Inglaterra, 1927

Benjamin Strong, de Gobernador del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, y Montagu Norman, Gobernador del Banco de Inglaterra, que trabajaron en estrecha colaboración durante todo la década de 1920, decidieron «utilizar el poder financiero de Gran Bretaña y los Estados Unidos para obligar a todos los países grandes del mundo a seguir el patrón oro y operar a través de bancos centrales libres de todo control político, y que todas las cuestiones de las finanzas internacionales pudieran ser tratadas por acuerdos de esos bancos centrales, sin injerencia de los gobiernos.» Estos hombres no trabajaban para los gobiernos y las naciones que supuestamente representaban, sino que «eran técnicos y agentes de los banqueros inversionistas que dominaban sus propios países, que los habían colocado y que eran perfectamente capaces de derrumbarlos.» [39]

En la década de 1920, Estados Unidos experimentó boom en el mercado de valores, lo que fue resultado de bancos comerciales proporcionando fondos para la compra de acciones y tomando las segundas como colaterales, “creando una oleada masiva de compras” y suscripción de garantías. La especulación del mercado de valores que le siguió fue resultado de bancos «tomando préstamos de la Reserva Federal. Por lo tanto, el Sistema de la Reserva Federal ayudó a financiar el gran boom de la bolsa.»[40]

En 1927, se celebró una reunión en la ciudad de Nueva York entre Montagu Norman del Banco de Inglaterra, Hjalmar Schacht, Presidente del Reichsbank, el banco central alemán de la República de Weimar; Charles Rist, Vicegobernador del Banco de Francia y Benjamin Strong de la Reserva Federal de Nueva York. El tema de la reunión fue la «persistente debilidad del estado de las reservas del Banco de Inglaterra. Esto, pensaban los banqueros, podría ser enmendado si el Sistema de la Reserva Federal disminuía las tasas de interés para alentar los préstamos. Tenedores de oro buscarían entonces una mayor rentabilidad para el mantenimiento de sus metales en Londres.» La Fed fue obligada [41].

El Banco de Inglaterra tenía una débil posición de sus reservas debido a de la posición de Gran Bretaña como defensora del patrón oro. Los bancos centrales extranjeros, incluido el Banco de Francia, transfirieron sus tenencias cambio en oro, de los cuales el Banco de Inglaterra no tenía suficientes para suministrar. Por lo tanto, la Reserva Federal redujo su tasa de descuento, y comenzó la compra de títulos para igualar las compras de oro francés. El dinero norteamericano, entonces, «fue cada vez más hacia la especulación del mercado de valores en lugar de la producción de riqueza real». [42]

A principios de 1929, la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal «exhortó a los bancos miembros a reducir sus préstamos en acciones de intercambio de colaterales», y tomó otras medidas con el objetivo públicamente anunciado de reducir la cantidad de crédito disponible para especulación.» Sin embargo, tuvo el efecto inverso, ya que «el crédito disponible cayó más y más en la especulación y se alejó de las empresas productivas». El 26 de septiembre de 1929, Londres fue golpeado con un pánico financiero y el Banco de Inglaterra aumentó su tasas de banco, causando la huída de dineros británicos hacia Wall Street, “y el mercado sobre-inflado comenzó a hundirse», lo que llevó al pánico de mediados de octubre [43].

El presidente de la Reserva Federal con el periodo más largo, Alan Greenspan, escribió que la Reserva Federal provocó el boom del auge especulativo a través de su exceso de crédito en la economía (¿suena familiar?), y eventualmente se tradujo en el colapso de las economías norteamericana y británica debido a los desequilibrios masivos producidos. Gran Bretaña entonces «abandonó definitivamente el patrón oro en 1931, rompiendo en pedazos lo que quedaba de la fábrica de confianza e induciendo una serie de quiebras bancarias por todo el mundo. Las economías del mundo estaban sumidas en la Gran Depresión para la década de 1930.»[44]

El Banco de Pagos Internacionales

En 1929, se conformó el Comité Young para crear un programa de liquidación de los pagos de reparaciones alemanas resultantes del Tratado de Versalles, escrito en las conversaciones de paz de París en 1919. La Comisión estuvo encabezada por Owen D. Young, fundador de la Radio Corporation of America (RCA), como una filial de General Electric. También fue presidente y CEO de GE desde 1922 hasta 1939, co-autor del Plan Dawes 1924, nombrado en la Junta de Administradores de la Fundación Rockefeller en 1928, y fue también, en 1929, vicepresidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Cuando Young fue enviado a Europa en 1929 para organizar el programa de pagos de reparaciones alemanas fue acompañado por J. P. Morgan, Jr. [45]

Lo que surgió de la Comisión fue la creación del Plan Young, «un acertado dispositivo para inundar Alemania con capital norteamericano y empeñando activos alemanes reales a gigantescos préstamos contraídos en los Estados Unidos.» Además, el Plan Young «aumentó del desempleo más y más», lo que permitió prometer a Hitler que «acabaría con el desempleo», lo que, «fue la verdadera razón del enorme éxito que Hitler tuvo en las elecciones.»[46]

El Plan entró en vigor en 1930, tras desplome de los mercados bursátiles. Parte del Plan supuso la creación de una organización internacional de liquidación, constituida en 1930, y conocida como Banco de Pagos Internacionales (BIS). Fue supuestamente diseñada para facilitar y coordinar los pagos de las reparaciones de la Alemania de Weimar a las potencias aliadas. Sin embargo, su función secundaria, mucho más reservada, y mucho más importante, era actuar como «coordinador de las operaciones de los bancos centrales de todo el mundo.» Descrito como «un banco para los bancos centrales,» el BIS «es una institución privada con accionistas, pero que opera con organismos públicos. Estas operaciones serían mantenidas en estricta confidencialidad para que el público pueda ignorar la mayoría de las operaciones del BIS.»[47]

El BIS se creó «para solucionar la decadencia de Londres como centro financiero del mundo, proporcionando un mecanismo mediante el cual el mundo contaba con tres centros financieros principales en Londres, Nueva York, y París pudiendo todavía funcionar como uno sola.» [48] Como Carroll Quigley explicó:

[L]os poderes del capitalismo financiero tienen otro objetivo de largo alcance, nada menos que crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país y economía del mundo en su conjunto. Este sistema debía ser manejado de manera feudal por los bancos centrales del mundo actuando concertadamente, a través de acuerdos secretos en reuniones frecuentes y conferencias secretas. El ápice del sistema tendría que ser el Banco de Pagos Internacionales en Basilea, Suiza, un banco de propiedad privada y controlado por los bancos centrales del mundo que eran en si mismos empresas privadas [49].

El BIS fue fundado por «los bancos centrales de Bélgica, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Japón y el Reino Unido junto con los tres principales bancos comerciales de los Estados Unidos, incluidos J.P. Morgan & Company, el First National Bank de Nueva York, y el First National Bank de Chicago. Cada banco central tiene 16.000 acciones suscritas y los tres bancos de EE.UU. también están suscritos a este mismo número de acciones.» Sin embargo, «Sólo los bancos centrales tienen derecho a voto.» [50]

En una carta fechada el 21 de noviembre de 1933, el Presidente Franklin Roosevelt dijo a Edward M. House, «La verdad…es que, como usted y yo sabemos, un elemento financiero en los grandes centros tiene la propiedad del Gobierno desde los días de Andrew Jackson – y no estoy en su exceptuando de ninguna manera a la administración de W[oodrow]. W[ilson]. El país está viviendo una repetición de la lucha de Jackson contra el Banco de los Estados Unidos – sólo que en una mucho más grande y de más amplia base». [51]

La Banca de Hitler

A lo largo de la década de 1930, con los préstamos concedidos a través de los Planes Dawes y Young, Alemania fue capaz de crear unos pocos cárteles industriales dominantes, todos financiados por los banqueros de Wall Street y los industriales. [52] Estos carteles proveyeron la base de principal apoyo financiero del régimen nazi. La colaboración entre la industria de la Alemania Nazi y la industria y fianzazas norteamericanas continuó, específicamente por parte de los Morgan y Rockefeller, así como de Ford y DuPont. Morgan-Rockefeller, así como los bancos internacionales y las empresas asociadas con ellos «están íntimamente relacionados con el crecimiento de la industria nazi.» [53] El imperio de la Standard Oil de Rockefeller «fue de crítica asistencia en ayudar a la Alemania Nazi a preparar la Segunda Guerra Mundial.» [54] Además, la Fundación Rockefeller también fue fundamental, no sólo en la financiación del movimiento de eugenesia racista y elitista en los Estados Unidos, sino que también desempeñó una parte importante en difundir la ideología eugenista a la Alemania Nazi. [55]

Hjalmar Schacht, el Presidente de la Reichsbank durante la Alemania de Weimar, se quedó como presidente del banco central alemán de 1933 hasta 1939, y fue por lo tanto, una figura central de la Alemania Nazi, siendo uno de los principales impulsores de los planes alemanes de reindustrialización, desarrollo y rearme. En 1934, Hitler convirtió a Schacht en su Ministro de Economía.

Los bancos centrales de toda Europa empezaron a comprar oro nazi, que fue objeto de tráfico ilícito, fundido y re-sellado en Suiza, (como se hizo con el oro Soviético). Suecia, España, Portugal, Argentina, Turquía, Francia, Gran Bretaña, Polonia, Hungría, Estados Unidos y todos «negociaron con los nazis a través del oro transferido por el BIS.» Esto fue desarrollado como un esfuerzo de colaboración entre los bancos centrales, donde «el BIS entró entonces en operaciones de oro y divisas, con la Alemania Nazi a través de su participación con el Reichsbank.» Schacht, ejerciendo su influencia significativa, «lo había convertido en un instrumento para la colocación de altos funcionarios nazis y colaboradores extranjeros en el Consejo de Administración del BIS.»[56]

Imperio, Guerra y el Ascenso de la Nueva Hegemonía Mundial 

La Segunda Guerra Mundial marcó también un período de transición imperial masiva. La construcción del Tercer Reich llevó al imperialismo nazi por toda Europa y África del Norte, y el imperio japonés se expandió en China. Al final de la guerra, los imperios británico y francés se desvanecieron, perdiendo sus restantes colonias en África y Asia. La Unión Soviética fue devastada y Alemania, junto a gran parte de Europa, estaba en ruinas. Lo más significativo que resultó de esta guerra que fue el ascenso de un nuevo imperio, el Imperio Norteamericano. La intervención de América en la guerra y su expansión en Europa como fuerza liberadora le permitió la creación de bases en toda Europa, así como en Japón en el Pacífico. La Unión Soviética, habiendo tomado Europa del Este, expandió su influencia y dominio en toda Europa Oriental. Tras el discurso de Churchill de que un «telón de acero» había caído a lo largo de Europa, estaba en marcha la Guerra Fría. Por lo tanto, la Segunda Guerra Mundial puso fin a la época de muchos imperios europeos, incluyendo de aquellos en decadencia, y había creado un mundo bipolar, divido entre la Unión Soviética y los Estados Unidos.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, como única nación del mundo cuya base industrial había sobrevivido a la devastación de la guerra, asumió la posición de poder hegemónico mundial. Se inició la creación de la infraestructura, tanto nacional como internacional, para asumir la posición de superpotencia mundial, ejerciendo su hegemonía en todo el mundo. La corona había pasado del Imperio Británico al Imperio Norteamericano. En última instancia, ambos fueron, son propiedad y están controlados por los mismos intereses, fundamentalmente representados por los bancos centrales y los intereses de los bancos comerciales que conforman sus principales accionistas.

Antes de Estados Unidos entrara en la guerra, incluso a finales de 1941, el Council on Foreign Relations (CFR), la rama americana de los grupos de mesa redonda identificados por Carroll Quigley como herederos de la sociedad secreta de Cecil Rhodes, estaban planeando hacer entrar a Estados Unidos en la guerra. El CFR había capturado firmemente la política exterior de EE.UU. en las garras de la élite bancaria. La creación de la Reserva Federal (1913) garantizó que Estados Unidos se convirtiera en deudor de los intereses de la banca internacional, y en consecuencia, actuaron siguiendo sus objetivos. La Reserva Federal financió a los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, proveyendo del crédito para la especulación, que llevó a la Gran Depresión, y a la consolidación masiva de los intereses del propio Sistema de la Reserva Federal. A continuación, financiaron a los Estados Unidos para entrar en la Segunda Guerra Mundial.

El CFR, establecido seis años después de creada la Reserva Federal, había trabajado para promover un programa internacionalista a nombre de la élite bancaria internacional. Se trataba de modificar el concepto norteamericano de su lugar en el mundo – desde una nación industrial aislacionista a un motor del imperio que trabaja para la banca y los intereses corporativos internacionales. Donde la Reserva Federal tomó el control del dinero y la deuda, el CFR tomó el control de los fundamentos ideológicos de este imperio – que engloba a empresas, bancos, política doméstica, política exterior, militares, medios de comunicación, y a la élite académica de la nación en una visión mundial cohesionada. Alterando la ideología para promover este tipo de programa internacionalista, el gran capital que se encontraba detrás de ella se aseguraría un lugar en el gobierno, la industria, la academia y los medios de comunicación. Los otros grandes think tanks e instituciones políticas en los Estados Unidos también están representados en el CFR. Ellos constituyen las divisiones dentro de la elite, sin embargo, estas divisiones se basan en cómo utilizar el poder imperial de América, cómo desarrollarlo, en qué justificaciones se sustenta, y otras tantas diferencias metodológicas. La división entre las elites nunca es sobre las siguientes cuestiones: ¿debemos utilizar el poder imperial de Estados Unidos?, ¿Por qué Estados Unidos se ha convertido en un Imperio, o debiera ser alguna vez un imperio? Si uno toma estas consideraciones y cuestiona estos conceptos, podrá ser parte del establishment de política exterior, inteligencia, militar, académico, financiero, empresarial, o comunicacional; pero probablemente, esta persona no sea miembro del CFR.

El CFR realizó efectivamente un golpe de Estado sobre la política exterior norteamericana con la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, el Consejo inició un proyecto «estrictamente confidencial» denominado Estudios de la Guerra y la Paz, en la que los miembros más importantes del CFR colaboraron con el Departamento de Estado norteamericano en la determinación de la política de Estados Unidos, y el proyecto fue financiado completamente por la Fundación Rockefeller. [57] El de posguerra ya estaba diseñado por los miembros del Council, que entrarían al gobierno para implementar sus designios.

La política de «contención» hacia la Unión Soviética que definió la política exterior estadounidense durante casi medio siglo fue concebida en una edición de 1947 de Foreign Affairs, la revista académica del Council on Foreign Relations. También los fundamentos ideológicos para el Plan Marshall y la OTAN fueron previstos en el Council on Foreign Relations, con miembros del Council reclutados para promulgar, ejecutar y dirigir estas instituciones. [58] El Council también desempeñó un papel en el establecimiento y la promoción de las Naciones Unidas, [59], que posteriormente se establecieron en terrenos comprados a John D. Rockefeller, Jr. [60]

El Ascenso del Imperio Americano y la Economía Política Keynesiana

Dentro de la economía política liberal, un prominente economista británico, John Maynard Keynes, emprendió el proceso evolucionar la teoría liberal en lo que más tarde sería conocido como economía keynesiana. Siguiendo los pasos de la posición dominante del orden liberal, en la que la política y la economía se consideraban como reinos necesariamente separados, Keynes trató de volver a imaginar la relación político-económica. Su trabajo era en gran medida influenciado por los acontecimientos que tuvieron lugar antes y después de la Gran Depresión, que fue vista como un gran fracaso del orden económico liberal. Keynes quería combinar el Estado y las fuerzas del mercado, sin rechazar la noción liberal de la «mano invisible», sin embargo, relegándola a un área más definida, e imaginaba un papel más amplio para el Estado de la economía.

Keynes abogó por que el Estado actué, o intervenga, cuando los particulares no pueden, en un esfuerzo por evitar las crisis financieras o económicas. Así, Keynes diría, el Estado fortalece el mercado. Un teórico marxista probablemente apuntaría a ello como un ejemplo de cómo el Estado, dentro de una sociedad capitalista, funciona como órgano institucional que protege los intereses de la clase capitalista. Keynes abogó por un orden internacional liberal constituido por el libre mercado, sin embargo, recomendando la intervención estatal a nivel nacional, en particular para proteger los puestos de trabajo y controlar la inflación.

La teoría económico-política keynesiana sirvió en mayor medida como base para la creación del Sistema de Bretton-Woods, establecido en 1944, y su concepto de liberalismo incrustado (promoviendo la economía liberal internacional, y la intervención estatal en la economía nacional), que reinó supremo hasta 1970.

En 1944, los representantes de las 44 naciones aliadas se reunieron para la conferencia de Bretton Woods (la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas) en New Hampshire, en un esfuerzo por reorganizar y regular el sistema financiero y monetario internacional de posguerra. El Reino Unido estuvo representado por John Maynard Keynes; con el contingente americano representado por Harry Dexter White, un economista y alto funcionario del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Es de esta conferencia que se originaron el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), que ahora forma parte del Banco Mundial, y el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), ahora institucionalizado por la Organización Mundial de Comercio (OMC). Fueron diseñados como la base económica institucionalizada para ejercer la hegemonía norteamericana en todo el mundo; ellos fueron, en esencia, los motores del imperio económico.

En 1947, el Presidente Harry Truman firmó la Ley de Seguridad Nacional, que creó el cargo de Secretario de Defensa para supervisar de todo el establishment militar, y la Junta de Jefes de Estado Mayor, así se creó la CIA modelada en tiempos de guerra por la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) y la ley también se creó el Consejo de Seguridad Nacional, dirigido por un Asesor de Seguridad Nacional, para dar mayor asesoramiento al Presidente sobre cuestiones de política exterior independiente de la del Departamento de Estado. Esencialmente, la ley creó la base para el aparto del estado de seguridad nacional para construir el imperio.

La fundación de la CIA fue fomentada por el Proyecto de Estudios de la Guerra y la Paz del Council on Foreign Relations a principios de los años 1940, y los arquitectos de la CIA diseñaron la forma y el organigrama de la Agencia, así como sus funciones; eran todos abogados de Wall Street, en su mayoría miembros del Council on Foreign Relations. Los directores adjuntos de la CIA durante las dos primeras décadas eran todos «de los mismos círculos jurídicos y financieros de Nueva York.» [61]

Original en: Global Research

3.Controlando la economía global: Bilderberg, Comision Trilateral y la reserva federal(Por Andrew Gavin Marshal)



El Grupo Bilderberg y el Proyecto Unión Europea

En 1954, fue fundado el Grupo Bilderberg en Holanda, que consistía en una reunión reservada celebrada una vez al año, aglutinando aproximadamente a unas 130 personas de la élite política-financiera-militar-académica-comunicacional de América del Norte y Europa Occidental en «una red informal de personas influyentes que pueden consultarse la una a la otra de manera privada y confidencial.» [1] Los participantes regulares incluyen a los CEOs o presidentes de algunas de las empresas más grandes del mundo, compañías petroleras como Royal Dutch Shell, British Petroleum, y Total SA, así como diversos monarcas europeos, banqueros internacionales, como David Rockefeller, grandes políticos, presidentes, primeros ministros, y banqueros centrales del mundo [2].Joseph Retinger, el fundador del Grupo Bilderberg, también fue uno de los arquitectos del Mercado Común Europeo y uno de los principales líderes intelectuales de la integración europea. En 1946, dijo al Royal Institute of International Affairs (británico y organización hermana de el Council on Foreign Relations), que Europa necesitaba crear una unión federal y los países europeos deberían «renunciar a parte de su soberanía». Retinger fue un fundador del Movimiento Europeo (EM), una organización de cabildeo dedicada a la creación de una Europa federal. Retinger garantizó el apoyo financiero para el Movimiento Europeo gracias a poderosos intereses financieros estadounidenses, tales como el Council on Foreign Relations y los Rockefeller. [3] Sin embargo, es difícil distinguir entre el CFR y los Rockefeller, pues, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial, los principales fondos del CFR vinieron de la Carnegie Corporation, la Fundación Ford y, muy especialmente, la Fundación Rockefeller [4].El Grupo Bilderberg actuó como un «reservado think-thank global», con la original misión de «vincular a los gobiernos y las economías de Europa y América del Norte en medio de la Guerra Fría.»[5] Uno de los principales objetivos del Grupo Bilderberg fue la unificación de Europa en una Unión Europea. Aparte de Retinger, fundador del Grupo Bilderberg y el Movimiento Europeo, otro fundador ideológico de la integración europea fue Jean Monnet, quien creó el Comité de Acción por los Estados Unidos de Europa, una organización dedicada a promover la integración europea, y fue también un importante promotor y primer presidente de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), precursora del Mercado Común Europeo. [6]

Documentos desclasificados (publicados en 2001) pusieron de manifiesto que «la comunidad de inteligencia norteamericana realizó una campaña durante los años cincuenta y sesenta para conseguir impulso para la unidad de Europa. Financió y dirigió el movimiento federalista europeo.»[7] Los documentos revelaron que, «Estados Unidos estuvo trabajando agresivamente en la sombra para empujar a Inglaterra hacia un Estado europeo. Un memorando, de fecha 26 de julio de 1950, da instrucciones para una campaña de promoción de un verdadero Parlamento Europeo. Es firmado por el general William J. Donovan, jefe de la Oficina de Servicios Estratégicos norteamericana en tiempos de guerra, precursora de la CIA». Además, «la principal herramienta de Washington para dar forma a la agenda europea es el Comité para una Europa Unida, creado en 1948. El presidente fue Donovan, que al parecer un abogado privado para entonces», y «El vicepresidente fue Allen Dulles, director de la CIA en los años cincuenta. La administración incluyó a Walter Bedell Smith, primer director de la CIA, y una lista de ex funcionarios y figuras de OSS que se movían dentro y fuera de la CIA. Los documentos demuestran que el ACUE financió el Movimiento Europeo, la más importante organización federalista de los años de posguerra». Interesantemente, «Los líderes del Movimiento Europeo – Retinger, el visionario Robert Schuman y el ex Primer Ministro belga Paul-Henri Spaak – fueron tratados como cualquier contratado a manos de patrocinadores norteamericanos. El papel de los Estados Unidos fue encargarse de las operaciones encubiertas. La financiación del ACUE provenía de las fundaciones Ford y Rockefeller, así como de grupos empresariales con estrechos lazos con el gobierno de los Estados Unidos. [8]La Comunidad Europea del Carbón y del Acero se creó en 1951, rubricada por Francia, Alemania Occidental, Italia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos. Recientemente, documentos de la reunión Bilderberg de 1955 muestran que un tema principal de discusión fue «la Unidad Europea» y que «El debate afirmó el apoyo a la idea de la integración y la unificación por parte de representantes de las seis naciones de la Comunidad del Carbón y del Acero presentes en la conferencia.» Además, «Un orador expresó su preocupación por la necesidad de lograr una moneda común, e indicó que, en su opinión, ello necesariamente implica la creación de un centro de autoridad política». Notablemente, «Un participante estadounidense confirmó que Estados Unidos no ha debilitado su entusiasta apoyo a la idea de integración, aunque hay considerables diferencias dentro de los mismos Estados Unidos en cuanto a cómo debe ser manifestado este entusiasmo. Otro participante de Estados Unidos instó a sus amigos europeos a seguir adelante con la unificación de Europa, con menos énfasis en consideraciones ideológicas y, sobre todo, siendo prácticos y trabajando con rapidez.» [9] Así, en 1955 la reunión del Grupo Bilderberg establece como agenda primaria, la creación de un mercado común europeo [10].En 1957, dos años más tarde, se firmó el Tratado de Roma, que creó la Comunidad Económica Europea (CEE), también conocida como Comunidad Europea. Durante décadas, varios otros tratados se firmaron, y más países se unieron a la Comunidad Europea. En 1992, se firmó el Tratado de Maastricht, que dio origen a la Unión Europea y llevó a la creación del euro. En 1994 se creó el Instituto Monetario Europeo, el Banco Central Europeo fue fundado en 1998, y el euro fue lanzado en 1999. Etienne Davignon, Presidente del Grupo Bilderberg y el ex Comisario de la UE, puso de manifiesto en marzo de 2009 que el euro fue debatido y previsto en las conferencias Bilderberg. [11] Este es un ejemplo de regionalismo, la integración de toda una región del mundo, todo un continente, en una gran estructura supranacional. Esta fue una de las funciones primordiales del Grupo Bilderberg, que también viene a desempeñar un papel importante en otras cuestiones internacionales.La Teoría de la Interdependencia

La justificación teórica para la integración y el regionalismo en la década de 1960 llegó con lo que se conoce como «teoría de la interdependencia». Uno de sus principales impulsores fue un hombre llamado Richard N. Cooper. Otros dos principales impulsores de la teoría de la interdependencia fueron Robert Keohane y Joseph Nye. Teoría de la interdependencia y sus teóricos ampliaron en gran medida los conceptos planteados por Keynes.

Richard Cooper escribió que, durante el decenio de 1960 «ha habido una fuerte tendencia hacia la interdependencia económica entre los países industrializados. Esta creciente interdependencia hace que el éxito de la búsqueda de objetivos económicos nacionales algo mucho más difícil.» Asimismo, indicó que «el objetivo de una mayor integración económica involucra acuerdos internacionales que reducen el número de instrumentos de política disponibles a las autoridades nacionales para conseguir sus objetivos económicos». [12] Además, «Cooper sostiene que nuevas políticas se necesitan para hacer frente a las condiciones sin precedentes de interdependencia internacional.»[13]

Cooper también se opuso al retorno de las actividades mercantilistas para que las naciones garantizaran sus objetivos económicos, con el argumento de que «invita a un nacionalismo económico cuya política de competencia está condenada al fracaso», y por lo tanto, concluye que «la coordinación de la política internacional es prácticamente el único medio para lograr los objetivos de la economía nacional en un mundo interdependiente.» [14]

Keohane y Nye tienen un análisis más profundo de la interdependencia, centrándose concretamente en cómo la interdependencia transforma la política internacional. Ellos tienden a enmarcar sus conceptos en oposición ideológica a las relaciones internacionales realistas, que ven el mundo, al igual que los mercantilistas, como intrínsecamente anárquico. Keohane y Nye construyen lo que se conoce como «interdependencia compleja», donde critican al realismo. Analizan el realismo teniendo en cuenta dos aspectos principales: que los Estados son los principales actores en el escenario internacional, y que la fuerza militar internacional es fundamental en el poder. Argumentan que, «la interdependencia económica mundial ha arrojado dudas sobre estos supuestos. Las empresas transnacionales y las organizaciones nacidas de la integración económica ahora compiten con los estados por la influencia global.» [15]

Keohane y Nye también discuten la pertinencia y la importancia de regímenes internacionales en la política de interdependencia, definiendo a estos regímenes como «redes de reglas, normas y procedimientos para regularizar el comportamiento.» Argumentan que, «Los regímenes se ven afectados por la distribución del poder entre los estados, pero, a su vez, pueden influir de forma crítica en el proceso de negociación entre estados.» [16] De nuevo, esto se opone a la noción realista y mercantilista de la esfera internacional caótica, pues un régimen puede producir y mantener el orden dentro de la escena internacional.

Los teóricos de la interdependencia tienden a argumentar que la interdependencia ha alterado el orden mundial donde se ha construido sobre la base de intereses mutuos y cooperación, en gran medida por la defensa de la idea económica liberal de un orden internacional no-caótico y de cooperación en el que todas las naciones buscan obtener un beneficio mutuo. En última instancia, justifica la continuación del proceso de integración económica mundial, en contraposición a los teóricos realistas y mercantilistas, que los teóricos de la interdependencia combaten y debaten, que justifican el uso de la fuerza en el escenario internacional en términos de lo que describe como inherentemente caótico. En teoría, los conceptos de mercantilismo y liberalismo son hostiles el uno al otro, sin embargo, no se excluyen mutuamente y, de hecho, se refuerzan mutuamente. Los eventos de toda la década de 1970 son un claro ejemplo de cómo se refuerza mutuamente la naturaleza del comportamiento mercantilista por parte de los estados, y la «interdependencia» del orden económico liberal.

Como escribiera el temprano teórico mercantilista Frederick List en lo que respecta a la integración y la unión, «Todos los ejemplos que la historia puede mostrarnos son aquellos en que impulsan la unidad política, y la unidad comercial la ha seguido. No hay un solo ejemplo que pueda ser aportado en el que ésta última haya tomado la iniciativa, y la primera creciera detrás de la misma. «[17] Parece ser que las elites han elegido el camino menos transitado en el siglo 20, con el Grupo Bilderberg persiguiendo la integración y la unión en Europa a partir de la unión comercial y avanzando a la unión política. Este concepto se manifiesta también en las nociones de teoría de la interdependencia, que se centra en la integración económica mundial mientras cambia las nociones realistas/mercantilistas de un orden internacional caótico, en tanto los Estados y otros agentes cooperan cada vez más a través de esos vínculos económicos.

El Trilateralismo

A fines de 1960, las economías de Europa Occidental (en particular Alemania Occidental) y el Japón tuvieron un rápido desarrollo y expansión. Se fortalecieron sus monedas respecto al dólar de los Estado Unidos, que estaba vinculado al precio del oro como consecuencia del sistema de Bretton Woods, el cual, a través del FMI, establecía un sistema monetario internacional basado en el dólar vinculado al oro. Sin embargo, con el crecimiento de Alemania Occidental y Japón, “desde finales de la década de 1960 el sistema ya no podía esperar realizar sus funciones anteriores para los intercambios medios e internacionales, y como sustituto del patrón oro». Encima de todo, para mantener su vasto imperio, Estados Unidos había desarrollado una gran balanza de pagos deficitaria. [18]

Richard Nixon tomó medidas decisivas, a las muchos a que se refieren como «proteccionistas» y, en 1971, puso fin a la vinculación del dólar al oro, lo que «dio lugar a una devaluación del dólar, que comenzó a flotar frente a otras monedas», lo que «se realizó buscando restablecer la competitividad de la economía estadounidense» [19], con la devaluación, «los bienes fabricados en Estados Unidos costaron menos que los extranjeros y los bienes fabricados en el extranjero serían menos competitivos en el mercado estadounidense». La segunda medida adoptada por Nixon fue «golpear con un diez por ciento de interés a la mayoría de las importaciones en los Estados Unidos», lo que fue en beneficio de las empresas manufactureras de los Estados Unidos frente a la competencia con los extranjeros por el mercado estadounidense. El resultado fue la llegada de menos importaciones procedentes de Asia a los Estados Unidos, mientras se vendían más mercancías estadounidenses en sus mercados a precios más competitivos, lo que obligó a Japón y a la Comunidad Económica Europea (CEE) a relajar sus barreras comerciales a productos estadounidenses. [20].

Un artículo del Foreign Affairs, la revista del Council on Foreign Relations, se refirió a la Nueva Política Económica de Nixon como «proteccionista», fomentando una «desastrosa tendencia aislacionista», [21] y que Nixon había destrozado «el eje de todo el sistema monetario internacional – de cuyo buen funcionamiento depende la economía mundial.» [22] Otro artículo de Foreing Affairs explicó el cómo los atlantistas, internacionalistas o la facción de la élite estadounidense en particular, estaba molesta con la Nueva Política Económica de Nixon, y sin embargo, estaban «de acuerdo en el diagnóstico: el equilibrio relativo de las fuerzas económicas ha cambiado tanto que Estados Unidos ya no podía desempeñar el papel de líder económico. Pero ellos también sostuvieron que más unilateralismo podría encender una espiral de reacciones defensivas que dejarían a todas las economías occidentales peor de lo que estaban. Sugirieron que el remedio, en cambio, era una coordinación trilateral de mucho mayor alcance entre todos los gobiernos [América del Norte, Europa y Japón].»[23]

Existió un consenso dentro de la clase dominante norteamericana de que el sistema de Bretton Woods estaba en necesidad de un cambio, pero había divisiones entre sus miembros respecto al cómo cambiarlo. La más poderosa (y rica) ala internacional temía el cómo las políticas estadounidenses podrían aislar y alienar a Europa occidental y Japón, y abogaron por que, «El papel de Estados Unidos en la economía mundial debía conciliarse con el crecimiento del poder en Europa y Japón. Debe haber una reforma fundamental del sistema monetario internacional. Hay que renovar los esfuerzos para reducir las barreras al comercio mundial de Estados Unidos. La balanza de pagos se había deteriorado». Sin embargo, Nixon «había llegado demasiado lejos» como para alejar a Europa occidental y Japón.

En 1970, David Rockefeller se convirtió en Presidente del Council on Foreign Relations, mientras también era Presidente y Director General del Chase Manhattan. En 1970, un académico que se había unido al Council on Foreign Relations en 1965 escribió un libro llamado “Entre dos Edades: El Rol de América en la Era Tecnotrónica.” El autor, Zbigniew Brzezinski, hacía un llamado para la formación de «Una comunidad de naciones desarrolladas», que consistiría en Europa occidental, Estados Unidos y Japón. Brzezinski escribió acerca de cómo «la tradicional soberanía de los Estados Nacionales se está volviendo cada vez más insolvente mientras las fuerzas transnacionales mientras las empresas multinacionales, los bancos, y organizaciones internacionales desempeñan un papel más y más grande en la configuración de la política mundial». David Rockefeller había tomado nota de los escritos de Brzezinski, y estaba «preocupado por el deterioro de las relaciones entre los Estados Unidos, Europa y Japón», como consecuencia de las crisis económicas de Nixon. En 1972, David Rockefeller y Brzezinski, “presentaron la idea de una agrupación trilateral en la reunión anual del Grupo Bilderberg». En julio de 1972, se reunieron diecisiete personas en la finca del poderoso David Rockefeller en Nueva York para planificar la creación de la Comisión. También en la reunión estuvo Brzezinski, McGeorge Bundy, el Presidente de la Fundación Ford, (hermano de William Bundy, editor de Foreing Affairs) y Bayless Manning, Presidente del Council on Foreign Relations. [24] Así, en 1973, fue creada la Trilateral Comisión para abordar estos problemas.

Un artículo de 1976 de Foreing Affairs explicaba que, «El Trilateralismo como expresión lingüística – y la Comisión Trilateral – aparecieron en la década de 1970 a partir de la reacción del sector más atlantista de la comunidad de política exterior americana frente al beligerante y defensivo unilateralismo que caracterizó la política económica internacional de la Administración Nixon.» [25] La principales preocupación de la Comisión era preservar las «sociedades industrializadas», en otras palabras, buscar el beneficio mutuo entre las naciones trilaterales, y la construcción de «un enfoque común de las necesidades y demandas de las naciones más pobres». Sin embargo, esto debe leerse como «la construcción de un enfoque común a [tratar con] las naciones más pobres». Además de lo anterior, la Comisión llevaría a cabo «la coordinación de las políticas de defensa y respecto a temas altamente politizados como son la proliferación nuclear, el terrorismo, secuestros aéreos, así como también regiones geográficas altamente politizadas como el Medio Oriente o África del Sur. «[26]

Curiosamente, el teórico de la interdependencia Joseph Nye es miembro de la Comisión Trilateral, al igual que Richard N. Cooper. [27] Hoy en día, Joseph Nye es un miembro de la Junta de Directores del Council on Foreign Relations, [28] y Richard N. Cooper fue director del Council on Foreign Relations en el período1993-1994 [29].

El fin del nexo entre el dólar y oro significaba que «Estados Unidos ya no estaba sujeto a la disciplina de tener que tratar de mantener un valor nominal del dólar contra el oro o cualquier otra cosa: esto pudo permitir que el dólar se moviera de la manera deseada por el Tesoro de Estados Unidos [y, en última instancia, la Reserva Federal], y señaló el camino hacia la eliminación del oro de los asuntos monetarios internacionales.» Esto creó un patrón dólar, frente a al patrón oro, que «retuvo la dirección de la política monetaria mundial en manos de un solo país», lo que «no era aceptable para Europa occidental o Japón.» [30] Hacer frente a este problema fue uno de los motivos detrás de la creación de la Comisión Trilateral.

La Crisis del Petróleo 

La reunión del Grupo Bilderberg de mayo de 1973 tuvo lugar cinco meses antes de las tremendas alzas del precio del petróleo provocadas por la Guerra de Yom Kippur. Sin embargo, según algunos minutos filtrados de la sesión, consideraron un aumento del 400% en el precio del petróleo, y los participantes en la reunión consideraron la creación de un «plan [sobre] cómo gestionar pronta creación de una marea de petrodólares». [31] El petróleo no es cuestión ajena a los intereses del Grupo Bilderberg, entre los participantes de 1973 se encontraban los ejecutivos de la Royal Dutch Shell, British Petroleum (BP), Total SA, ENI, Exxon, así como importantes intereses bancarios y e individuos como el barón Edmond de Rothschild y David Rockefeller, además del Secretario de Estado de EEUU de ese momento, Henry Kissinger [32].

En 1955, Henry Kissinger, un joven estudioso de la época, fue puesto en el Council on Foreign Relations, donde se distinguió como un destacado miembro del Consejo y se convirtió en un protegido de Nelson Rockefeller, uno de los hermanos de David Rockefeller. En 1969, Kissinger se convirtió en el Asesor de Seguridad Nacional de Richard Nixon [33]. Esta reunión de Bilderberg tuvo lugar durante un momento de gran inestabilidad internacional, en particular en el Medio Oriente.

Kissinger, como Asesor de Seguridad Nacional, se encontraba en una lucha de poder con el Secretario de Estado William Rogers respecto a la política exterior. Nixon, incluso se refirió a la continua lucha de poder entre Kissinger como Sesor de Seguridad Nacional y el Secretario de Estado William Rogers, diciendo que «la personalidad de Henry es un problema tan maldito que se hace difícil para nosotros tratar [con el]», y que para Kissinger «el [Secretario de Estado William] Rogers es un psicópata sin tornillos”. Nixon incluso dijo que si Kissinger ganaba la lucha contra Rogers, Kissinger se convertiría «en un dictador». Nixon le dijo a su Jefe de Estado Mayor, Haldeman, que Kissinger siente «que debe estar presente cada vez que veo a alguien importante.» [34]

Al momento de la Guerra de Yom Kippur, Nixon estaba en medio de grandes problemas domésticos, como el escándalo Watergate recién se estaba destapando, lo que llevó a un aumento del poder y la influencia de Kissinger, pues «El presidente estaba profundamente preocupado y, a veces incapacitado por la autocompasión o el alcohol.»[35] En 1970, Kissinger había dejado a Rogers «al margen de la formulación de políticas en el Sudeste Asiático», durante la Guerra de Vietnam, por lo que Rogers «se concentró en el Medio Oriente». Eventualmente, Nixon hizo dimitir a Rogers y, a continuación, Henry Kissinger tomó la posición de Asesor de Seguridad Nacional y Secretario de Estado [36].

Más tarde, como Kissinger dijo en un discurso que marcó el 25 aniversario de la Comisión Trilateral, «En 1973, cuando me desempeñaba como Secretario de Estado, David Rockefeller se presentó en mi oficina un día a decirme que él pensaba que necesitaba un poco de ayuda», y que, «la función de David en nuestra sociedad es reconocer las grandes tareas, a fin de superar los obstáculos, ayudando a encontrar y servir de inspiración a las personas para ponerlas en marcha, y hacerlo con notable delicadeza.» Kissinger terminó su discurso diciendo, «David, te respeto y te admiro por lo que han hecho con la Trilateral Comission. Tú y tu familia han representado lo que tiene la aristocracia de nuestro país -un sentido de obligación, no sólo para que todo sea materialmente posible, sino también participando tu mismo para que todo sea posible e infundir el entusiasmo, la inocencia, y la fe que me identifica contigo y, si se me permites decirlo, con tu familia.» [37]

Kissinger saboteó las negociaciones de paz de Rogers con el Presidente egipcio Anwar Sadat, que, en aquel momento, estaba intentando reunir a otros líderes árabes contra Israel. En 1972, el Rey Faisal de Arabia Saudita había «insistido en que el petróleo no debería utilizarse como un arma política». Sin embargo, «en 1973, Faisal, anunció que estaba cambiando su opinión acerca del embargo de petróleo». Faisal celebró una reunión con ejecutivos petroleros occidentales, para avisarles. Sadat le contó a Faisal del plan para atacar a Israel, y acordó ayudar a Faisal tanto financieramente como con el «arma del petróleo». Días más tarde, el ministro de petróleo saudita, el jeque Ahmed Yamani, «empezó a dejar pistas respecto una recortes en la producción de las compañías petroleras que afectarían a Estados Unidos». Yamani dijo que Henry Kissinger había «engañado al Presidente Nixon sobre la seriedad de las intenciones de Faisal.»[38]

El 4 de octubre, la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA) «conocía más allá de toda de duda que tendría lugar un ataque sobre Israel en la tarde del 6 de octubre». Sin embargo, la Casa Blanca de Nixon «ordenó a la NSA sentarse sobre la información», a menos que Estados Unidos advirtiera a Israel un par de horas antes del ataque, aunque «el equipo de Nixon tenía al menos dos días de aviso de que el ataque tendría lugar el 6 de octubre próximo.» [39] Horas antes del ataque a Israel por parte de Siria y Egipto, Estados Unidos advirtió sus homólogos israelíes, sin embargo, «la Casa Blanca insistió en que los israelíes no hicieran nada: no realizar ataques preventivos, no disparar el primer tiro. Si Israel quería el apoyo de los Estados Unidos, advirtió Kissinger, no podían siquiera empezar a movilizarse hasta que los árabes los invadieran». La Primer Ministro de Israel, Golda Meir, bajo la guardia de las defensas de Israel, citando a «las amenazas de Kissinger como el principal motivo”. Curiosamente, el propio Kissinger estuvo ausente de su oficina el día del ataque, y tuvo conocimiento del mismo día antes de llevarse a cabo, sin embargo, se dirigió al Waldorf Astoria de Nueva York. Además, esperó tres días de convocar a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. [40] El ataque era necesario para avanzar, según lo dispuesto por la diplomacia a puertas cerradas de Kissinger.

Con el estallido de la Guerra de Yom Kippur, el 6 de octubre de 1973, Kissinger «concentró el manejo de la crisis en sus propias manos.» Después que los israelíes informaran a la Casa Blanca que el ataque contra ellos había tenido lugar, Kissinger no informó nada hasta después de tres horas a Nixon, quien se encontraba en su retiro de Florida. Después de hablar con Nixon horas más tarde, Kissinger le dijo que, «ahora estamos en la punta», y «el presidente dejó todos los asuntos en manos de Kissinger». Alexander Haig, el ex segundo de Kissinger al mando del Consejo de Seguridad Nacional, entonces Jefe de Gabinete de Nixon, que había estado con el Presidente en la mañana. Haig le dijo a Kissinger que Nixon estaba considerando la posibilidad de regresar a Washington, [pero] Kissinger lo desalentó, como parte de un patrón recurrente para mantener a Nixon fuera del proceso». Durante tres días, Kissinger «supervisó los intercambios diplomáticos con israelíes y soviéticos respecto a la guerra. La Primer Ministro israelí, Golda Meir, que solicitó suministros militares, cuando estaban empezando a agotarse, no acudió a Nixon sino a Kissinger. «El 11 de octubre, el Primer Ministro británico llamó pidiendo hablar con Nixon, a lo que Kissinger respondió: «¿Podemos decirle no? Cuando hablé con el Presidente estaba ocupado», pero a los británicos se les dijo,»que el primer ministro podía hablar con Kissinger.» [41]

El 12 de octubre, las principales empresas petroleras norteamericanos enviaron una carta a Nixon sugiriendo a los países árabes «deberían aceptar alguna subida de precios», y Nixon, tras el consejo de Kissinger, envió armas a Israel, lo que precipitó los países árabes de la OPEP a anunciar un aumento del 70% del precio del petróleo el 16 de octubre, y anunciar un embargo de petróleo contra los Estados Unidos el 17 [42].

La reunión del Grupo Bilderberg cinco meses antes tuvo a los participantes planificando «la forma de gestionar el flujo de petrodólares que se iba a crear». En la reunión, se previó un aumento de más de 400% en los precios del petróleo de la OPEP en Medio Oriente. Un documento de la reunión Bilderberg establece que, «La tarea de mejorar las relaciones entre los países importadores de energía debe comenzar con la celebración de consultas entre Europa, Estados Unidos y Japón. Estas tres regiones, que constituyen alrededor del 60 por ciento del consumo mundial de energía, representan una porción aún mayor del comercio mundial de productos energéticos, ya que absorben el 80 por ciento de las exportaciones de energía en el mundo.» El mismo documento también afirmó que» una crisis energética o un aumento en los costos de la energía podría comprometer irremediablemente la expansión económica de los países en desarrollo que no tienen recursos propios”, y el «uso incorrecto o control insuficiente de los recursos financieros de los países productores de petróleo podría socavar y desarticular completamente al sistema monetario mundial.» [43]

Como el economista F. William Engdahl señaló en su libro, A Century of War, «Una gran consecuencia de la subsiguiente subida del 400 por ciento en los precios del petróleo de la OPEP fue que las inversiones de cientos de millones de dólares de la British Petroleum, Royal Dutch Shell [presentes en el Bilderberg] y otros intereses petroleros anglo-estadounidenses en el escabroso Mar del Norte pudieron darle rentabilidad a su petróleo», puesto que «la rentabilidad de estos nuevos yacimientos petrolíferos del Mar del Norte no era en absoluto segura hasta después de las subidas de precios de la OPEP.» [44] En de 2001, el ex representante de Arabia Saudita en la OPEP, el jeque Ahmed Yamani, dijo, «Estoy 100 por ciento seguro de que los americanos estaban detrás de la subida del precio del petróleo. Las compañías petroleras se encontraban con un verdadero problema en ese momento, habían prestado un montón de dinero y necesitaban del precio del petróleo alto para salvarlo». Cuando él fue enviado por el Rey Faisal al Shah de Irán en 1974, el Shah dijo que Henry Kissinger era quien quería un precio más alto para el petróleo [45].

Un artículo en Foreign Policy, la revista publicada por la Carnegie Endowment for International Peace, llegó a la conclusión tras una exhaustiva investigación, de que, «Desde 1971, Estados Unidos había alentado a los productores petroleros de Medio Oriente a aumentar el precio del petróleo y mantenerlo alto». Esta conclusión se basó en documentos del Departamento de Estado, testimonios del Congreso y entrevistas con ex políticos. [46] En el Octavo Congreso Petrolero de la Liga de Estados Árabes (Liga Árabe) en 1972, James Akins, jefe de la sección de combustible y energía del Departamento de Estado, pronunció un discurso en el que dijo que los precios del petróleo «esperaban un alza brusca debido a la falta de alternativas a corto plazo respecto al petróleo árabe», y que se trataba de «una tendencia inevitable.» Un observador occidental en la reunión dijo que el discurso Akins fue esencialmente, «defender que los árabes elevasen el precio del petróleo a $ 5 por barril.» La industria del petróleo tornó cada vez más unida en su posición. El Consejo Nacional del Petróleo (CNP), «un organismo consultivo del gobierno que representa a los intereses de la industria petrolera, esperó hasta que Nixon fuera reelegido con seguridad antes de publicar un voluminoso conjunto de estudios llamando a duplicar los precios de la gasolina y el petróleo en Estados Unidos.» [47]

El verano antes de la Guerra de Yom Kippur, en 1973, James Akins se hizo el Embajador de Estados Unidos en Arabia Saudita. También pasó a ser miembro del Council on Foreign Relations [48]. El ministro saudí del petróleo y representante de la OPEP, el jeque Ahmed Yamani, declaró en febrero de 1973, que, «los precios fueron subidos en interés de las compañías petroleras», mientras «sus beneficios eran recolectados de la fase de producción». Fue también en los intereses de Estados Unidos, en tanto la OPEP tendría un enorme incremento de los ingresos para ser invertidos, probablemente en los mismos Estados Unidos [49].

Las compañías petroleras también estaban temerosas de que sus instalaciones en los países de la OPEP fueran nacionalizadas, por lo que «estaban ansiosas de participar con los países de la OPEP en el negocio del petróleo en los Estados Unidos, con el fin de darles interes en mantener el statu quo.» Semanas antes de la guerra, el Consejo de Seguridad Nacional, encabezado por Kissinger, emitió una declaración diciendo que la intervención militar en caso de una guerra en el Oriente Medio estaba «fuera de orden.» [50]

El Embajador de Estados Unidos en Arabia Saudita, James Akins, declaró más tarde en el Congreso sobre el hecho de que cuando, en 1975, los saudíes fueron a Irán para tratar de conseguir que el Shah bajara el precio del petróleo, les dijo que Kissinger se lo había pedido a los iraníes puesto que, «Estados Unidos entendía el deseo de Irán de subir muy alto los precios del petróleo.» [51] Akins fue retirado de Arabia Saudita en 1975, «a raíz de las controversias políticas con el Secretario de Estado, Henry Kissinger.» [52]

El aumento de los precios del petróleo de la OPEP dio lugar a la «eliminación de algunas retenciones sobre la inversión extranjera» en los Estados Unidos, «venta de armas sin restricciones, que no pueden ser manejadas sin personal de Estados Unidos, a Irán y Arabia Saudita», así como un «intento por suprimir la publicación de datos sobre el volumen de los fondos de la OPEP depositados en bancos de Estados Unidos»[53] En última instancia, los aumentos de precios «sería una ventaja competitiva para Estados Unidos debido a que el daño económico sería mayor para Europa y Japón». Curiosamente, «programas para empaparse de petrodólares se habían convertido en la justificación de la continuidad del flujo de fondos estadounidenses y extranjeros para pagar precios de petróleo más altos. De hecho, un lobby de inversionistas, empresarios y exportadores [estaba] creciendo en Estados Unidos a favor de darle un camino a los países de la OPEP». Fuera de Estados Unidos, es «creencia generalizada» que el alto precio del petróleo tenía por objetivo político perjudicar a Europa, Japón y el mundo en desarrollo. [54] Hubo también «aportes de la industria del petróleo», que pasó a «formular la política petrolera internacional de Estados Unidos.» [55]

En 1974, cuando un funcionario de la Casa Blanca sugirió que el Tesoro obligase a la OPEP a bajar el precio del petróleo, su idea era mantenerlo bajo, y luego dijo que, «Fueron los líderes de la banca quienes dejaron de lado este consejo y presionaron por un programa de «reciclaje» para acomodar los altos los altos precios del petróleo». En 1975, un banquero de inversión de Wall Street había sido enviado a Arabia Saudita como principal asesor de inversiones de la Agencia Monetaria de Arabia Saudita (SAMA), y «fue para orientar las inversiones saudíes en petrodólar es a los bancos correctos, naturalmente en Londres y Nueva York.”[56]

En 1974, ocurrió otra subida en el precio de petróleo de la OPEP, de más del 100 por ciento, tras una reunión en Teherán, Irán. Esta iniciativa fue emprendida por el Shah de Irán, quien pocos meses antes se opuso a las primeras subidas de precios. El jeque Yamani, ministro de petróleo saudí, fue enviado a reunirse con el Shah de Irán tras su sorpresiva decisión de subir los precios; Yamani fue enviado por el rey saudí Faisal, quien estaba preocupado de que el aumento de los precios pudiera enajenar a Estados Unidos, a lo que el Shah respondió a Yamani, «¿Por qué está en contra del aumento del precio del petróleo? ¿Eso es lo que ellos quieren? Pregúntele a Henry Kissinger – él es el único que quiere precios más altos.» [57]

Como señala Peter Gowan en The Globalization Gamble, «el aumento de los precios del petróleo fue resultado de la influencia de Estados Unidos sobre los estados petroleros que se involucraron como parte de un ejercicio de política económica contra los «aliados» estadounidenses en Europa occidental y Japón. Y otra dimensión de la política de subidas de precio del petróleo de la Administración Nixon era dar un nuevo papel, a través de ello, a los bancos privados estadounidenses en las relaciones financieras internacionales». Explicó que el gobierno de Nixon ya estaba buscando una política de precios de petróleo más altos dos años antes de la Guerra de Yom Kippur, y «tan temprano como en 1972 el gobierno de Nixon, tenia previsto que los bancos privados estadounidenses reciclaran los petrodólares cuando finalmente la OPEP tomó el consejo de Estados Unidos y subiera los precios del petróleo.» [58] En última instancia, el aumento de los precios tuvo efectos devastadores sobre Occidental Europa y Japón, que eran economías de rápido crecimiento, pero que dependen en mayor medida del petróleo de Medio Oriente. Este es un ejemplo de cómo Estados Unidos, mientras defendió un orden económico internacional liberal, actuó de manera mercantilista, privando a los competidores a través del perfeccionamiento de su propio poder e influencia.

En 1973, David Rockefeller creó la Comisión Trilateral para promover la coordinación y la cooperación entre Japón, Europa occidental y América del Norte (es decir, Estados Unidos), sin embargo, ese mismo año, su buen amigo y confidente cercano, Henry Kissinger, había desempeñado un papel clave en la promoción y desarrollo de las subidas del precio del petróleo que tuvieron un impacto perjudicial sobre Japón y Europa occidental. También cabe señalar que el Chase Manhattan Bank de David Rockefeller, del que fue director general en el momento, fue beneficiado inmensamente por el sistema de reciclaje de los petrodólares promovido por Henry Kissinger, cuando los países de la OPEP reinvirtieron su nuevo excedente de capital en la economía norteamericana a través de bancos en Londres y Nueva York.

¿Cómo puede uno interpretar estas iniciativas que parecen diametralmente opuestas? Tal vez la crisis del petróleo, teniendo un efecto negativo en el Japón y las economías de Europa occidental, podría haber estimulado la necesidad de cooperación trilateral entre los países, obligándolos a unirse y coordinar las políticas futuras.

Es de vital importancia para entender las condiciones globales en que se desarrolló el aumento de los precios y se plantearon sus soluciones, especialmente en relación con el Tercer Mundo. África, desde finales de 1800, había estado bajo el control colonial europeo. Fue a partir de la década de 1950 hasta la década de 1960 que casi a todos los países africanos se les concedió la independencia de sus metrópolis europeas. África es un caso muy importante para mirar, ya que es muy rica en recursos, desde agricultura hasta petróleo, minerales, y una gran variedad de otros recursos utilizados en todo el mundo. Si las naciones africanas son capaces de desarrollar sus propias economías, utilizar sus propios recursos, y crear sus propias industrias y empresas, que primero podrían ser autosuficientes y, a continuación, convertirse en una gran fuerza competitiva para la industria y las elites establecidas de todo el mundo. Después de todo, Europa no tiene mucho que ofrecer en términos de recursos, en tanto las riquezas del continente han venido en mayor medida del saqueo de los recursos de regiones como África, y en convertirse en líderes de la manipulación monetaria. La revitalización, vibrante, económicamente independiente y exitosa de África podría significar el fin de la dominación financiera occidental. «Entre 1960 y 1975 la industria africana creció a la tasa anual del 7,5 por ciento. Esto se compara favorablemente con el 7,2 por ciento de América Latina y el 7,5 por ciento del sudeste asiático.» [59] En África, «el período 1960-73 fue testigo de algunos importantes primeros pasos en el proceso de industrialización», sin embargo, «[l]a disminución dramática en las tasas de industrialización comenzó a presentarse después de la primera «crisis del petróleo». Entre 1973 y 1984, la tasa de crecimiento disminuyó rápidamente. [60]

Así, mediante la manipulación de los precios del petróleo, se puede manipular el desarrollo del Tercer Mundo, que comenzó a observarse como una potencial competencia significativa, ya que estaba experimentando un crecimiento exponencial. Hubo dos shocks petroleros en la década de 1970, uno en 1973 y otro en 1979. Tras el aumento de los precios, apareció la necesidad de los países del mundo en desarrollo de pedir prestado dinero para financiar su desarrollo.

Los bancos que estaban recibiendo grandes cantidades de petrodólares depositados en ellos por los países productores de petróleo necesitaban «reciclar» los dólares invertidos en alguna parte, con el fin de obtener algún beneficio. Afortunadamente para los bancos, «los países en desarrollo estaban desesperados por fondos para ayudarlos a industrializar sus economías. En algunos casos, los países en desarrollo consumidores de petróleo y que necesitaban los préstamos necesarios para ayudar a pagar el aumento de los precios del petróleo. En otros casos, se había decidido seguir una estrategia de industrialización sin deudas. Esto significaba que los estados prestaban dinero para invertir en la industrialización y pagar los préstamos con los beneficios de sus nuevas industrias. Los préstamos son una opción atractiva debido a que no cuentan con la influencia de las empresas transnacionales extranjeras que acompañan la inversión extranjera directa y la mayoría de los estados tenían escasos fondos propios fondos para invertir.» [61]

El alza del precio del petróleo «cambió la faz de las finanzas mundiales» donde: «En la nueva era de energía costosa, decenas de países, no todos ellos en el Tercer Mundo, son demasiado pobres como para pagar sus facturas de importación de petróleo. Al mismo tiempo, los bancos occidentales recibieron de repente una afluencia masiva de depósitos de las naciones productoras de petróleo. Parece lógico, incluso humano, que los bancos deban reciclar los petrodólares». Aquí es donde el verdadero rostro de Trilateralismo empezó a mostrar: «Se convirtió en asunto de cada día llevar uno o dos bancos estadounidenses o de Europa occidental para arrinconar a decenas de socios por teléfono y colocarlos juntos en los denominados sindicatos jumbo para préstamos a los países en desarrollo. Algunos banqueros estaban tan preocupados de las pérdidas que durante las horas de almuerzo incluso facultaron a sus secretarios a prometer $ 5 millones o $ 10 millones como parte de cualquier préstamo de un billón de dólares para el conjunto de Brasil o México». Curiosamente, estos bancos sostuvieron, «que sus préstamos extranjeros fueron alentados por funcionarios del Tesoro de los EE.UU. y la Junta de la Reserva Federal. Temían que los países en desarrollo pudiesen ser económica y políticamente inestables si el crédito era denegado. En 1976 Arthur Burns, presidente de la Reserva Federal, comenzó a advertir a los banqueros que podrían tener demasiado crédito en el exterior, pero él no hizo nada para frenar los préstamos. En su mayoría, hicieron caso omiso de la advertencia. Los financieros confiaban en que países como México, con sus reservas de petróleo, y Brasil, con abundantes recursos minerales, eran buenos créditos riesgosos.»[62]

Según un informe elaborado por la Reserva Federal, antes de la crisis del petróleo en 1973, «el sistema financiero privado japonés permanecía en mayor medida aislado del resto del mundo. El sistema era muy regulado» y, «los diversos tipos de entidades bancarias y otras empresas de servicios financieros estaban jurídica y administrativamente limitados a una determinada gama de actividades asignadas a cada uno». Sin embargo, el «shock petrolero de la OPEP en 1973 marcó un punto de inflexión en el funcionamiento del sistema financiero japonés.» [63] Como parte de este punto de inflexión, el Banco de Japón (el banco central de Japón), relajó el «control monetario por préstamos más generosos a los grandes bancos. El resultado fue un creciente déficit presupuestario y un rápido aumento de la inflación.» [64] La desregulación de la banca japonesa para acceder a los mercados extranjeros fue de la mano con la desregulación de los mercados internos. Es una vía de doble sentido, en tanto la industria japonesa y los bancos tuvieron acceso a los mercados extranjeros, la industria y los bancos extranjeros obtuvieron acceso al mercado japonés. Esto condujo a la expansión internacional de los bancos japoneses, muchos de los cuales hoy se encuentran entre los bancos más grandes del mundo. Este fue el resultado de los esfuerzos de la Comisión Trilateral. También evidente de la colaboración trilateral fue que los bancos occidentales «otorgaron préstamos a fin de que los países pobres pudieran comprar productos fabricados en Europa occidental y América del Norte.» [65]

De gran importancia es que, «el nuevo régimen monetario internacional otorgara al gobierno de Estados Unidos una mucho mayor influencia sobre las relaciones monetarias y financieras internacionales, relaciones que había disfrutado el mundo bajo el sistema de Bretton Woods. Podría decidir libremente el precio del dólar. Y los estados se volvieron cada vez más dependientes de la evolución de los mercados financieros anglo-americanos en la gestión de sus relaciones monetarias internacionales. Y las tendencias en estos mercados financieros podían ser modificadas por las acciones (y las palabras) de las autoridades públicas estadounidenses, en el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal (el Banco Central de Estados Unidos).» [66] Este nuevo sistema se conoce como Régimen Dólar-Wall Street (DWSR), ya que depende del dólar estadounidense y los principales agentes de Wall Street.

La respuesta de la Reserva Federal al crash inicial de 1973-1974 por el precio del petróleo fue mantener bajas las tasas de interés, lo que llevó a la inflación y la devaluación del dólar. Fue también lo que permitió y alentó a los bancos a prestar grandes cantidades a los países en desarrollo, a menudo préstamos por encima de su patrimonio neto. Sin embargo, en 1979, con la segunda crisis del petróleo, la Reserva Federal cambió de política, y la verdadera naturaleza de la crisis del petróleo, y el reciclaje de los préstamos de petrodólares se hizo evidente.

El Ascenso del Neoliberalismo 

A principios de 1970, el gobierno de Chile estuvo encabezado por un político de izquierda de tendencia socialista llamado Salvador Allende, quien estaba considerando la posibilidad de emprender un programa de nacionalización de industrias, lo que afectaría significativamente a los intereses de las empresas estadounidenses en el país. David Rockefeller expresó su opinión sobre el asunto en su libro, Memorias (Memoirs), cuando dijo que las medidas adoptadas por el nuevo gobierno de Chile «restringían severamente las operaciones de las empresas extranjeras», y continuó diciendo: «Estaba tan preocupado por la situación que me reuní con el Secretario de Estado William P. Rogers y Asesor de Seguridad Nacional, Henry Kissinger»[67].

Como analiza el autor Peter Dale Scott en su libro, The Road to 9/11, David Rockefeller desempeñó un papel fundamental en los acontecimientos ocurridos en Chile. Después de un fallido intento de tratar de resolver la “situación» mediante el envío del hermano de David, Nelson Rockefeller, el Gobernador de Nueva York, hasta América Latina, David Rockefeller lo intentó con una operación mas amplia. David Rockefeller cuenta la historia de cómo su amigo Agustín (Doonie) Edwards, el editor de El Mercurio, había advertido a David que si Allende ganaba las elecciones, que Chile «se convertiría en otra Cuba, un satélite de la Unión Soviética». Entonces David puso a Doonie «en contacto con Henry Kissinger.» [68]

En el mismo mes que Kissinger se reunió con Edwards, el Consejo de Seguridad Nacional (del que Kissinger detentaba el puesto superior) autorizó “operaciones desestabilizadoras» de la CIA para impedir la elección de Allende. David Rockefeller conocía a Doonie Edwards desde el Grupo Empresarial para América Latina (BGLA), que fue fundado por Rockefeller en 1963, y que mas tarde sería denominado Council of the Americas. Rockefeller financió inicialmente, en cooperación con el gobierno de los Estados Unidos, “cobertura para operaciones encubiertas de la [CIA] en América Latina.» El Secretario de Estado Adjunto de Estados Unidos para Asuntos de América Latina era en ese momento Charles Meyer, que anteriormente estaba en el BGLA de Rockefeller, señaló que fue elegido para su posición en el Departamento de Estado «por David Rockefeller». Cuando Allende fue elegido el 4 de septiembre de 1970, Doonie Edwards dejó Chile y se fue a Estados Unidos, donde Rockefeller le ayudó a «establecerse» y el CEO de PepsiCo, Donald Kendall, le dio trabajo como Vicepresidente. Diez días más tarde, Donald Kendall se reunió con Richard Nixon, y al día siguiente, Nixon, Kissinger, Kendall y Edwards habían desayunado juntos. Más tarde, Kissinger organizó una reunión entre Edwards y el director de la CIA, Richard Helms. Helms se reunió con Edwards y Kendall, quien pidió la intervención de la CIA. Más tarde, Nixon y Kissinger ordenaron a Helms «movilizarse en contra de Allende.» [69]

Sin embargo, antes de que Edwards se reuniera con el director de la CIA, Henry Kissinger se había reunido en privado con «David Rockefeller, presidente del Chase Manhattan Bank, el cual tenía intereses en Chile, incluso más amplios que Pepsi-Cola». Rockefeller incluso permitió a la CIA utilizar su banco para «operaciones chilenas anti-Allende.» [70] Después que Allende llegara al poder, “los bancos comerciales, incluido el Chase Manhattan, Chemical, First National City, Hannover Manufactures, y Morgan Guaranty, cancelaron sus créditos para Chile,» y el «Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Agencia para el Desarrollo Internacional, y el Banco Export-Import cortaron sus programas en Chile o cancelaron sus créditos». Sin embargo,»la ayuda militar a Chile, que siempre ha sido sustancial, se duplicó en el periodo 1970-1974 en comparación con los cuatro años anteriores.» [71]

El 11 de septiembre de 1973, el General Augusto Pinochet orquestó un golpe de Estado, con ayuda y participación de la CIA, contra el gobierno de Allende en Chile, derrocándolo e instalando a Pinochet como dictador. Al día siguiente, un plan económico para el país llegó a los escritorios de la «Mesa General de las Fuerzas Armadas que realizan las tareas de gobierno». El plan implica «privatización, desregulación y recortes al gasto social», escrito por «economistas formados en los Estados Unidos». [72] Se trataba de los conceptos esenciales en el pensamiento neoliberal, que, gracias a la crisis del petróleo de la década de 1970, serían impuestos a los países en desarrollo a través del Banco Mundial y el FMI.

En esencia, Chile fue el Plato de Petri del experimento neoliberal. Desde entonces se expandió drásticamente y terminó por convertirse en la esencia misma del orden económico internacional.
La Globalización: ¿Un Orden Económico de Libre Mercado?

Los Neoliberales toman la Vanguardia 

En 1971, Jimmy Carter, un poco conocido gobernador de Georgia había comenzado a tener reuniones con David Rockefeller. Comenzaron a estar conectados debido al apoyo de Carter a la élite empresarial de Atlanta, que tenía fuertes vínculos con los Rockefeller. Así, en 1973, cuando David Rockefeller y Zbigniew Brzezinski fueron recogiendo gente para incorporarla a la Comisión Trilateral, Carter fue seleccionado para ser miembro. Así, Carter asistió a cada reunión, e incluso le pagaron su viaje a la reunión de 1976 en Japón, con sus fondos de campaña, pues en ese momento ya era candidato a presidente. Brzezinski fue el asesor más cercano de Carter, y escribió los principales discursos de campaña de Carter. [73]

Cuando Jimmy Carter se convirtió en Presidente, nombró a más de dos docenas de miembros de la Comisión Trilateral para ocupar los puestos clave de su gabinete, entre ellos, Zbigniew Brzezinski, quien se convirtió en el Asesor de Seguridad Nacional, Samuel P. Huntington, Coordinador de Seguridad Nacional y Viceministro de Brzezinski; Harold Brown, Secretario de Defensa, Warren Christopher, Secretario de Estado Adjunto; Walter Mondale, Vicepresidente, Cyrus Vance, Secretario de Estado, y en 1979, nombró al amigo de David Rockefeller, Paul Volcker, Presidente de la Junta de la Reserva Federal. [74]

En 1979, la Revolución Iraní estimuló otro incremento masivo del precio del petróleo. Las naciones occidentales, en particular Estados Unidos, pusieron en congelamiento los activos iraníes, «restringiendo de manera efectiva el acceso de Irán al mercado mundial del petróleo, los activos iraníes congelados se convirtieron en un factor importante para la enorme subida de los precios del petróleo de 1979 y 1981». [75] Sumado a esto, en 1979, la British Petroleum había cancelado los contratos más grandes para el abastecimiento de petróleo, que junto con las cancelaciones de la Royal Dutch Shell, arrastraron el precio del petróleo a niveles aún mas altos. [76]

Sin embargo, en 1979, la Reserva Federal, ahora castigadora del sistema monetario internacional, que fue inundada en petrodólares (dólares estadounidenses) como consecuencia de la crisis del petróleo en 1973, decidió tomar una acción diferente de la que había tenido antes. En agosto de 1979, «bajo el consejo de David Rockefeller y otras influyentes voces de la establishment bancario de Wall Street, el presidente Carter nombró a Paul A. Volcker, el hombre que, en agosto de 1971, había sido un arquitecto clave de la política de sacar al dólar del patrón oro, al frente de la Reserva Federal». [77]

Volcker tuvo sus inicios como economista del equipo del Banco de la Reserva Federal de Nueva York a principios de los años 50. Después de cinco años, “David Rockefeller del Chase Bank lo terminó atrayendo». [78] Así, en 1957, Volcker se fue a trabajar al Chase, donde Rockefeller «lo contrató como asistente especial en una comisión parlamentaria sobre dinero y crédito en los Estados Unidos y para ayudarlo, más tarde, en una comisión consultiva del Departamento del Tesoro.» [79] A comienzos de los años 60, Volcker se fue a trabajar al Departamento del Tesoro, y regresó al Chase en 1965 “como ayudante de Rockefeller, esta vez como Vicepresidente en tratativas de negocios internacionales». Con la entrada de Nixon a la Casa Blanca, Volcker, obtuvo el tercer puesto más alto en el Departamento del Tesoro. Esto lo puso en el centro del proceso de toma de decisiones tras la disolución del acuerdo de Bretton Woods. [80] En 1973, Volcker se convirtió en miembro de la Comisión Trilateral de Rockefeller. En 1975, obtuvo su puesto de trabajo como Presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, la más poderosa de las 12 ramas de la Reserva Federal.
En 1979, Carter le dio el trabajo de Secretario del Tesoro a Arthur Miller, quien había sido Presidente de la Reserva Federal. Esto dejó un puesto vacante en la Reserva Federal, que fue inicialmente ofrecido por Carter a David Rockefeller, quien lo rechazó, y luego a A. W. Clausen, Presidente del Bank of America, que también declinó. Carter, en repetidas ocasiones trató que Rockefeller aceptara y, en última instancia Rockefeller recomendó Volcker para el trabajo. [81] Volcker se convirtió en Presidente de la Reserva Federal, y de inmediato tomó medidas drásticas para combatir la inflación, subiendo radicalmente las tasas de interés.

El mundo fue tomado por sorpresa. No fue una política sentida solamente en Estados Unidos con una recesión, pues se emitieron ondas de choque por todo el mundo, devastando a las naciones deudoras del Tercer Mundo. Este fue probablemente el objetivo final de las crisis petroleras de la década de 1970 y la terapia de shock de la Reserva Federal de 1979. Con la subida de las tasas de interés, el costo del dinero también se vio incrementado. Así pues, las tasas de interés de los préstamos internacionales en todo la década de 1970 crecieron de un 2% en la década de 1970 al 18% en la década de 1980, aumentando el cobro de intereses sobre los préstamos otorgados a los países en desarrollo. [82]

En el mundo en desarrollo, estados que tuvieron que importar petróleo enfrentaron enormes facturas para cubrir sus deudas, e incluso países productores de petróleo, como México, enfrentaron enormes problemas, ya que habían tomado prestado mucho a fin de industrializarse y, a continuación, sufrieron cuando los precios del petróleo volvieron a caer cuando la recesión que se produjo en los países desarrollados redujo la demanda. Así, en 1982, México declaró que ya no podía pagar su deuda, lo que significaba que, «ya no podían cubrir el costo de los pagos de intereses, y mucho menos tenían la esperanza de devolver la deuda.» El resultado fue la ruptura de la burbuja de la deuda. Entonces los bancos detuvieron sus préstamos a México, y «En poco tiempo se hizo evidente que estados como Brasil, Venezuela, Argentina y muchos países del África subsahariana se encontraron igualmente en una situación financiera difícil.» [83]

El FMI y el Banco Mundial recién entraron en la escena, reformados con una nueva perspectiva política y programas diseñados justo a tiempo para la llegada de la crisis de la deuda. El FMI «negoció con los deudores de préstamos ofreciendo asistencia temporal a los estados que lo necesitaban. A cambio de los préstamos acordados con los estados, estos se comprometen programas de ajuste estructural (PAE). Estos programas implican la liberalización de las economías al comercio y la inversión extranjera, así como la reducción de subsidios estatales y burocracias para equilibrar los presupuestos nacionales». [84] Por lo tanto, el proyecto neoliberal chileno de 1973, se expandió al funcionamiento mismo de las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs).

El neoliberalismo es «una organización particular del capitalismo, que ha evolucionado para proteger el capital(ismo) y reducir el poder de los trabajadores. Esto se logra por medio de transformaciones en la vida social, económica y política, impuestas por fuerzas internas, así como por la presión externa», y que supone la «desvergonzada utilización de la ayuda externa, aliviando la deuda y la balanza de pagos en apoyo a la promoción del programa neoliberal, y presión diplomática, agitación política e intervención militar cuando sea necesario». [85] Además, «el neoliberalismo es parte de un proyecto hegemónico para concentrar el poder y la riqueza en grupos de élite de todo el mundo, beneficiando especialmente a los intereses financieros de cada país, y del capital internacional norteamericano. Por lo tanto, la globalización y el imperialismo no pueden analizarse separadamente del neoliberalismo.» [86]

Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial, escribió en su libro, La Globalización y sus Descontentos, «En la década de 1980, el Banco fue más allá de sólo otorgar préstamos para proyectos (como carreteras y represas) para proporcionar una amplia base de apoyo, en forma préstamos de ajuste estructural, pero lo hizo sólo cuando el FMI daba su aprobación – y con la aprobación, el FMI impuso sus condiciones en cada país.» [87] Como escribiera el economista Michel Chossudovsky, «Debido a que los países estaban endeudados, las instituciones de Bretton Woods fueron capaces de obligarlos, a través de la denominada «condicionalidad» adjunta a los acuerdos de préstamo, a reorientar adecuadamente su política macroeconómica, de conformidad con los intereses de los acreedores oficiales y comerciales.»[88]

La naturaleza de los Programas de Ajuste Estructural es tal que las condiciones impuestas a los países a que firmen estos acuerdos son: la reducción de los déficit presupuestarios, la devaluación de la moneda, la limitación de préstamos del banco central, la liberalización del comercio exterior, la reducción de los salarios del sector público, la liberalización de los precios, la desregulación y la alteración las tasas de interés. [89] Para la reducción de los déficit presupuestarios, «se precisa de “techos” que sean colocados en todas las categorías de gastos; el Estado no está autorizado para movilizar sus propios recursos en la construcción de la infraestructura pública, carreteras, hospitales, etc.» [90]

Joseph Stiglitz escribió que, «el personal del FMI monitoreaba los progresos, no sólo en indicadores pertinentes para un buen manejo a nivel macro – como inflación, crecimiento y desempleo -, sino también las variables intermedias, tales como la oferta de dinero”, y que «En algunos casos, los acuerdos estipulaban qué leyes tendrían que pasarse al Parlamento del país para cumplir con los requisitos del FMI o sus «objetivos» – y en qué momento.»[91] Además, «Las condiciones iban más allá de la economía en áreas que pertenecen propiamente al ámbito de la política,» y que «la figura de la condicionalidad impuesta hacía insostenibles las condiciones políticas; para que cuando un nuevo gobierno llegara al poder, ellos no pudieran abandonarlas. Estas condiciones son vistas como la intrusión de un nuevo poder colonial en la propia soberanía del país.» [92]

«La frase «Consenso de Washington» fue acuñada para definir el acuerdo donde la política económica fue repartida entre las dos principales instituciones financieras internacionales con sede en Washington (el FMI y el Banco Mundial) junto al mismo Gobierno de los Estados Unidos. Este consenso estipulaba que el mejor camino para el desarrollo económico era la liberalización financiera y comercial, y que las instituciones internacionales deberían persuadir a los países a adoptar tales medidas lo antes posible.»[93] La crisis de la deuda siempre era la oportunidad perfecta para imponer rápidamente estas condiciones a los países que no estaban en condiciones de negociar y no tenían tiempo que perder, necesitando los préstamos desesperadamente. Sin la crisis de la deuda, tales políticas pudieron haber sido sometidas a un mayor escrutinio, y con una revisión caso por caso, el análisis de los países que adoptaron los Programas de Ajuste Estructural, el mundo se habría vuelto rápidamente consciente de sus peligrosas consecuencias. La crisis de la deuda era absolutamente necesaria en la aplicación de los Programas de Ajuste Estructural a escala internacional en un corto período de tiempo.

El efecto se hizo evidente, ya que el resultado «de estas políticas en la población de los países en desarrollo fue devastador. La década de 1980 es conocida como la «década perdida» del desarrollo. Muchas de las economías de los países en desarrollo se volvieron más pequeñas y más pobres en 1990 de lo que eran en 1980. Durante los años 1980 y 1990, la deuda en muchos países en desarrollo fue tan grande que los gobiernos quedaron con pocos recursos para gastar en servicios sociales y desarrollo.» [94] Con la crisis de la deuda, los países del mundo en desarrollo fueron «aislados de las finanzas internacionales, [y] los Estados no tuvieron más opción que abrir sus economías a los inversionistas y el comercio extranjero.» [95] El «Tercer Mundo» fue recapturado fríamente por el colonialismo económico, bajo los auspicios de la teoría económica neoliberal.

Un Regreso a la Teoría Estatista 

Desde la década de 1970, el pensamiento mercantilista ha reaparecido en las teorías político-económicas. Bajo distintos nombres, como neo-mercantilismo, nacionalismo económico o estatismo, mantienen como vital el papel central del Estado en la economía política global. Mucha de la literatura de la «globalización» pone énfasis en la «decadencia del Estado» de cara a un orden económico internacional, donde las fronteras son ilusorias. Sin embargo, la teoría estatista al menos nos ayuda a entender que el Estado sigue siendo un factor vital de la política económica mundial, incluso en medio de un orden económico neoliberal.

Dentro del orden económico neoliberal, fueron las potencias occidentales (principalmente Estados Unidos. y Europa Occidental) quienes se afirmaron a través de la imposición de políticas neomercantilistas o estatistas a fin de proteger y promover sus intereses dentro de la economía política global. Algunos de estos métodos han girado en torno a instrumentos políticos, tales como subvenciones a la exportación, impuestos para reducir el precio de los bienes, que los hacen más atractivos para los importadores, otorgándoles a esos países una ventaja sobre la competencia.

Por ejemplo, Estados Unidos tiene enormes subvenciones a la exportación agrícola, que hacen a la agricultura y los granos fácilmente asequibles, accesibles y atractivos para los importadores de las naciones. Los países del sur global (países menos desarrollados, PMA), con sujeción a las políticas neoliberales impuestas por el Banco Mundial y el FMI se vieron obligados a abrir sus economías al capital extranjero. El Banco Mundial aportó con granos norteamericanos fuertemente subsidiados a estos países pobres con el pretexto de «ayuda alimentaria», que tendrían el efecto de desestabilizar el mercado agrícola de ese país; como los granos norteamericanos subvencionados serían más baratos que los productos locales, pondrían a los agricultores fuera del negocio. La mayoría de los PMA son predominantemente rurales, de modo que cuando el sector agrícola es devastado, también lo es la nación entera. Así terminan por sumergirse en la crisis económica e incluso la hambruna.

Con el enfoque estatista, los teóricos examinan la forma en que el estado sigue siendo importante en la configuración de los resultados económicos y que sigue siendo una poderosa entidad en el ámbito internacional. Un teórico que se destaca dentro de la escuela estatista es Robert Gilpin. Gilpin, profesor de la Escuela Woodrow Wilson de Asuntos Públicos e Internacionales en Princeton, es también miembro del Council on Foreign Relations. En su libro, Política Económica Global, Gilpin postula que las empresas multinacionales son un invento de los Estados Unidos y, de hecho, un «fenómeno norteamericano» al que los estados europeos y asiáticos respondieron internacionalizando sus propias empresas. En este sentido, su teoría postula un retorno a la naturaleza mercantilista de la teoría económica, un estado en el que las ganancias son a expensas de otro. También se aborda la naturaleza de la economía internacional, en tanto que histórica y actualmente, hay un solo estado actuando como principal ejecutor y administrador de la economía global. Históricamente, fue Gran Bretaña, y en la actualidad, son los Estados Unidos.

Uno no puede negar la importancia del Estado en la política económica mundial, pues ha sido, y sigue siendo muy relevante. Los acontecimientos de 1973 son un ejemplo de esto, sin embargo, deben ser examinados a fin de comprender mejor la situación. Aunque los Estados siguen siendo actores importantes, es importantísimo abordar, bajo qué intereses están actuando. Los teóricos mercantilistas y estatistas tienden a centrarse en el concepto de que los estados actúan bajo sus propios intereses egoístas, en beneficio del Estado, tanto política como económicamente. Sin embargo, esto es algo lineal y distractivo, ya que no se ocupa de la estructura precisa de la economía estatal, específicamente en términos monetarios y de su sistema de banco central.

Los Estados, especialmente los más grandes y hegemónicos, como Estados Unidos y Gran Bretaña, están controlados por el sistema de banco central internacional, trabajando a través de acuerdos secretos en el Banco de Pagos Internacionales (BIS), y operando a través de los bancos centrales nacionales (como el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal). El Estado es, por tanto propiedad de un cártel bancario internacional, y aunque el Estado actúe de forma tal que demuestre su continuo interés en la economía global, no lo hace en términos de un interés del Estado en sí mismo, sino a favor de los poderosos intereses que controlan dicho Estado. El mismo cartel bancario internacional que controla Estados Unidos en la actualidad controlaba Gran Bretaña anteriormente y los maneja como potencias hegemónicas internacionales. Cuando los británicos perdieron el control, y fueron sustituidos por Estados Unidos, Estado Unidos se apoderó de la economía global. Sin embargo, se sirve a los mismos intereses. Los Estados serán utilizados y desechados a voluntad por el cartel bancario internacional, ya que simplemente son herramientas.

En este sentido, la teoría de la interdependencia, que supone la disminución del papel del Estado en los asuntos internacionales, no reconoce el papel del Estado en la promoción y realización del proceso de interdependencia. El declive del Estado-Nación es un proceso impulsado por el Estado, y que conduce al nacimiento del Estado-Continental y el Estado-Global. Los Estados, siguen siendo muy influyentes, pero tanto los teóricos liberales como los mercantilistas, al tiempo que ayudan en la comprensión de los conceptos detrás de la economía mundial, sientan las bases teóricas para un programa de economía política emprendido por poderosos intereses. Como dijo Robert Cox: «La teoría siempre es para alguien y para algún propósito».

Teoría de la Estabilidad Hegemónica 

En su libro, Política Económica Mundial, Gilpin explicó que, «Con el tiempo, si no se pone bajo control, la integración de una economía en la economía mundial, la intensificación de las presiones de la competencia extranjera, y la necesidad de ser eficiente con el fin de sobrevivir económicamente podría socavar la independencia de una sociedad y la forzará a adoptar nuevos valores y formas de organización social. El temor de que la globalización económica y la integración de los mercados nacionales estén destruyendo o podrían destruir la vida política, económica, y la autonomía cultural de las sociedades nacionales se ha generalizado.» [96]

Sin embargo, Gilpin explica que «tanto la creación de regímenes internacionales eficaces como las soluciones a los problemas de obediencia requieren un fuerte liderazgo internacional y una estructura de gobernanza internacional efectiva». Sin embargo, explica, «Los regímenes de por sí no pueden proporcionar la estructura de gobernanza, ya que carecen del componente más crítico de la gobernanza – la facultad de hacer cumplir. Los regímenes deben descansar sobre una base política establecida a través del liderazgo y la cooperación.» [97] Aquí es donde vemos el surgimiento de la Teoría de Estabilidad Hegemónica.

Gilpin explica que, «La teoría de la estabilidad hegemónica plantea que el líder o la hegemonía facilitan la cooperación internacional y evitan la deserción de las normas del régimen a través del uso, por un lado, de pagos (sobornos), sanciones y / u otros medios, pero rara vez, sin embargo, obligan a los Estados reacios a obedecer las normas de un orden económico internacional liberal.» Como explicó, «El poder hegemónico norteamericano desempeña un papel crucial de facto en el establecimiento y la gestión de la economía mundial desde la Segunda Guerra Mundial. «[98]

Las raíces de la Teoría de Estabilidad Hegemónica (TEH), que yacen dentro de los límites de la teoría liberal y estatista, vienen a representar una teoría cruzada que no puede ser tan fácilmente encasillada. El concepto liberal lidera la noción de un sistema económico internacional abierto, guiado por los principios liberales del libre mercado y el libre comercio, mientras que en el concepto estatista hegemónico un solo estado representa la concentración de poder político y económico, como si fuera el impulsor de la economía internacional liberal.

Los teóricos de la TEH de inclinación más liberal argumentan que un orden económico liberal requiere de un Estado fuerte y hegemónico para mantener el buen funcionamiento de la economía internacional. La única cosa que ese Estado debe hacer es mantener el sistema monetario internacional, como lo hizo el Reino Unido bajo el patrón oro y Estados Unidos bajo el marco del régimen Dólar-Wall Street, tras el fin de del vínculo oro-dólar de Bretton Woods.

Teoría del Régimen 

La teoría del régimen es otra teoría cruzada producto de los teóricos liberales y mercantilistas. Su aparición fue principalmente una reacción al surgimiento de la Teoría de Estabilidad Hegemónica, a fin de abordar la preocupación por una supuesta disminución del poder de Estados Unidos. Esto se debió a la aparición de nuevas potencias económicas durante la década de 1970, y otro gran mentor de esta teoría fue Robert Keohane. La necesitaban para hacer frente a la forma con la cual pudiesen mantener el control cuando se viera disminuido el poder hegemónico. La respuesta fue la construcción de organizaciones internacionales para gestionar el régimen internacional.

En este sentido, la Teoría del Régimen ha identificado un aspecto importante de la economía política global, en que a pesar de que los Estados hayan mantenido el orden internacional en el pasado, nunca antes ha habido tal compromiso de institucionalizar la autoridad sobre el orden internacional a través de las organizaciones internacionales. Estas organizaciones, tales como el Banco Mundial, el FMI, la ONU y la OMC, aunque todavía controladas e influenciadas por los estados, principalmente por la potencia hegemonía internacional, Estados Unidos, representan un cambio de dirección de la internacionalización y el transnacionalismo. Los teóricos del régimen tienden a justificar la formación de un aparato de poder transnacional, más allá de una única potencia hegemónica, en favor de una estructura más internacionalizada de autoridad.

Original en: Global Research

 4.Forjando un nuevo orden mundial bajo un único gobierno mundial(Por Andew Gavin Marshall)



Globalización y Nuevo Orden Mundial
La década de 1990 vio el surgimiento de lo que se ha denominado el Nuevo Orden Mundial. Este era un término aparecido a principios de 1990 para describir un mundo crecientemente unipolar, orientado por la caída de la Unión Soviética y el nuevo rol de los Estados Unidos como única e indesafiable potencia global. El Nuevo Orden Mundial supuestamente representaba una nueva etapa en la económica política global donde la autoridad mundial recaía en un solo lugar, y por el momento, ese lugar le correspondía a los Estados Unidos.

Esta época vio la continua expansión y formación de bloques regionales, con la formación de la Unión Europea, la firma del Tratado de Libre Comercio de Amércia del Norte (NAFTA) y la creación de la OMC. La Organización Mundial del Comercio se formó oficialmente en 1995, como sucesora del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), que se formó en 1944 en la Conferencia de Bretton-Woods. La OMC administra el orden de libre comercio internacional.El primer Director General de la OMC fue Peter D. Sutherland, quien anteriormente fuera director general del GATT, el ex Fiscal General de Irlanda, y actualmente es Presidente de British Petroleum y Goldman Sachs International, así como representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas para inmigración. También es miembro del Consejo Administrativo del Royal Bank of Scotland Group, la Junta Directiva de la Fundación del Foro Económico Mundial, embajador de buena voluntad de la Organización para el Desarrollo Industrial de las Naciones Unidas, miembro del Grupo Bilderberg, y es Presidente Europeo de la Comisión Trilateral, y presentado con la Medalla Robert Schuman por su trabajo en Integración Europea y el Premio David Rockefeller de la Comisión Trilateral. [1] Es evidente que la OMC es un órgano de la élite bancaria occidental para ser utilizada como herramienta en la expansión e institucionalización de su control sobre el comercio mundial.
El Superestado EuropeoEn 1992, fue firmado el Tratado de Maastrich, que constituyó oficialmente la Unión Europea en 1993. En 1994, se creó el Instituto Monetario Europeo (IME), con la formación de Banco Central Europeo (BCE) en 1998, y la moneda única europea, el Euro, que debutó en 1999. En 2004, sería firmada la Constitución Europea por todos los 25 estados miembros de la UE, que no era más que un tratado para establecer una constitución única para toda la Unión Europea.La Constitución era otro paso hacia la creación de un superestado europeo, creando un Ministro de Exteriores de la UE, y con ello, la coordinación de la política exterior, con la UE tomando el puesto de Gran Bretaña en el Consejo de Seguridad de la ONU, en representación de todos los Estados miembros de la UE, lo que obliga a las naciones a seguir «activamente y sin reservas» una única política exterior de la UE, estableciendo el marco para crear una única política de defensa de la UE, como un apéndice o separada de la OTAN, la creación de un sistema de Justicia Europeo único, con la UE dictando las «normas mínimas en la definición de delitos y establecimiento de penas «, y creando una política común de asilo e inmigración, y también entregando a la UE la facultad de «garantizar la coordinación de políticas económicas y de empleo», instalando la legislación de la UE por encima de la ley de todos los Estados miembros, lo que coloca a los países miembros en posición de simples provincias dentro de un sistema de gobierno federal centralizado [2].Václav Klaus, Presidente de la República Checa, ha expresado sus temores sobre el concepto de una Unión Europea más fuerte y centralizada, pues «los desarrollos de la UE son realmente peligrosos en lo que respecta a moverse desde una sociedad libre hacia una de cada vez mayor control y regulación planificada», y que,» Nosotros [la República Checa] pasamos medio siglo bajo los ojos comunistas. Somos más sensibles que algunos europeos occidentales. Pensamos cosas, vemos cosas, y pasamos por cosas que no nos gustan. Para nosotros, la Unión Europea nos recuerda COMECON” [La organización de Moscú para ejercer el control económico del bloque soviético]. Él profundizó diciendo que la similitud con el COMECON no es ideológica, sino que se encontraba en su estructura. “Las decisiones no se hacen en nuestro propio país. Para nosotros que vivimos durante la era comunista, ese es un problema.» [3]Gran parte de la Constitución fue redactada por Valéry Giscard d’Estaing, ex Presidente de la República Francesa de 1974 a 1981. Giscard d’Estaing también es miembro del Grupo Bilderberg, la Comisión Trilateral, y un amigo cercano de Henry Kissinger, teniendo trabajos de coautoría. En 2005, los votantes franceses y holandeses respondieron en los referéndums de sus países, rechazando la Constitución de la UE, que necesitaba la total unanimidad para ser aprobada.En 2007, se realizó una jugada para introducir lo que se conoce como Tratado de Lisboa, para ser aprobado por todos los Estados miembros. Giscard d’Estaing escribió un artículo para el Independent donde declaró que «La diferencia entre la Constitución original y el actual Tratado de Lisboa es una de enfoque, más que de contenido». El describió el proceso de creación del Tratado de Lisboa: «Esto es lo que han hecho los expertos jurídicos del Consejo Europeo que se encargaron de la redacción del nuevo texto. No realizaron nuevas sugerencias. Tomaron el proyecto de constitución, lo dividieron en elementos separados, y luego los adjuntaron, uno por uno, a los tratados existentes. El Tratado de Lisboa es, pues, un catálogo de enmiendas. Es impenetrable para el público”. La gran diferencia es que la palabra «constitución» fue removida y desterrada del texto [4].

El Telegraph informó de que aunque la palabra «constitución» fue suprimida del texto del Tratado, sigue siendo lo mismo al «dotar a la UE de las atribuciones de una potencia mundial y reduciendo las de la soberanía nacional». Contiene planes para crear un Presidente de la UE, que «servirá por dos años y medio plazo, pero a diferencia de los jefes de Estado democráticos, él o ella serán elegidos por los líderes de Europa y no por los votantes» y «se hará cargo de las negociaciones internacionales claves de los jefes de los gobiernos nacionales». El «Ministro de Relaciones Exteriores» de la Constitución se convierte en el «Alto Representante”, que «echará a andar un poderoso servicio diplomático de la Unión Europea, pasando a ser más importante en la escena europea y mundial que los Ministros de Asuntos Exteriores nacionales”. Tiene por objeto crear un «Ministerio del Interior», que «centralizará las bases de datos de huellas dactilares y ADN», y «dictará legislación de la UE sobre nuevos poderes policíacos y de vigilancia”. La capacidad de las naciones de la UE de realizar vetos terminará, y el Tratado «incluye una cláusula que sobrescribe la «personalidad jurídica» de la UE y la coloca por sobre los tribunales nacionales.» [5]

Un país de Europa tiene escrito en su Constitución que necesita de un referéndum para aprobar los tratados, y ese país es Irlanda. En junio de 2008, los irlandeses fueron a votar el Tratado de Lisboa, después de semanas y meses de ser acosados por políticos y eurócratas explicándoles el «deber» de Irlanda de darle un «Sí» a Europa en la votación por los beneficios que la UE había brindado a Irlanda. La historia muestra, sin embargo, que los irlandeses no se toman con amabilidad el rodearse de jefes y ser condescendientes, por lo que cuando acudieron a las urnas, el «no» estaba en sus labios y en sus votos. Así pues, los irlandeses rechazaron el Tratado de Lisboa.

[Nota: Este artículo fue escrito antes del nuevo referéndum irlandés realizado en octubre pasado, que finalmente le dio el vamos al Tratado de Lisboa]

Integración Norteamericana

El Acuerdo de Libre Comercio de 1989 entre Estados Unidos y Canadá, fue firmado por el Presidente George H. W. Bush y el primer ministro canadiense, Brian Mulroney. El TLC tuvo consecuencias devastadoras para la población de Canadá y los Estados Unidos, mientras enriquecía a la elite política y empresarial. Por ejemplo, el crecimiento del PIB disminuyó, el desempleo tuvo su mayor crecida desde la Gran Depresión, [6], y mientras tanto, Brian Mulroney entró en el mundo empresarial, donde ahora se sienta como miembro de la junta directiva de Barrick Gold Corporation, así como de la Junta Consultiva Internacional del Council on Foreign Relations, [7] del que David Rockefeller permanece como Presidente Honorario.

En 1990, el sector privado, grupos de lobby y think-tanks dieron comenzaron a promover la expansión del Tratado de Libre Comercio (TLC) de Canadá y Estados Unidos para incluir a México. El NAFTA fue firmado por el entonces primer ministro canadiense, Jean Chrétien, el presidente de los Estados Unidos, George H. W. Bush y el presidente mexicano, Carlos Salinas, en 1993, y entró en vigor en 1994. Lo que se tuvo que negociar durante un tiempo en México fueron las reformas económicas liberales, por lo que el NAFTA tuvo el efecto de consolidar esas reformas en una «constitución económica para América del Norte.» [8]

David Rockefeller desempeñó un papel en el impulso de TLC. En 1965, había fundado el Consejo para América Latina (CLA), que, como escribió en 1966 en un artículo de Foreign Affairs, tenía por objeto movilizar a la empresa privada en todo el hemisferio «para estimular y apoyar la integración económica.» El CLA, como escribió David, «proporciona un medio eficaz de cooperación entre empresarios de los Estados Unidos y sus homólogos de los países del sur. También ofrece un medio de comunicación y de consulta continua con la Casa Blanca, el Departamento de Estado y otros organismos de nuestro gobierno.» [9]

El CLA más tarde cambió su nombre por el de Council of the Americas (COA) y mantiene una relación muy estrecha con la Americas Society, fundada al mismo tiempo que el CLA, de las que hasta el día de hoy David Rockefeller figura como Presidente de ambas organizaciones. Como David escribió en su autobiografía, Memoirs (Memorias), en la preparación para el TLC, el Council of the Americas patrocinó un foro de las Américas, al que asistió el presidente George H. W. Bush, lo que se tradujo en la convocatoria para una » zona de libre comercio del hemisferio occidental.» [10]

En 1993, David Rockefeller escribió un artículo para el Wall Street Journal, en el periodo previo al NAFTA, donde abogaba por la firma del TLC como esencial, y lo describió como un paso vital en el camino hacia el cumplimiento del largo trabajo de su vida, y que, «Todo está en su lugar – después de 500 años – para construir un verdadero «nuevo mundo» en el Hemisferio Occidental», y, además, que «yo realmente no creo que «criminal» sea una palabra demasiado fuerte para describir una acción por nuestra parte, como rechazar el Nafta, que ponga en serio peligro todo lo bueno que se ha hecho – y lo que queda por hacer.» [11]

En 1994, México entró en una crisis financiera, a menudo denominada la crisis del peso mexicano. La crisis de la deuda de la década de 1980, instigada por el alza de las tasas de interés de la Reserva Federal en los préstamos internacionales, arrastró a México al incumplimiento de sus préstamos. El FMI tuvo que entrar en escena con su recién creados Programas de Ajuste Estructural (PAE) y reformó la economía de México hacia las políticas económicas neoliberales.

A fines del decenio de 1980, «Estados Unidos representaba el 73% del comercio exterior de México», [12] y cuando el NAFTA entró en vigor en 1994, «abrió inmediatamente los mercados de Estados Unidos y Canadá al 84% de las exportaciones mexicanas.» [13] México, incluso se convirtió en miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La crisis del peso, que comenzó a finales de 1994, con la ascensión del Presidente Zedillo en México, avanzó en 1995, y Estados Unidos organizó un rescate por valor de US $ 52 millones. [14] El rescate no ayudaría a la economía mexicana, ya que simplemente se canalizó en el pago de préstamos a los bancos, principalmente bancos norteamericanos, y la «crisis fue declarada en 1995 [por el FMI] tan pronto como los bancos y los prestamistas internacionales comenzaron a recibir sus reembolsos, pero cinco años después de la crisis, los trabajadores solo terminaron donde estaban anteriormente.» [15]

En 2002, Robert Pastor, Director del Centro de Estudios Norteamericanos en la American University de Washington, DC, preparó un informe que presentó a la reunión de la Comisión Trilateral ese mismo año. El informe, Una Comunidad de América del Norte: Una modesta propuesta para la Comisión Trilateral, abogó por la continuación de la política de «integración profunda» en América del Norte, recomendando «un plan continental para infraestructura y transporte, un plan de armonización de las políticas de regulación, una unión aduanera, [y] una moneda común.» [16] El informe preconiza la formación de una Comunidad de América del Norte y Pastor escribió que, «la mayor parte del público de los tres países está preparado para unirse en un gran País Norteamericano.» [17]

En 2003, antes de que Paul Martin se convirtiese en Primer Ministro de Canadá, el Consejo Canadiense de Jefes Ejecutivos (CCCE), anteriormente BCNI, publicó en su página web, un comunicado de prensa en el que, «Paul Martin instó a tomar la iniciativa en la creación de un nueva visión para América del Norte». Thomas d’Aquino, director general del Consejo, “instó a que el Sr. Martin impulsara la idea de una cumbre anual de líderes de Canadá, México y Estados Unidos a fin de dar a los asuntos económicos, sociales y de seguridad comunes la prioridad que merecen a nivel continental, hemisférico y global». Entre los firmantes de esta declaración se encontraban todos los Vicepresidentes del CCCE, incluyendo David Emerson, quien se integraría al gabinete de Martin. [18]

La CCCE lanzó luego la Iniciativa para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, abogando por «la redefinición de las fronteras, maximizar la eficiencia de las reglamentaciones, la negociación de un detallado pacto de seguridad, un nuevo impulso a una alianza defensiva de Norteamérica, y la creación de un nuevo marco institucional.» [19]

El Grupo de Trabajo Independiente sobre el Futuro de América del Norte se puso en marcha en 2005, integrado por una alianza y proyecto conjunto entre la CCCE en Canadá, el Council on Foreign Relatios (CFR), en los Estados Unidos, y el Consejo Mexicano de Relaciones Exteriores en México. Un comunicado de prensa emitido el 14 de marzo de 2005, señaló que, «Los presidentes y vicepresidentes del Grupo de Trabajo Independiente sobre el Futuro de América del Norte emitieron hoy una declaración llamando a una comunidad económica y de seguridad de América del Norte para el año 2010.» [20]

El 23 de marzo de 2005, apenas nueve días después del comunicado del Grupo de Trabajo, los líderes de Canadá, Estados Unidos y México, (Paul Martin, George W. Bush y Vicente Fox, respectivamente), anunciaron «la creación de la Asociación para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte», que constituye el camino de «una acción hacia un marco común de América del Norte para hacer frente a los desafíos económicos y de seguridad.»[21]

Dentro de dos meses, el Grupo de Trabajo Independiente sobre el Futuro de América del Norte lanzó su informe final, Construyendo una Comunidad de América del Norte, proponiendo la continuación de la «integración profunda» hacia la formación de una Comunidad de América del Norte, que «aplaude la anunciada ’Asociación para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte’, pero propone una visión más ambiciosa de una nueva comunidad en 2010 y recomendaciones concretas sobre la manera de conseguirla.» [22]

En la reunión del ASPAN (SSP) del 2006, fue anunciada la creación de un nuevo grupo, el llamado Consejo de Competitividad de América del Norte (NACC), compuesto por líderes corporativos de los tres países que producen un informe anual y asesoran a los tres gobiernos sobre la manera de aplicar el proceso de «integración profunda» del ASPAN. La Secretaría en Canadá es el CCCE, y la Secretaría del grupo en los EE.UU. se compone de la Cámara de Comercio y el Council of the Americas. [23] El Council of the Americas fue fundado por David Rockefeller, del cual todavía es Presidente Honorario, y otros miembros de la junta incluyen personas del JP Morgan, Merck, McDonald’s, Ford, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, General Electric, Chevron, Shell, IBM, ConocoPhillips, Citigroup, Microsoft, Pfizer, Wal-Mart, Exxon, General Motors, Merrill Lynch, Credit Suisse y el Departamento del Tesoro de EEUU [24].

El proceso de integración está todavía en marcha, y la formación de una Comunidad de América del Norte no está lejos, sólo para ser seguida por una Unión Norteamericana, modelada bajo la estructura de la Unión Europea, con discusiones respecto a una futura moneda de América del Norte, [25], que incluso fue propuesta por el ex Gobernador del Banco de Canadá [26].

El Nuevo Orden Mundial en Teoría

En un artículo de Foreign Affairs, de 1997, la revista del Council on Foreign Relations, Anne-Marie Slaughter discutió los fundamentos teóricos del Nuevo Orden Mundial. Construida bajo la base de la proclamación de un Nuevo Orden Mundial de George H. W. Bush en 1991, Slaughter escribió que muchos vieron esto como «el total cumplimiento de la promesa de 1945, de un mundo en el que las instituciones internacionales, encabezadas por las Naciones Unidas, garantizan la paz y la seguridad con el apoyo activo de las grandes potencias del mundo». Sin embargo, este concepto, explicó, fue en gran medida inviable, puesto que «requiere de una autoridad centralizada de toma de decisiones, una jerarquía de instituciones y membresía universal”. En lugar de ello, explica el surgimiento de lo que denominó «nuevo medievalismo» en oposición al internacionalismo liberal. «En caso de que los internacionalistas liberales vean la necesidad de normas e instituciones internacionales para resolver los problemas estatales, los neo-medievalistas proclamarán el fin del Estado Nación», donde «El resultado no será un gobierno mundial, sino que gobernanza global. Si gobierno formal denota el ejercicio del poder de las instituciones establecidas, gobernanza se refiere a un problema cooperativo resuelto en un molde cambiante y a veces incierto»[27]

Sin embargo, Slaughter desafía los supuestos problemas de los internacionalistas liberales y de los neo-medievalistas, afirmando que “El Estado no está desapareciendo, sino que se está separando en distintas partes funcionalmente diferenciadas. Estas partes – tribunales, organismos reguladores, ejecutivos, e incluso legislativos – están trabajando con sus homólogas en el extranjero, creando una densa red de relaciones que constituyen un nuevo orden transgubernamental», y que, «el transgubernamentalismo se está convirtiendo rápidamente en el más generalizado y eficaz modo de gobernanza internacional.» [28] Slaughter fue Decano de la Escuela Woodrow Wilson de Asuntos Públicos e Internacionales en la Universidad de Princeton de 2002 a 2009, y es actualmente Directora de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de los Estados Unidos, y ha servido en la junta del Council on Foreign Relations.

Reconstruyendo la Estructura de Clases bajo un Gobierno Mundial

El Gobernador del Banco de Canadá, Mark Carney, un ex ejecutivo de Goldman Sachs, afirmó en su discurso en el Foro Económico Internacional de las Américas, que, «producto, capital, y mercados laborales globalizados se encuentran en el corazón del Nuevo Orden Mundial al que se debe aspirar. Sin embargo, la próxima ola de la globalización debe ser más aterrizada y sus participantes más responsables», y que,» Dentro de nuestras economías, serán requeridos grandes ajustes en inventarios, trabajo y capital”. Vale la pena citarlo en extenso al decir:

“Aunque la demanda mundial y los niveles del comercio parecen estar tocando fondo, y los ajustes de inventario y trabajo ya han sido sustanciales, aún hay más por venir.Es probable que el desempleo aumente aún más en el G-7, con un aumento más acentuado por venir en aquellas economías con mercados laborales menos flexibles. La incertidumbre sobre las perspectivas del empleo tendrá un peso sobre el consumo en la mayoría de las principales economías durante algún tiempo. El de ajuste del stock de capital llevará más tiempo, y es probable que el crecimiento de la inversión mundial siga negativo en 2010. Esto representará un lastre importante para el crecimiento mundial y se espera que reduzca el potencial de crecimiento en la mayoría de las principales economías.” [29] [énfasis agregado]

En cuanto a los ajustes laborales dentro del Nuevo Orden Mundial, hay algunos factores importantes y vitales a tener en cuenta. Primeramente, entre estas preocupaciones está la noción de clases transnacionales. El capitalismo funciona principalmente por la división de clases, con una clase dominante propietaria de los medios de producción, que, como clase, está sujeta a su propia jerarquía más que al control y las cuestiones monetarias que dirige.

En las naciones occidentales industrializadas, ha existido una gran clase media que desarrolló el consumo, enriqueciendo a clase alta burguesa, mientras que la clase inferior, (o proletariado, en términos marxistas), consiste de las clases trabajadoras. En los países industrializados no occidentales, generalmente denominados como «Tercer Mundo», «mundo en desarrollo» o «Sur Global» (que consiste en América Latina, África y partes de Asia), existe una mayor brecha en términos de clase, donde hay una clase dominante, y una clase trabajadora, presentándose la gran vacante de una vasta clase media educada. Las estructuras de clase varían de país en país y de región en región.

Sin embargo, con el paso de las últimas décadas, la realidad de las estructuras de clase ha sido objeto de cambios drásticos, y con esto, la estructura laboral ha cambiado. En las últimas décadas, ha tenido lugar una reestructuración simultánea de clases, donde las clases medias del mundo descienden a la servidumbre por deudas, mientras que las clases altas del mundo han comenzado un proceso de transnacionalización. Lo que hemos presenciado y presenciamos con los acontecimientos recientes, es la transnacionalización de las estructuras de clase y, con ello, de la fuerza de trabajo.

Constructivismo Social 

Una fascinante escuela de pensamiento teórico en el campo de la economía política global es la de Constructivismo Social. Los constructivistas sociales sostienen que, «El mundo social y político, incluido el mundo de las relaciones internacionales, no es una entidad física o un objeto material que esté fuera de la consciencia humana. En consecuencia, el estudio de las relaciones internacionales debe centrarse en las ideas y creencias que forman a los actores sobre la escena internacional, así como la comprensión compartida de ellas». Ampliando esta idea:

“El sistema internacional no es algo que está «allá afuera», como el sistema solar. No existe por sí mismo. Existe sólo como una conciencia intersubjetiva entre las personas, y en ese sentido, el sistema está constituido por ideas, no por fuerzas materiales. Se trata de una invención humana o una creación de tipo no físico o material, sino de tipo puramente intelectual e ideológico. Se trata de un conjunto de ideas, de un cuerpo de pensamiento, de un sistema de normas, que ha sido organizado por algunas personas en un momento y lugar.”

Ejemplos de estructuras construidas socialmente dentro de la economía política global son las fronteras nacionales, ya que no existe una línea física, sino que está formada por un entendimiento común entre diversos actores en cuanto a cuál es la frontera. La nación es una construcción social, ya que no es física, o abarcable, pero se compone de un conjunto de valores, ideas, conceptos, instituciones, creencias y símbolos. Por lo tanto, «Si los pensamientos y las ideas que componen en la existencia de las relaciones internacionales cambian, entonces el propio sistema va a cambiar también, porque el sistema consiste de pensamientos e ideas. Esa es la idea detrás de la reiterada frase del constructivista Alexander Wendt: «la anarquía es lo que los Estados hacen de ella».» [30]Estructura de Clases y Constructivismo SocialWilliam I. Robinson y Jerry Harris escribieron en el Science & Society Journal, que, «Un proceso central de la globalización capitalista es la formación de clases transnacionales, que se ha llevado a cabo siguiendo la internacionalización del capital y la integración global de las estructuras productivas nacionales. Teniendo en cuenta la integración transnacional de las economías nacionales, la movilidad del capital y la fragmentación y descentralización de los circuitos de acumulación, la formación de clases está progresivamente menos vinculada a la territorialidad». [31] Argumentaron que ha surgido una Clase Capitalista Transnacional (CCT), y “que esta CCT es una clase dominante. Se trata de una clase dominante, ya que controla las palancas de un emergente aparato estatal transnacional y de la toma de decisiones globales.» [32] Esta clases no tiene fronteras, y está integrada por la élite tecnócratica, comunicacional, corporativa, bancaria, social y política del mundo.Como Jackson y Sorenson señalaran en relación a la teoría constructivista social, «Si «la anarquía es lo que los Estados hacen de ella”, no existe nada inevitable o inmutable respecto a la política mundial», y que, «El sistema actual es una creación de los Estados y si los estados cambian sus concepciones de lo que son, cuáles son sus intereses, lo que quieren, etc, entonces la situación cambiará en consecuencia». Como ejemplo, señalaron que los estados podrían decidir «reducir o incluso renunciar a su soberanía. Si esto sucediera ya no habría una anarquía internacional tal como la conocemos. En cambio, habría un mundo feliz no-anárquico – quizás uno en que los Estados estén subordinados a un gobierno mundial.» [33]Como Robinson y Harris explican en su ensayo, con el auge de la clase capitalista transnacional (CCT), también se da el crecimiento del aparato de un Estado Transnacional (TNS), que se trataría de «una nueva red que comprende estados nacionales transformados y extremadamente integrados, junto con foros económicos supranacionales y foros políticos, que aún no ha adquirido ninguna forma institucional centralizada.» [34] Entre los aparatos económicos del TNS vemos al FMI, el Banco Mundial, la OMC y los bancos regionales. En el aspecto político vemos al Grupo de los 7, al Grupo de los 22, Naciones Unidas, la OCDE y la Unión Europea. Este proceso se aceleró aún más con la Comisión Trilateral, “que reunió a las fracciones transnacionalizadas de la elite de negocios, política e intelectual de América del Norte, Europa y Japón.» Además, el Foro Económico Mundial se ha transformado en una parte importante de esta clase, y, debo agregar, al Grupo Bilderberg. Robinson y Harris señalan que, «Los estudios para construir una economía global y estructuras de gestión transnacional derivan de los think tanks, centros universitarios, e institutos de planificación de políticas de los países centrales.» [35]El aparato del TNS ha sido un principio fundamental de organización y socialización de la clase transnacional, “al igual que las universidades de nivel mundial, think tanks de orientación transnacional, fundaciones burguesas líderes, tales como la Escuela de Negocios Internacionales de Harvard, las Fundaciones Ford, [Rockefeller], y Carnegie, [y] grupos de planificación política, como el Council on Foreign Relations». Estos «grupos de planificación de élite son importantes foros para la integración de grupos de clase, el desarrollo de nuevas iniciativas, estrategias colectivas, políticas y proyectos de clase, y la creación de consenso y una cultura política en torno a estos proyectos.» [36]

Robinson y Harris identifican al Foro Económico Mundial como «el más completo órgano transnacional de planificación de la CCT y el ejemplo de la quintaesencia de una verdadera red global que une a la CCT en una sociedad civil transnacional.» [37]

Quisiera cuestionarlos un poco, para proponer el Grupo Bilderberg, que no mencionan en su artículo, como EL órgano de planificación transnacional de la CCT por excelencia, ya que se compone de la élite de la élite, totalmente retirada de la opinión pública, y actúa como «un reservado think-tank global» para las 130 personas más poderosas del mundo. [38]

Muchos críticos de Bilderberg afirman que el grupo actúa como un «gobierno mundial secreto» o como la organización «que toma todas las decisiones clave para el mundo.» Sin embargo, este no es el caso. Bilderberg es simplemente el más influyente organismo de planificación, colocado encima de una gran jerarquía de diversos órganos e instituciones de planificación, y es en sí mismo una parte clave del aparato para la formación de un Estado transnacional, pero no es, en sí mismo, un «gobierno mundial». Se trata de una think tank global, que mantiene en alta consideración el concepto de «gobierno mundial» y, a menudo, trabaja para lograr estos fines, pero no debe confundírsele con el fin que busca.

La crisis económica es tal vez la mayor «oportunidad» que nunca haya tenido la CCT en para rediseñar del orden mundial de acuerdo a sus designios, ideales y objetivos. A través de la destrucción, viene la creación, y para estas personas de alta posición dentro de la CCT, la destrucción es en sí misma un acto de creación.

En términos de reorganizar las estructuras laborales y de clase, la crisis económica proporciona el terreno en el que una nueva estructura de clases será construida. Un problema importante para la clase capitalista transnacional y la formación del Estado Transnacional, o del gobierno mundial, es la falta de continuidad de las estructuras de clase y mercados laborales de todo el mundo. Ha surgido una clase dominante transnacional, o «Superclase» como David Rothkopf se refirió a ella en su libro del mismo nombre (y es, él mismo, un miembro de la superclase). No tiene fronteras, pero ha construido un consenso y una continuidad general de objetivos entre sus miembros, aunque existan diferencias y conflictos dentro de la clase, pero estos se basan en los medios para lograr sus objetivos, mas no en el objetivo mismo. No hay disidencia dentro de la clase dominante sobre el objetivo de lograr un único órgano rector mundial, la disidencia radica en el cómo lograrlo, y en términos de qué tipo de estructura, tendencias teóricas y filosóficas, y orientación política tendría ese gobierno.

Para lograr estos fines, sin embargo, todas las clases deben estar transnacionalizadas, no sólo la clase dominante. La clase dominante es la primera clase que se ha transnacionalizado, ya que la transnacionalización era el objetivo de las clases dominantes establecidas en las poderosas naciones de Europa occidental, (y más tarde en los Estados Unidos), que iniciaron el proceso de transnacionalización o internacionalización. Ahora que existe una «superclase» de composición transnacional, las otras clases tienen que seguir su ejemplo. La clase media está destinada a ser eliminada en ese sentido, ya que la mayor parte del mundo carece de clase media, y para integrar e internacionalizar plenamente una clase media, esto requeriría de la industrialización y el desarrollo de lugares como África, y de algunos sectores de Asia y Latinoamérica, y que representan una amenazas a la superclase, ya que serían una válvula a través de la cual gran parte de su riqueza y poder escaparía de ellos. Su objetivo es no perder su riqueza y poder en favor de una clase media transnacional, sino más bien extinguir la noción de clase media, y transnacionalizar una clase pobre, sin educación y orientada al trabajo, a través de la cual asegurar la riqueza y el poder en última instancia.

La crisis económica contribuye a dichos fines, en tanto cualquier remanente de riqueza de la clase media está en proceso de ser eliminado, y a medida que progresa la crisis, o más bien, retrocede, y se acelera, las clases medias del mundo van a sufrir, mientras que un gran porcentaje de las clases más bajas del mundo, afectadas por la pobreza, incluso antes de la crisis, va a sufrir la mayor, y muy probablemente lidere, una reducción masiva de los niveles de población, en particular en países «desarrollados» y del «Tercer Mundo».

Muchos tendrían problemas con esta tesis como objetivo de la clase capitalista transnacional, ya que el capitalismo necesita de una población numerosa, específicamente población de clase media, a fin de tener un mercado de consumidores para sus productos. Aunque esto es cierto de la forma en que entendemos actualmente el sistema capitalista y su estructura, también debemos tomar nota de que el capitalismo, por sí mismo, es siempre cambiante y se redefine a sí mismo. A través de una perspectiva constructivista social, que a mi juicio, es muy adecuada para este análisis, esta noción no es inconcebible, ya que si la clase capitalista refine al capitalismo en si mismo, el capitalismo podría cambiar.

Hay que abordar la cuestión de que existiría un gran número de personas dentro de la CCT o superclase (Rothkopf estima un número de 6.000 personas dentro de la clase dominante), que podrían decidir la eliminación de su base de lucro, sin embargo, mientras se desarrolla la reestructuración total del sistema capitalista y la economía política global en su conjunto, la CCT en sí misma no será inmune a esos drásticos y rápidos cambios. De hecho, sería inimaginable pensar que seguirá siendo como lo es actualmente.

Rothkopf explica que con 6.000 miembros de la Superclase, esto equivaldría aproximadamente a un miembro de la Superclase por cada millón de personas en el mundo. Como la composición de las estructuras de clase, y el número de población mundial se verá drásticamente alterados en los próximos años y décadas, también lo hará la superclase en si misma. De esta forma, será objeto de una «limpieza» por así decirlo, donde grandes actores colapsarán y se consolidarán muchos de los más pequeños.

La Estructura Monetaria del Gobierno Global 

Una Moneda Global

Siguiendo a la Cumbre del G20 de abril de 2009, los líderes emitieron un comunicado donde establecieron las bases para la creación de una moneda global y sustituir al dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. El comunicado dijo que, «Hemos acordado apoyar una asignación general de DEG, que inyectará $250 billones (£170 billones) en la economía mundial y aumentar la liquidez global». Los DEG, o Derechos Especiales de Giro, son «una moneda de papel sintético emitida por el Fondo Monetario Internacional». Como el Telegraph informó,»los líderes del G20 han activado el poder del FMI de crear dinero y comenzar una «flexibilización cuantitativa» mundial. Al hacerlo, han puesto en funcionamiento una moneda mundial de facto. Está fuera del control de cualquier órgano soberano. A los teóricos de conspiración les va a encantar.» [39]

En 1988, The Economist presentó un artículo llamado «Prepárense para el Fénix», que decía: «En treinta años a partir de ahora, los estadounidenses, japoneses, europeos, y la gente en muchos otros países ricos o relativamente pobres probablemente pagarán sus de transacciones con la misma moneda. Los precios no se cotizan en dólares, yenes o marcos alemanes, pero lo hacen en, digamos, Fénix. El Fénix es favorecidas por las empresas y los compradores, ya que será más conveniente que las monedas nacionales de hoy, que por entonces parecerán una pintoresca causa de la interrupción de la vida económica a finales del siglo XX.» El artículo, escrito a raíz de la caída de la bolsa de 1987, dijo que, «Varias alteraciones en las tasas de cambio, unos pocos accidentes más en el mercado de valores y, probablemente, una caída o dos serán necesarias antes de que los políticos estén dispuestos a hacer frente a esa elección. Esto apunta a una confusa secuencia de emergencia seguida por medidas parche de emergencia, que se extenderían mucho más allá del 2018, a excepción de dos cosas. Con el paso del tiempo, los daños causados por la inestabilidad monetaria que se va a generar, y las mismas tendencias permitirán que se posicione la utopía de la unión monetaria como posible.» [Énfasis agregado] [40]

Paul Volcker, ex Gobernador de la Reserva Federal, dijo en 2000, que, «Si queremos tener una economía verdaderamente global, una única moneda mundial tiene sentido», y un miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo reafirmó el comentario de Volcker, indicando que «algún día podremos tener una sola moneda mundial. Tal vez la integración europea, de la misma manera que cualquier otra integración regional, podría ser vista como un paso hacia la situación ideal de un mundo totalmente integrado. Cómo y cuando este mundo verá la luz del día es imposible de decir. Sin embargo, lo que puedo decir es que esta visión que parece ahora imposible para la mayoría de nosotros, lo como una unión monetaria europea hace 50 años, cuando el proceso de integración europea estaba comenzando.» [41]

Un Banco Central Mundial

Jeffrey Garten, ha escrito varios artículos abogando por la creación de un Banco Central Mundial, o una «Fed Global». Garten fue el ex Decano de la Escuela de Administración de Yale, ex Subsecretario de Comercio para Comercio Internacional en la administración Clinton, sirviendo previamente a la Casa Blanca para el Consejo Internacional de Política Económica bajo el gobierno de Nixon y en la política de planificación de los Secretarios de Estado Henry Kissinger y Cyrus Vance de las administraciones de Ford y Carter, ex Director General de Lehman Brothers, y es miembro del Council on Foreign Relations.

En 1998, escribió un artículo para el New York Times afirmando que el mundo «necesita un banco central mundial», y que, «Un banco central independiente con la responsabilidad de mantener la estabilidad financiera mundial es la única manera de salir. Nadie más puede hacer lo que se necesita: inyectar más dinero en el sistema para estimular el crecimiento, reducir las deudas de los mercados emergentes que llegan al cielo, y supervisar las operaciones de instituciones financieras poco sólidas. Un banco central mundial podría proporcionar más dinero a la economía mundial cuando se esté perdiendo solvencia rápidamente.» [42]

Tras el estallido de la actual crisis financiera, Garten escribió un artículo para el Financial Times en el que pidió la «creación de una Autoridad Monetaria Mundial para supervisar los mercados que se han convertido en fronteras.» [43] En octubre de 2008, escribió una artículo para la revista Newsweek afirmando que, «los dirigentes deben comenzar a sentar las bases para el establecimiento de un banco central mundial». Explicó que, «Hubo un tiempo en que la Reserva Federal de los Estados Unidos desempeñó este papel [de autoridad gobernadora financiera mundial], como principal institución financiera de la economía más poderosa del mundo, supervisando una moneda global. Pero con el crecimiento de los mercados de capitales, el nacimiento de monedas como el euro y la aparición de actores poderosos, como China, el traslado de la riqueza a Asia y el Golfo Pérsico y, por supuesto, los profundos problemas en la economía norteamericana, la Reserva Federal ya no tiene la capacidad de conducir sola.» [44]

Regionalismo

Basándose en el modelo de la Unión Europea, el mundo será dividido en grandes bloques continentales regionales, con sistemas monetarios y gobiernos regionales. Esto permitirá la gestión de los bloques de un gobierno global, y marca un importante proceso en el «difícil camino hacia el orden mundial», como lo llamara Richard N. Gardner, en el que la soberanía nacional es erosionada pieza por pieza. El regionalismo marca la etapa actual de la transición hacia la formación de un gobierno mundial. Friedrich List criticó el cosmopolitismo liberal, afirmando que la integración económica nunca había precedido a la integración política, sin embargo las elites son exitosas y desafían esta noción. En el Nuevo Orden Mundial, la integración económica es anterior a la integración política en una estructura de gobernanza mundial.

La Unión Europea comenzó como una serie de acuerdos de libre comercio, se convirtió en una unión monetaria, y se encuentra en proceso de conformarse como un superestado continental. La integración en América del Norte comenzó con una serie de acuerdos de libre comercio, acuerdos de seguridad y defensa, y se encuentra en el proceso de avance hacia la integración monetaria y burocrática de una Comunidad de América del Norte. Una Unión Norteamericana y un superestado no están lejos en distancia. Una moneda de América del Norte es abiertamente debatida y propuesta por los principales think tanks, inversores millonarios, así como el Gobernador del Banco de Canadá. El probable nombre de esa moneda podría ser Amero [45].

Mientras tanto, a nivel mundial, los mercados están progresiva integración. En 2007, se informó de que la Unión Europea y Estados Unidos están comenzando el proceso de integración económica transatlántica. [46] En 2008, se anunció que, «funcionarios canadienses y europeos dicen que van a comenzar a negociar un gran acuerdo para integrar a Canadá con las economías de las 27 naciones de la Unión Europea», en «profundas negociaciones de integración económica», y «El pacto propuesto supera con mucho el alcance de acuerdos mayores como el NAFTA.» [47] Esto, en esencia, es un medio de integración con la Comunidad de América del Norte antes de que la Comunidad sea constituida oficialmente; un acto de integración preventiva.

En 2007, la revista del Council on Foreign Relations, Foreign Affairs, publicó un artículo titulado, «El Fin de la Moneda Nacional». Tratando la volatilidad de las monedas nacionales, el artículo afirma que, «Lo correcto no es volver a un pasado mítico de soberanía monetaria, con los gobiernos controlando los interés locales y las tasas de cambio en alegre ignorancia del resto del mundo. Los gobiernos deben dejar de lado la noción fatal de que la nacionalidad les obliga a realizar y controlar el dinero utilizado en su territorio. Las monedas nacionales y los mercados mundiales, simplemente no se mezclan, forman una mezcla letal de crisis monetarias y tensiones geopolíticas dejando pretextos listos para el dañino proteccionismo. Con el fin de globalizar la seguridad, los países deberían abandonar el nacionalismo monetario y la supresión de las monedas no deseadas, fuente de gran parte de la inestabilidad actual.»

Además, «el nacionalismo monetario es simplemente incompatible con la globalización. Siempre lo ha sido, aunque sólo ha quedado de manifiesto desde la década de 1970, cuando todos los gobiernos del mundo prestaron sus monedas intrínsecamente inútiles.»

El autor afirma que, «Desde que el desarrollo económico fuera del proceso de globalización ya no es posible, los países deberían abandonar el nacionalismo monetario. Los gobiernos deberían sustituir las monedas nacionales por el dólar o el euro, o en el caso de Asia, colaborar para producir una nueva moneda a través de una zona multinacional comparativamente grande y económicamente diversificada.» [48]

En 2008, se formó la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) como, “un organismo regional destinado a reforzar la integración económica y política en la región», [49], que «busca una moneda común como parte de los esfuerzos de integración de la región», así como un banco central común. [50]

El Consejo de Cooperación del Golfo, un bloque regional de los gobiernos árabes de Oriente Medio, está llevando a cabo la integración económica hacia un banco central y una moneda común. [51] Del mismo modo, se ha hablado mucho de una unión monetaria asiática y de una integración económica del Asia Oriental, que se promociona en concreto como una solución para prevenir futuras crisis económicas en Asia Oriental como la que golpeó en 1997. [52] La integración podría basarse en el bloque regional de Asia Oriental de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), y en 2008, «los gobernadores adjuntos de los bancos y los viceministros de finanzas del ASEAN se reunieron en el centro de la ciudad vietnamita de Da Nang, discutiendo temas de integración monetaria y financiera, y de cooperación en la región.» [53] Por otra parte, África se está organizando como un bloque regional en virtud del la Unión Africana, y está llevando a cabo también la integración económica regional, e incluso ha establecido en la agenda la creación de un Banco Central Continental de África y la formación de una única moneda africana [54].

En 2006, el Banco de Pagos Internacionales «sugirió deshacerse de muchas monedas nacionales en favor de un pequeño número de bloques monetarios basados en el dólar, el euro y el renminbi (yuan chino) o el yen.» [55]

Construyendo la Estructura Política de un Gobierno Mundial

Strobe Talbott, Secretario de Estado Adjunto en la administración de Bill Clinton de 1994 a 2001, es también un miembro del Council on Foreign Relations y la Comisión Trilateral y en la actualidad Presidente de la Brookings Institution, un think tank norteamericano. En 1992, antes de convertirse en Secretario de Estado Adjunto, escribió un artículo para la revista Time originalmente titulado «El Nacimiento de la Nación Global», que tiene ahora, en los archivos de la revista Time, el nombre de «América en el Extranjero». En el artículo, afirma que dentro de los próximos 100 años, “la nación tal como lo conocemos será obsoleta, y todos los estados reconocerán una sola autoridad mundial. Una breve frase de moda a mediados del siglo XX, «ciudadano del mundo», cobrará un significado real fines del Siglo XXI»

Curiosamente, Talbott hace suya la perspectiva constructivista social de los estados-nación y el orden internacional, afirmando que, «Todos los países son básicamente acuerdos sociales, acomodados a circunstancias cambiantes. No importa qué tan permanente e incluso sagrados pueda parecer en un momento dado, de hecho todos ellos son artificiales y temporales. A través del tiempo, ha habido una tendencia general hacia unidades mayores reclamando soberanía y, paradójicamente, una disminución gradual de la cantidad de verdadera soberanía que tiene un país».

Explica que los imperios «fueron una fuerza poderosa para borrar barreras naturales y demográficas y crearon conexiones entre las más remotas partes del mundo», y continuando que, «con el tiempo el imperio dio paso al estado-nacion», y que, «El principal objetivo la conducción política del proceso de expansión y consolidación fue la conquista. Los grandes absorben a los pequeños, los fuertes a los débiles. Lo nacional podría pasar a ser internacional. Ese mundo se encontraba en un estado de guerra más o menos constante». Talbott dice que «la soberanía nacional tal vez no era una buena idea después de todo.»

Continuó diciendo que «si tomamos los acontecimientos de nuestro maravilloso y terrible siglo rematamos el caso para un gobierno mundial. Con la llegada de la electricidad, la radio y los viajes por vía aérea, el planeta se ha vuelto más pequeño que nunca, su vida comercial es más libre, sus naciones más interdependientes y sus conflictos más sangrientos». Además, «Cada guerra mundial ha inspirado la creación de una organización internacional, la Liga de Naciones en la década de 1920 y las Naciones Unidas en los 40s». Explica que, «La trama densificó la respiración con la llegada a la escena de nuevas especies de ideologías – el totalitarismo expansionista – como las perpetradas por nazis y soviéticos. Veían en la democracia misma una amenaza y dividieron al mundo. [Así] la promoción de cualquier tipo de gobierno mundial se convirtió en altamente sospechosa”. Sin embargo, como señala Talbott, la expansión soviética encausó la expansión de la OTAN, y «La guerra fría fue también testigo de la Comunidad Europea, pionera en el tipo de cohesión regional que pudo allanar el camino para la globalización».

Además, «las instituciones financieras multilaterales formadas en el mundo libre que dependen de la voluntad de los Estados miembros de renunciar a una parte de su soberanía. El Fondo Monetario Internacional puede prácticamente dictar las políticas fiscales, incluso la cantidad de impuestos que un gobierno debería gravar a sus ciudadanos. El Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) regula la cantidad de impuestos que una nación puede cobrar sobre las importaciones. Estas organizaciones pueden ser vistas como la protoministerios de comercio, finanzas y desarrollo de un mundo unido». Al abordar las crisis, Talbott escribió que,»La globalización también ha contribuido a la propagación del terrorismo, el tráfico de drogas, el SIDA y la degradación del medio ambiente. Pero porque esas amenazas son más de lo que a una nación puede hacer frente por sí misma, lo que constituyen un incentivo para la cooperación internacional». Por lo tanto, de la crisis, viene la oportunidad; del caos viene el orden.

Al sugerir una solución, Talbott postula que «el mejor mecanismo para la democracia a nivel de un Estado multinacional, o un Estado planetario en su conjunto, no es un todopoderoso Leviatán o superestado centralizado, sino una federación, una unión de estados independientes que asignan determinadas competencias a un gobierno central, manteniendo al mismo tiempo muchas otras para sí mismos. «[56]

En el número de Foreign Affairs de 1974, Richard N. Gardner se refirió a la formación del Nuevo Orden Mundial. Gardner, un ex embajador norteamericano ante las Naciones Unidas, Italia y España, es también miembro de la Comisión Trilateral. En su artículo, “El Difícil Camino hacia el Orden Mundial”, Gardner escribió que, «La búsqueda de una estructura mundial que garantice la paz, los avances en materia de derechos humanos y establezca condiciones para el progreso económico, lo que vagamente se denomina orden mundial, nunca ha parecido más frustrante pero al mismo tiempo extrañamente esperanzadora.»[57] Explicó que, «muy pocas personas mantienen la confianza en la más ambiciosa estrategia para un orden mundial, que tuvo un mal respaldo hace una generación – ‘federalismo mundial»,»revisión de estatutos», y «paz mundial a través de leyes mundiales».» Además, «Los mismos factores sugieren la dudosa utilidad de una valiente revisión de la Carta de las [Naciones Unidas]” [58]

Gardner escribe: «Si un gobierno mundial instantáneo, con revisión de estatutos, y una Corte Internacional fortalecida no proporcionan las respuestas, ¿qué esperanza de progreso hay aquí? La respuesta no satisface a quienes buscan soluciones simples a problemas complejos, pero se reduce esencialmente a esto: La esperanza para un futuro previsible radica, no en la creación de un puñado de ambiciosas instituciones centrales de membresía universal y jurisdicción general como se había previsto en el final de la última guerra, sino en el mucho más descentralizado, pragmático y desordenado proceso de inventar o adaptar las instituciones de jurisdicción limitada y de membresía limitada para hacer frente a problemas específicos caso por caso, mientras sea percibida la necesidad de cooperación entre las naciones relevantes».

A continuación, declaró: «En resumen, el «hogar del orden mundial» tendrá que ser construido desde abajo y no desde arriba hacia abajo. Se parece a la gran «confusión estruendosa y zumbante”, para utilizar la famosa descripción de la realidad de William James, pero una carrera final contra la soberanía nacional, erosionándola pieza por pieza, logrará mucho más que el asalto frontal a la antigua». [59]

En un número de Foreign Affairs de 2001, Richard Falk y Andrew Strauss escribieron un artículo titulado, «Hacia un Parlamento Mundial.» Explicaron que, «la gobernanza internacional ya no se limita a cuestiones tradicionales tales como la definición de fronteras internacionales, protección de diplomáticos, y proscripción del uso de la fuerza. Muchas de las cuestiones de política mundial que afectan directamente a los ciudadanos están siendo moldeadas por el sistema internacional. Los trabajadores pueden perder sus empleos como resultado de las decisiones adoptadas en la OMC o dentro de regímenes de comercio regional.» [60] En 2006, un informe de las Naciones Unidas declaró que «el Estado-nación es un concepto anticuado que ya no tiene ningún papel que desempeñar en un mundo globalizado moderno.» [61]

Además, «Al igual que con grupos de ciudadanos, la participación de la élite empresarial en el sistema internacional se está institucionalizando. El mejor ejemplo es el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. En la década de 1980, el WEF se transformó a si mismo de una organización dedicada a aburridos asuntos de gestión, a un dinámico foro político. Una vez al año, miles de los más poderosos ejecutivos de empresas se reúnen con otros miles de altos responsables políticos del mundo a participar en una semana de mesas redondas y presentaciones. El WEF también ofrece espacios para debates contingentes y recomendaciones sobre la configuración de la política global.» Siguen explicando que «la reunión de Davos y la superposición de redes corporativas de las elites, como la Cámara Internacional de Comercio, han tenido éxito en la configuración de la compatibilidad de las políticas mundiales. Su éxito ha llegado en la expansión de los regímenes de comercio internacional, la regulación modesta del mercado de capitales, el predominio de la filosofía neoliberal de mercado, y la colaboración profunda de la mayoría de los gobiernos, especialmente de los países ricos.» [62]

Al explicar el propósito de un parlamento mundial, fundamentalmente para hacer frente al «déficit democrático» creado por las organizaciones internacionales, los autores escribieron que, «Algunos líderes empresariales se oponen, sin duda, a un parlamento mundial, ya que amplía la toma de decisiones populares y que probablemente presionaría a las regulaciones transnacionales. Pero otros han llegado a creer que el déficit democrático debe estar cercado por algún tipo de protección de juguete. Después de todo, muchos miembros de la clase dirigente que fueron inicialmente hostiles a esa reforma se dieron cuenta de que el New Deal – o su equivalente social-demócrata en Europa – eran necesarios para salvar el capitalismo. Muchos líderes empresariales de hoy están de acuerdo de manera similar en que la democratización es necesaria para que la globalización sea políticamente aceptada en todo el mundo.» Básicamente, su objetivo sería dar a la globalización una «base de aceptación y legitimidad.» [63]

David Rothkopf, un erudito del Carnegie Endowment for International Peace, ex Subsecretario Adjunto de Comercio para Comercio Internacional en la administración Clinton, ex director general de Kissinger & Associates, y miembro del Council on Foreign Relationss, escribió recientemente un libro titulado, “Superclase: La Élite del Poder Mundial y el Mundo que están Construyendo”. Como miembro de la «superclase» que es, sus escritos deben proporcionar el conocimiento necesario para la construcción de este «Nuevo Orden Mundial». Afirma que, «En un mundo de movimientos mundiales y amenazas que no presentan pasaportes en las fronteras nacionales, ya no es posible que un estado-nación por sí solo pueda cumplir su parte del contrato social». Escribió que «el progreso seguirá estando al alcance», sin embargo, será difícil, ya que «socava muchas estructuras nacionales y locales de poder, y conceptos culturales que están en los cimientos más profundos de la civilización humana, a saber, la noción de soberanía.» Además, escribió que «los mecanismos de gobernanza mundial son más viables en el entorno actual», y que estos mecanismos «son a menudo creativos con soluciones temporales a los problemas urgentes que no pueden esperar a que el mundo acepte una mayor y más controvertida idea como la de un verdadero gobierno mundial.»[64]

Jacques Attali, fundador y ex presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, y el asesor económico de presidente francés Nicolás Sarkozy, al ser entrevistado en EuroNews, dijo que, «o todos vamos en dirección a un gobierno mundial o vamos a poner el interés nacional en primer lugar.» El entrevistador dijo que la idea de un gobierno mundial asusta a muchas personas, a lo que Attali respondió: «De hecho, eso solo puede esperarse, porque parece una fantasía. Pero ya existe una autoridad mundial en muchas áreas», y que, “aunque es difícil pensar en un gobierno europeo en la actualidad, ya está ahí, pero muy débil, Europa puede, al menos, presionar al mundo con su experiencia. Si no son capaces de crear un marco económico junto a un marco político que le siga, nunca podrán hacerlo a escala mundial. Y cuando el modelo económico mundial se quiebre, estaremos de vuelta en la Gran Depresión. «[65]

En diciembre de 2008, el Financial Times publicó un artículo titulado, «Y Ahora Vamos por el Gobierno Mundial», en el que el autor, ex asistente de Bilderberg, Gideon Rachman, escribió que, «por primera vez en mi vida, creo que la formación de una especie de gobierno mundial es posible», y que, «Un «gobierno mundial» implica mucho más que la cooperación entre las naciones. Sería una entidad con características similares a las de un Estado, con el respaldo de un cuerpo de leyes. La Unión Europea ya ha establecido un gobierno continental sobre 27 países, lo que podría servir como modelo. La UE tiene un tribunal supremo, moneda, miles de páginas de leyes, un gran servicio civil y la capacidad de desplegar la fuerza militar».

Afirmó que, «cada vez está más claro que las problemas más difíciles que enfrentan los gobiernos nacionales son de carácter internacional: tenemos calentamiento global, una crisis financiera mundial y una «guerra global contra el terror».» Él escribió que el modelo europeo podría «volverse global» y que un gobierno mundial “podría alcanzarse», pues «La crisis financiera y el cambio climático están impulsando a los gobiernos nacionales hacia soluciones globales, incluso en países como China y Estados Unidos que tradicionalmente son feroces guardianes de la soberanía nacional». Citó a un asesor del Presidente francés Nicolas Sarkozy al decir que «Gobernanza global es sólo un eufemismo para el gobierno global», y que el «núcleo de la crisis financiera internacional es el poseer mercados financieros globales y no tener un Estado de Derecho Global». Sin embargo, Rachman establece que cualquier impulso hacia un gobierno mundial «será un proceso doloroso y lento». A continuación, señala que un problema clave en este impulso se explica con un ejemplo de la UE, que «ha sufrido una serie de humillantes derrotas en los referendos, cuando los planes de una “unión cada vez más estrecha» se han manifestado a los votantes. En general, la Unión ha avanzado más rápido cuando se trata acuerdos de largo alcance establecidos por tecnócratas y políticos – y luego pasados sin ninguna referencia directa a los votantes. La gobernanza internacional tiende a ser eficaz, sólo cuando es antidemocrática.” [Énfasis Añadido][66]

En noviembre de 2008, el Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos (NIC), el «centro de pensamiento estratégico para mediano y largo plazo» de la comunidad de inteligencia norteamericana, publicó un informe que elaboró en colaboración con numerosos think tanks, empresas consultoras, instituciones académicas y cientos de otros expertos, entre ellos el Consejo Atlántico de Estados Unidos, el Wilson Center, RAND Corporation, la Brookings Institution, American Enterprise Institute, Texas A & M University, el Council on Foreign Relations y la Chatham House de Londres. [67]

Esbozando las tendencias globales que se verán en el mundo hasta el año 2025, el informe señala que la crisis financiera «requerirá esfuerzos a largo plazo para establecer un nuevo sistema internacional.» Sugiere que el “Modelo Chino» para el desarrollo se hace cada vez más atractivo, puede presentarse una «disminución de la democratización» de las economías emergentes, regímenes autoritarios, y «democracias débiles frustradas por años de bajos resultados económicos.» Además, el dólar dejará de ser la moneda de reserva mundial, ya que probablemente se realizará «una movida para alejarse del dólar.» [68]

Además, el dólar se convertirá en “una de las primeras entre varias de una canasta de divisas en 2025. Esto podría ocurrir repentinamente, a raíz de una crisis, o de manera gradual con el reequilibrio mundial». [69] El informe profundiza en la construcción de un nuevo sistema internacional, señalando que,»En 2025, los estados-nación ya no serán los únicos – y, a menudo, no los más importantes – actores en la escena mundial y el «sistema internacional» cambiará para dar cabida a la nueva realidad. Pero la transformación será incompleta y desigual.» Además, sería «poco probable un enfoque general, amplio y unitario hacia la gobernanza mundial. Las tendencias actuales sugieren que la gobernanza mundial en el año 2025 será un mosaico de superposición, a menudo ad hoc, de esfuerzos fragmentados, con coaliciones cambiantes entre los países miembros, organizaciones internacionales, movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales, fundaciones filantrópicas y empresas.» Asimismo, toma nota de que, «La mayoría de los acuciantes problemas transnacionales – incluido el cambio climático, la regulación de la mundialización de los mercados financieros, la migración, los estados fallidos, redes de delincuencia, etc – es poco probable que sean resueltos de manera eficaz por las acciones de cada uno de los estados-nacionales. La necesidad de una gobernanza mundial efectiva aumentará más rápidamente antes que los mecanismos existentes puedan responder.» [70]

El informe analiza el regionalismo, y declaró que, «el regionalismo de Asia tendrá implicaciones globales, posiblemente sacando chispas o reforzando una tendencia hacia tres grupos comerciales y financieros que podrían convertirse en cuasi-bloques (América del Norte, Europa y Asia Oriental).» Estos bloques «tendrían repercusiones en la capacidad mundial para lograr acuerdos de la Organización Mundial del Comercio en el futuro y las agrupaciones regionales podrían competir en el establecimiento de normas trans-regionales de productos de informática, biotecnología, nanotecnología, derechos de propiedad intelectual, y otros productos de la «nueva economía”. » [71]

En el debate sobre democracia y democratización, el informe indica que, «los avances son lentos y muchos países globalizados recientemente democratizados son susceptibles de aumentar presiones sociales y económicas que podrían socavar las instituciones liberales.» Esto se debe en mayor medida a que «el mejor desempeño económico de muchos gobiernos autoritarios podría sembrar dudas entre algunos acerca de la democracia como mejor forma de gobierno. Las encuestas consultadas indicaron que muchos asiáticos orientales poner mayor énfasis en la buena gestión, incluido el aumento de los niveles de vida, más que en la democracia». Además, «incluso en muchas democracias bien establecidas, las encuestas muestran una frustración creciente con el funcionamiento actual de un gobierno democrático y el cuestionamiento entre las elites sobre la capacidad de los gobiernos democráticos para tomar las acciones audaces necesarias para hacer frente rápida y eficazmente con el creciente número de retos transnacionales.» [72] En otras palabras, «las democracias bien establecidas», como las de Europa Occidental y América del Norte, a través de sucesivas crisis (clima, finanzas, guerra), verán erosionar y reemplazar sus sistemas democráticos de gobierno con estructuras totalitarias que son capaces de «tomar las acciones audaces necesarias» para hacer frente a los «desafíos transnacionales».

David Rockefeller escribió en su libro Memorias (Memoirs), que, «desde hace más de un siglo, ideólogos extremistas en ambos extremos del espectro político han aprovechado los bien conocidos incidentes como mi encuentro con Fidel Castro para atacar a la familia Rockefeller de una excesiva influencia que dicen que ejerce en las instituciones políticas y económicas de Estados Unidos. Algunos incluso creen que somos parte de una cábala secreta de trabajo contra los mejores intereses de los Estados Unidos, caracterizando a mi familia y a mí como «internacionalistas» y de conspirar con otros alrededor del mundo para construir una estructura global más integrada política y económicamente – un único mundo, si se quiere. Si ese es el cargo, me declaro culpable, y me siento orgulloso de ello.» [Énfasis Agregado][73]

La Crisis Económica Global en Contexto 

La actual crisis económica mundial no tiene su origen en la Administración Bush, que es la creencia lineal y mejor digerida, sino que en la naturaleza sistemática del sistema capitalista global. La crisis no es independiente del capital; la crisis es expansión capitalista. Al abordar los fundamentos de la crisis económica, la teoría neo-marxista puede ayudar a explicar gran parte de las acciones y funciones que llevaron a la crisis.

En 2006, Walden Bello escribió un artículo para la Third World Quarterly, en el que explicó que, «La crisis de la globalización y el exceso de acumulación es una de las tres crisis que actualmente están erosionando la hegemonía de los Estados Unidos. Las otras dos son la excesiva extensión del poder militar de los Estados Unidos y la crisis de legitimidad de la democracia liberal». Explicó que, «la manipulación monetaria, a través del régimen de altas tasas de interés iniciado por el Jefe de la Reserva Federal, Paul Volcker, a finales de la década de 1980, si bien dirigidas a la lucha contra la inflación, también se orientaron estratégicamente a la canalización de ahorros mundiales hacia los Estados Unidos para impulsar la expansión económica. Una consecuencia clave de este trascendental movimiento fue la crisis de la deuda del Tercer Mundo de comienzos del decenio de 1980, que puso fin al auge de las economías del Sur y llevaron a su resubordinación a los centros capitalistas del Norte.» [74]

Los fundamentos económicos de la crisis actual se establecieron en el «proyecto globalista de Clinton». Como explicó Bello, «La Administración abrazó la globalización como la «Gran Estrategia”, es decir, como su postura fundamental de política exterior hacia el mundo». Además, «La posición dominante de los Estados Unidos permitió a la facción liberal de la clase capitalista norteamericana actuar como vanguardia de una élite gobernante transnacional en proceso de formación -una alianza de élites transnacionales que podía actuar para promover los intereses de la clase capitalista internacional.» [75]

Bello explica entonces que «la dinámica dominante del capitalismo mundial durante el período de Clinton -que fue la fuente de su fuerza, así como su talón de Aquiles- no es el movimiento de capital productivo, sino los giros de capital financiero.» La posición dominante del capital financiero es «una consecuencia de la disminución de la rentabilidad de la industria provocada por la crisis de sobreproducción. En 1997, las ganancias de la industria norteamericana habían dejado de crecer. La especulación financiera, o lo que se podría conceptuar como el apretón del valor a valores ya creados, se convirtió en la fuente más dinámica de la rentabilidad.» Esto se denomina «financiarización», y que existen muchos elementos que componen su estructura y que la guiaron hacia su dominio. Entre ellos, la «Eliminación de restricciones que se remontan a la década de 1930 y que habían creado una muralla china entre banca de inversión y banca comercial en los Estados Unidos, abriendo una nueva era de rápida consolidación del sector financiero de los Estados Unidos.» [76]

En concreto, esta es una referencia a la derogación de la Glass-Steagall Act, puesta en marcha en 1933 como respuesta a las acciones que generaron la Gran Depresión, y que llevó a cabo reformas bancarias, especialmente aquellas destinadas a limitar la especulación. En 1987, la Junta de la Reserva Federal votó a favor de la reducir las regulaciones de la Glass-Steagall, después de escuchar «las propuestas de Citicorp, JP Morgan, Bankers Trust y la promoción del aflojamiento de las restricciones de la Glass-Steagall para permitir a los bancos manejar varias empresas, incluyendo los compromisos comerciales, bonos de ingresos municipales, y títulos respaldados por hipotecas.» Y, «En agosto de 1987, Alan Greenspan, antiguo director de JP Morgan y uno de los impulsores de las desregulación bancaria – [se hizo] presidente de la Junta de la Reserva Federal.» En 1989, «la Junta de la Reserva Federal aprobó una solicitud por parte de JP Morgan, Chase Manhattan, Bankers Trust, y Citicorp, para ampliar la laguna de la Glass-Steagall a fin de incluir la negociación de deudas y valores municipales, además de valores y papeles comerciales.” En 1990, «JP Morgan [se convirtió en] el primer banco que recibió permiso de la Reserva Federal para respaldar securities.»

En 1998, la Cámara de Representantes aprobó la «legislación por una votación de 214 a 213, que permitió la fusión de bancos, las sociedades aseguradoras, y compañías de seguros en grandes conglomerados financieros.» Y en 1999, «Después de 12 intentos en 25 años, el Congreso finalmente derogó la Glass-Steagall, recompensando a las empresas financieras por más de 20 años y $ 300 millones de dólares de cabildeo.»[77]

Fue entonces a «finales de los años 1990, con el creciente mercado de valores en alturas inimaginables, con la fusión de grandes bancos y la deglución de los bancos más pequeños, y un aumento enorme en el número de sucursales de bancos transnacionales, que Wall Street y sus numerosos amigos en el Congreso quisieron eliminar las regulaciones que habían sido destinadas para proteger a los inversores y estabilizar el sistema financiero. De ahí que la Gramm-Leach-Bliley Act de 1999 revocara las partes esenciales de la Glass-Steagall y la Bank Holding Act, permitiendo la fusión de bancos comerciales y de inversiónes, para ofrecer préstamos hipotecarios, venta de securities y stocks, y ofrecer seguros.» [78]

Uno de los arquitectos de la derogación de la Glass-Steagall fue Secretario del Tesoro de Clinton, Robert Rubin. Rubin pasó 26 años con Goldman Sachs antes de entrar en el Tesoro. Robert Rubin trabajó en estrecha colaboración con Alan Greenspan, para oponerse a la regulación de los derivados, y fue respaldado por su Secretario del Tesoro Adjunto, Lawrence Summers. Rubin, a la salida de la Tesorería, se fue a trabajar como un ejecutivo de Citigroup. [79] Robert Rubin es actualmente el Co-Presidente del Council on Foreign Relations. Lawrence Summers fue ex economista jefe del Banco Mundial antes de ser Secretario del Tesoro Adjunto en la administración Clinton. Luego se convirtió en Presidente de la Universidad de Harvard, y ahora es Director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca en la administración de Obama. El actual Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, fue ex presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, y es también un protegido de Robert Rubin.

Los años de Clinton vieron el auge de los productos derivados, que son instrumentos financieros (o contratos), precios que se derivan de uno o más activos, índices u otros elementos. El valor de un derivado cambia si lo hace el valor del activo subyacente. No sólo se utilizan para cubrir riesgos, sino también como instrumentos de especulación. Los derivados, “que monetizaron y comercializaron riesgos en el intercambio de una amplia gama de commodities,» son un factor clave que llevó a la crisis económica.

Otra causa de la crisis fue «La creación masiva de créditos al consumo para gasto de combustible, con gran parte de las fuentes de este capital procediendo de inversores extranjeros», que «crearon un vacío peligroso entre la deuda de los consumidores y sus ingresos, abriendo la posibilidad a un colapso que arrastraría tanto a consumidores como acreedores.» Además, el mercado de valores, en su papel de conductor del crecimiento ha desempeñado un papel en allanar el camino para una crisis financiera. «El mercado de valores llevó, en particular, al llamado sector de la tecnología, a la creación de una condición de «capitalismo virtual», cuya dinámica se basa en la expectativa de rentabilidad futura en lugar de los resultados actuales, que es la regla de hierro en la economía real».» [80]

La Reserva Federal, bajo Alan Greenspan, creó inicialmente la burbuja punto-com, proporcionando liquidez para la especulación en el mercado de valores y el «capitalismo virtual», [81] y cuando reventó la burbuja punto-com, como hacen todas las burbujas, Greenspan y la Reserva Federal crearon la burbuja inmobiliaria reduciendo las tasas de interés y ofreciendo más hipotecas de tasa ajustable (AMRs), con Fannie Mae y Freddie Mac alentando a los bancos a conceder préstamos de alto riesgo. [82]

La especulación ha demostrado ser una poderosa arma del capital financiero. En la década de 1990, tuvimos por primera vez un ejemplo de «ataque especulativo contra el peso que tenía a inversores en pánico por cobrar pesos en dólares, lo que llevó a la devaluación y colapso de la economía mexicana en 1994», y más tarde en «Asia Oriental en 1997. Cien mil millones de dólares de capital especulativo inundaron la región entre 1994 y 1997, liberalizando las cuentas de capital de los países.» Este dinero especulativo fluía a bienes raíces y al mercado de valores, lo que se tradujo en un exceso de inversión, y «Oliendo la crisis en el aire, los hedge funds y otros especuladores apuntaron al Baht tailandés, al Won coreano y otras divisas, provocando un enorme pánico financiero que llevó a la drástica devaluación de estas monedas y puso abajo a las economías del tigre asiático. En unas pocas semanas del verano de 1997 unos 100 billones de dólares salieron precipitadamente de las economías asiáticas, lo que arrastró un drástico retroceso al tremendo crecimiento que había marcado a esas economías en la década anterior. En menos de un mes, unos 21 millones de indonesios y un millón de tailandeses se encontraban por debajo de la línea de pobreza.» [83] Esto se conoce como la Crisis Financiera del Asia Oriental.

Esta crisis «ayudó a precipitar la crisis financiera rusa en 1998, así como problemas financieros en Brasil y Argentina que contribuyeron al espectacular derrumbe de la economía de Argentina en 2001 y 2002, cuando aquella economía que se había distinguido a sí mismo como la más fiel seguidora de las prescripciones de comercio y la liberalización financiera de FMI se vio obligada a declarar un incumplimiento de $100 mil millones de los $ 140 mil millones dólares de deuda externa.» [84]

La crisis actual no ha terminado. Los paralelismos entre la crisis actual y la Gran Depresión son aterradores. Esta tendencia de la construcción de burbujas especulativas es una reminiscencia de la burbuja de la bolsa de 1920 impulsada por la especulación construida por la Reserva Federal, que disminuyó las tasas de interés, a condición de tener más liquidez en los bancos y alentó activamente a la especulación. Burbujas que fueron creadas para después reventarse.

En 1932, el congresista Louis T. McFadden dijo ante el Congreso que los bancos de la Reserva Federal no son organismos gubernamentales, sino que «son monopolios privados de crédito que mantienen cautivo al pueblo de los Estados Unidos para beneficio propio y de sus clientes extranjeros; de los especuladores extranjeros y nacionales, y de los ricos y los prestamistas predadores.” [85] Tras la creación de la Reserva Federal en 1913, el congresista Charles A. Lindbergh dijo: «De ahora en adelante, las depresiones se crearán científicamente». En efecto, tenía razón. La crisis actual, probablemente conduzca a una Gran Depresión, utilizada como el principal medio a través cual se construya un gobierno global.

En 2007, el Primer Ministro británico, Gordon Brown, pidió un nuevo orden mundial para reformar las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el FMI y el G7. [86] Cuando el banco Bear Stearns se derrumbó, debido a su fuerte participación en el mercado de valores hipotecarios, la Reserva Federal adquirió el banco para eñ J.P. Morgan Chase, cuyo CEO se sienta en la junta del Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Poco después de esta acción, una importante empresa financiera publicó un informe diciendo que los bancos se enfrentan a un «nuevo orden mundial» de «consolidación y adquisiciones.» [87]

En octubre de 2008, Gordon Brown, dijo que «debe haber un nuevo Bretton Woods – construyendo una nueva arquitectura financiera internacional para los próximos años.» Continuó diciendo que «ahora debemos reformar el sistema financiero internacional en torno a los principios acordados de transparencia, integridad, responsabilidad, buena administración y cooperación a través de las fronteras.» Un artículo en el Telegraph, informó de que Gordon Brown quiere «ver al FMI reformado convertido en un «banco central mundial» para monitorear de cerca la economía y el sistema financiero internacional.» [88] En un editorial para el Washington Post, Gordon Brown, escribió que el «nuevo Bretton Woods» debe basarse en el concepto de «gobernanza global». [89] También pide tener un «policía económico mundial», quizás bajo la forma del Banco de Pagos Internacionales (BIS). [90] En noviembre de 2008, se informó que el barón David de Rothschild «comparte la visión de la mayoría de la gente que considera que hay un nuevo orden mundial. En su opinión, los bancos deberán reducir deudas y tendremos una nueva forma de gobernanza global». [91]

De las cenizas de la crisis financiera, emergerá un nuevo orden mundial construyendo un gobierno global.
Original en: Global Research

Totalitarismo TransnacionalLas tendencias globales de la economía política sugieren que la «democracia» tal como la conocemos, es un concepto en extinción, donde incluso países industrializados occidentales se están retirando del sistema. Podría decirse que, a través de los partidos políticos y los intereses financiero-corporativos, la democracia es una especie de fachada de lo que realmente es. Sin embargo, estamos entrando en una era en la que incluso las instituciones y la imagen de la democracia están en retirada, y la caída en el totalitarismo parece inevitable.El informe del Consejo Nacional de Inteligencia, Tendencias Globales 2025, señaló que muchos gobiernos experimentarán una «expansión de las fuerzas de seguridad nacionales, en la capacidad de vigilancia, y el empleo de fuerzas para operaciones especiales.» Las medidas de contraterrorismo cada vez más «implican operaciones urbanas como resultado de la creciente urbanización», y los gobiernos «podrían levantar progresivamente barricadas y cercas alrededor de sus territorios para impedir el acceso. Comunidades encerradas continúan surgiendo dentro de muchas sociedades mientras las elites buscan aislarse de las amenazas internas». [1] Esencialmente, se espera un avance continuo hacia la internacionalización de las medidas del Estado Policial doméstico buscando controlar a la población.La naturaleza del totalitarismo es tal que, «por naturaleza (o más bien, por definición), es un proyecto global que no puede ser plenamente realizado en una sola comunidad o país. Siendo alimentado por la necesidad de reprimir cualquier orden e ideas alternativas, no tiene límites naturales y está obligado a aspirar a dominar completamente todo y a todos.» David Lyon, explicó en Teorizando la Vigilancia, que, «La característica fundamental de la dominación totalitaria es la ausencia de una salida, que puede lograrse temporalmente mediante el cierre de fronteras, pero solo permanentemente con un verdadero alcance global que eliminaría la noción misma del sentido de salida. Esto en sí mismo justifica las preguntas sobre el potencial totalitario de la globalización”. El autor plantea la importante pregunta: «¿Es la abolición de las fronteras intrínsecamente (moralmente) buena, porque simboliza las barreras que separan y excluyen innecesariamente a las personas, o acaso son posibles líneas de resistencia, refugio y diferencia que pueden salvarnos del abismo totalitario?” Además, «Si la globalización socava los modelos probados de democracia basados en el Estado, el mundo puede ser vulnerable a una estatización totalitaria mundial» [2]

Russia Today, importante medio de información ruso, publicó un artículo del Fondo de Cultura Estratégica, en el que afirmaba que «la actual crisis está siendo utilizada como un mecanismo para provocar la profundización de algunos cambios sociales que hacen que la humanidad sea – hundida al encontrarse en medio del caos y el miedo por el fantasma de la violencia descontrolada – empujada por su libre albedrío a que un arbitro «supranacional» con poderes dictatoriales intervenga en los asuntos mundiales.» El autor señaló que, «Los hechos están siguiendo el mismo camino de la Gran Depresión entre 1929 y 1933: una crisis financiera, una recesión económica, conflictos sociales, el establecimiento de dictaduras totalitarias, la incitación a una guerra para concentrar el poder y el capital en manos de un pequeño círculo». Sin embargo, como señaló el autor, este vez, es diferente, ya que esta «es la etapa final en la estrategia de “control mundial”, cuando debe darse un golpe decisivo a la institucionalidad del Estado-Nación soberano, seguida por una transición hacia un sistema privado en poder de las élites transnacionales».El autor explicó que se está articulando un Estado Policial global, mientras «las actividades de inteligencia, el negocio de la guerra, el sistema penitenciario, y control de la información están pasando a manos privadas. Esto se hace a través de los llamados outsourcing, un fenómeno de negocios relativamente nuevo que consiste en entregar una serie de funciones a empresas privadas que actúan como contratistas y confiar en individuos fuera de la organización interna para resolver sus problemas.» Además, «sus logros más importantesen los últimos años están en el ámbito de establecer controles electrónicos en la identificación de personas, desarrollados bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo. Actualmente, el FBI está creando la base de datos biométricos más grande del mundo (huellas dactilares, escaneo retinal, contraste de formas, contraste de cicatrices, patrones de postura, dicción y gestos, etc), que contiene actualmente 55 millones de huellas dactilares.»[3]Guerra Global

Además, las perspectivas de guerra están aumentando con la profundización de la crisis económica. Cabe señalar que, históricamente, cuando los imperios se encuentran en decadencia, aumenta la violencia internacional. La envergadura de una depresión mundial y la empresa de reestructurar completamente la economía política global podrian también exigir y producir una guerra mundial que sirva de catalizador para la formación del Nuevo Orden Mundial.

El documento del Consejo Nacional de Inteligencia, Tendencias Globales 2025, declaró que existe la probabilidad de que aumente el riesgo de una guerra nuclear, o a lo menos, el uso de armas nucleares en 2025, «en enfrentamientos de baja intensidad como entre India y Pakistán que continuarán ampliando el espectro de que tales acontecimientos puedan escalar hacia un conflicto mayor entre las potencias nucleares.» [4]

El informe también predice un resurgimiento de la política exterior mercantilista de las grandes potencias en competencia por los recursos, lo que «podría dar lugar a conflictos entre los estados si los líderes de los gobiernos consideran que asegurar el acceso a los recursos energéticos es esencial para mantener la estabilidad interna y la supervivencia de su régimen». En particular, «Asia Central se convertirá en una zona de intensa competencia internacional por el acceso a la energía.» [5]

Además, «el África subsahariana seguirá siendo la región más vulnerable de la Tierra en términos de desafíos económicos, estrés poblacional, conflictos civiles e inestabilidad política. La debilidad de los estados con problemas y las relaciones entre los estados y las sociedades probablemente experimenten cambios importantes de forma lenta en las expectativas de la región durante los próximos 20 años a menos que exista un firme compromiso internacional y, a veces, intervención. El sur de África seguirá siendo la sub-región más estable y prometedora a nivel político y económico». Esto parece sugerir que habrá muchos más casos de «intervención humanitaria», probablemente bajo los auspicios de una organización internacional occidental dominante, como las Naciones Unidas. También existirá un «retroceso» democrático en los países africanos más poblados, y que, «la región será vulnerable a conflictos civiles y complejas formas de conflicto interestatal – con milicias fragmentadas a por divisiones étnicas o de otro tipo, un control limitado de las zonas fronterizas, e insurgentes y grupos delictivos atacando a civiles desarmados en países vecinos. África Central presentará los más casos preocupantes, incluyendo el Congo-Kinshasa, Congo-Brazzaville, la República Centroafricana y Chad. «[6]

En 2007, el Ministerio de Defensa británico publicó un informe en el que se analizaron las tendencias futuras en el mundo. Entre muchas de las cosas que predijo para 30 años más: «Chips de información implantados en el cerebro. Armas de pulso electromagnético. Clases medias cada vez más revolucionarias, pasando a tomar el papel del proletariado de Marx. La población de los países del Oriente Medio aumentando cerca de un 132%, mientras en Europa la fecundidad desciende en picada. ‘Flashmobs’ – grupos movilizados rápidamente por bandas criminales o grupos terroristas.»

Asimismo, informó que, «El desarrollo de armas de neutrones que destruyen organismos vivos, pero no construcciones» podrían ser el arma escogida para limpiezas étnicas extremas en un mundo cada vez más poblado». El uso de plataformas de armas no manejadas permitiría la aplicación de la fuerza letal sin intervención humana, planteando aspectos legales y éticos como consecuencia». El «uso explícito» de armas químicas, biológicas, radiológicas, y de armas y dispositivos nucleares lanzados por vehículos no tripulados o misiles». Además, «un «chip de información» implantable podría estar conectado directamente al cerebro. Una creciente penetración de la tecnología informática en las comunicaciones permitirá a estados, terroristas o criminales, movilizar «flashmobs», desafiando a las fuerzas de seguridad para unir este potencial de agilidad a la capacidad de concentración rápida de fuerzas en un área reducida».

En cuanto a los problemas sociales, «La clase media podría convertirse en una clase revolucionaria, tomando el papel previsto por Marx para el proletariado.» Curiosamente, «La tesis se basa en una creciente brecha entre las clases medias y los súper-ricos, por un lado, y una creciente clase baja urbana que amenaza el orden social: “La clase media mundial podría unirse, usando el acceso a sus conocimientos, recursos y competencias para dar forma a los procesos transnacionales bajo su propio interés de clase». El marxismo también podría reaparecer, se dice, a causa de la desigualdad global. Una mayor tendencia hacia el relativismo moral y los valores pragmáticos animará a la gente a buscar el «santuario proporcionado por sistemas de creencias más rígidos, incluyendo la ortodoxia religiosa y las ideologías políticas doctrinarias, como el populismo y el marxismo».»

El informe también prevé que, «La globalización puede conducir a niveles de integración internacional que ayuden de manera efectiva a terminar con las guerras entre estados. Sin embargo, esto puede dar lugar a «conflictos entre comunidades» – comunidades con intereses compartidos que trascienden las fronteras nacionales y recurran al uso de la violencia» [7].

La RAND Corporation, un think tank ligado al Pentágono, vinculado al Grupo Bilderberg, la Comisión Trilateral y el Council on Foreign Relations, apareció con una solución a la crisis financiera en octubre de 2008: Estados Unidos debe iniciar una gran guerra. Medios de comunicación chinos informaron de que la RAND «presentó una propuesta estremecedora al Pentágono en la que presionó por iniciar una guerra contra una gran potencia extranjera en un intento por estimular la economía estadounidense y prevenir una recesión.» Además, «el país de destino tendría que ser un gran potencia influyente», y medios de comunicación chinos «especularon que el objetivo de la nueva guerra probablemente sería China o Rusia, pero que también podría ser Irán u otro país del Medio Oriente.»[8]

Gerald Celente, director general de Trend Research Institute, y el más respetado pronosticador de tendencias en Estados Unidos, ha dado la voz de alerta sobre las tendencias venideras de los próximos años. Habiendo predicho el crash de la bolsa de 1987, la caída de la Unión Soviética, la burbuja punto-com y la burbuja inmobiliaria de 2008, estas previsiones no deben tomarse a la ligera.

Celente dijo a Fox News que, “Estados Unidos en 2012 se convertirá en una nación subdesarrollada, con una revolución caracterizada por motines por alimento, ocupaciones ilegales, rebeliones fiscales, marchas de trabajadores, y que las fiestas se enfocarán más en buscar alimentos, no regalos.» Dijo que esto será «peor que la Gran Depresión.» En otra entrevista, Celente dijo que, «Habrá una revolución en este país» y, «Esto no va a progresar, pero va a ir cayendo y en esa línea es que vamos a tener un tercer partido y ése será el catalizador para lo siguiente: el asalto del poder de Washington, DC, a plena luz del día, por Wall Street, mediante un golpe incruento. Y que tendrá lugar tan pronto como las condiciones sigan empeorando.» Además, explicó, «Lo primero que hay que hacer es organizar rebeliones fiscales. Esas van a ser grandes porque la gente no puede pagar más impuestos en la escuela, impuestos a la propiedad, o cualquier tipo de impuesto. Vas a empezar a ver cómo se desarrollan ese tipo de protestas». [9]

En junio de 2009, Gerald Celente señaló que, «Las medidas adoptadas por los sucesivos gobiernos para salvar a la politiquería corrupta, moralmente en quiebra y físicamente decrépita, del gigantesco colapso sólo han servido para acelerar su desaparición. Si bien este deceadencia se ha desarrollado desde hace décadas, la aceleración de políticas desastrosas por parte de la actual administración están llevando los Estados Unidos – y a gran parte del mundo – hacia el punto de no retorno». La próxima catástrofe, a la que Celente califica de «Obamageddon», se convertirá en la «Depresión más Grande». [10]

En mayo de 2009, Celente pronosticó que una cuestión importante es la «burbuja del rescate», que es más grande que la burbuja punto-com o la burbuja inmobiliaria que le precede, y esta constituida por 12,8 trillones de dólares. Afirma que con la explosión de esta burbuja, la siguiente tendencia será lo llama «iluminación fascista» y que será seguida por la guerra [11]. Declaró que, «esta burbuja será la última. Después del reventón final de la burbuja del rescate, nos preocupa que el gobierno pueda llevar a la nación a la guerra. Es un precedente histórico que se ha puesto en juego una y otra vez.» Detalló que, «Así, no es que el dólar vaya a sobrevivir. Es posible que ni siquiera sobreviva. Mira el enredo alemán después de la Primera Guerra Mundial. Dio origen a la Segunda Guerra Mundial y al fascismo. La próxima guerra será peleada con armas de destrucción masiva.»[12]

El Proyecto Imperial

La guerra no debe ser entendida como un fenómeno reciente para acelerar el capitalismo a través de la expansión y la transición, ya que ha sido un asunto constante a lo largo de la historia del capitalismo. La noción de «imperialismo excedente» es lo que describe la función y el papel de la guerra y el militarismo en el capitalismo. El concepto se construye en torno a la función de «guerra constante».

Ellen Wood explica el concepto de «imperialismo excedente», en que «la dominación ilimitada de una economía capitalista global, y de los múltiples estados que la administran, requiere de una acción militar sin fin, en propósito o tiempo.» [13] Además, «La dominación imperial en una economía capitalista global requiere de un delicado y contradictorio equilibrio entre el mantenimiento de la supresión de la competencia y las condiciones en que compiten las economías y los mercados que generan beneficios. Esta es una de las más fundamentales contradicciones del nuevo orden mundial»[14].

Poco después de que George Bush padre declarara en 1991 que un «nuevo orden mundial se aproxima ante nuestros ojos», la comunidad estratégica norteamericana estableció una nueva estrategia para Estados Unidos en el mundo. Surgió por primera vez en 1992, con la Defence Planning Guidance (Guía de Planificación de la Defensa). The New York Times destapó la historia, informando que, «En una nueva declaración de política general que se encuentra en su etapa de redacción final, el Departamento de Defensa afirma que la misión política y militar de Estados Unidos en el período posterior a la Guerra Fría será la de garantizar que no se permitia la aparición de ninguna superpotencia en Europa Occidental, Asia o los territorios de la antigua Unión Soviética», y que, «El documento clasificado esboza el caso de un mundo dominado por una única superpotencia, cuya posición puede ser perpetuada con una conducta constructiva y suficiente poder militar para disuadir a cualquier nación o grupo de naciones que desafíe la primacía de Estados Unidos».

La principal figura que delineó esta política fue el Subsecretario de Políticas del Pentágono, Paul Wolfowitz, quien más tarde se convertiría en subsecretario de Defensa de la administración de George W. Bush, así como en Presidente del Banco Mundial. Wolfowitz es también miembro del Grupo Bilderberg, la Comisión Trilateral, el Council on Foreign Relations, y es actualmente becario del American Enterprise Institute, un think tank neo-conservador.

El documento hace hincapié «en el uso de la fuerza militar, si es necesario, para prevenir la proliferación de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva en países como Corea del Norte, Irak, algunas de las repúblicas herederas de la Unión Soviética y Europa», y que, «Lo que es más importante, señala, es «la noción de que el orden mundial es sustentado por Estados Unidos» y «Estados Unidos debe estar en posición de acción independiente, cuando la acción colectiva no pueda ser coordinada» o en una crisis que demande una respuesta rápida.» Además, «el nuevo borrador, esboza un mundo en el que existe un único poder militar dominante cuyos dirigentes deben controlar los mecanismos para disuadir a competidores potenciales, incluso a los aspirantes a un mayor papel regional o mundial».» Entre los desafíos necesarios para la supremacía estadounidense, en el documento «propone guerras regionales contra el Irak y Corea del Norte», e identificó a Rusia y China como sus principales amenazas. Además, «sugiere que Estados Unidos también podría considerar la posibilidad de extender compromisos de seguridad a naciones de Europa Central, similares a los otorgados a Arabia Saudita, Kuwait y otros estados árabes a lo largo del Golfo Pérsico.» [15] El Secretario de Defensa al momento de escribirse el documento era nada menos que Dick Cheney.

Cuando George Bush padre fue remplazado por Bill Clinton en 1993, los halcones neo-conservadores de la administración Bush conformaron un grupo llamado Proyecto para el Nuevo Siglo Americano o PNAC. En 2000, publicaron un informe llamado Reconstruyendo las Defensas de América: Estrategia, Fuerzas y Recursos para un Nuevo Siglo. Diseñado bajo la Guía de Planificación de Defensa, declara que «Estados Unidos debe mantener fuerzas lo suficientemente capaces de desplegarse rápidamente y ganar múltiples guerras simultáneas a gran escala», [16] que existe «necesidad de mantener suficientes fuerzas de combate para luchar y ganar en, múltiples, y casi simultáneos teatros de guerras mayores», [17] y que» el Pentágono tiene que empezar a calcular la fuerza necesaria para proteger de manera independiente, los intereses de Estados Unidos en Europa, Asia Oriental y el Golfo en todo momento.»[18] Además, «Estados Unidos durante décadas ha tratado de desempeñar un papel más permanente en la seguridad regional del Golfo. Si bien el conflicto no resuelto con Irak proporciona la justificación inmediata, la necesidad de una presencia importante en el Golfo trasciende la cuestión del régimen de Saddam Hussein.» [19] En la descripción de la necesidad de aumentar masivamente el gasto militar, la rápida expansión fuerzas armadas y «tratar» con amenazas, tales como Irak, Irán y Corea del Norte, establecen que, además, el proceso de transformación, incluso si trae cambios revolucionarios, es probable que sea largo, de no existir algún acontecimiento catastrófico de catalizador – como un nuevo Pearl Harbor.» [20]

Zbigniew Brzezinski, co-fundador de la Comisión Trilateral de David Rockefeller, ex Asesor de Seguridad Nacional y arquitecto clave de política exterior en la administración de Jimmy Carter, también escribió un libro sobre geoestrategia norteamericana. Brzezinski también es miembro del Council on Foreign Relations, el Grupo Bilderberg, y ha sido miembro del consejo de Amnistía Internacional, el Consejo Atlántico y la National Endowment for Democracy. Actualmente es administrador y asesor del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un importante think tank de la política norteamericana.

En su libro de 1997, El Gran Tablero de Ajedrez, Brzezinski esboza una estrategia para los Estados Unidos en el mundo. Él escribió, «Para Estados Unidos, el principal premio geopolítico es Eurasia. Durante medio milenio, los asuntos del mundo han estado dominados por las potencias de Eurasia y por los pueblos que lucharon entre sí por el dominio regional para conseguir el poder mundial.» Además, «el cómo Estados Unidos ‘gestione’ Eurasia es crítico. Eurasia es el continente más grande del mundo y es geopolíticamente axial. Un poder que domine Eurasia controlaría dos de las tres regiones más avanzadas y económicamente productivas. Un simple vistazo al mapa también sugiere que el control de Eurasia casi automáticamente implicaría la subordinación de África.»[21] Brzezinski explicó que, «el ejercicio del poder no es un objetivo que guíe la pasión popular, excepto en condiciones donde exista una amenaza repentina o un desafío a la sensación de bienestar interno de la población. La auto negación económica (es decir, el gasto de defensa) y el sacrificio humano (bajas, incluso entre los soldados profesionales) que se requieren en el esfuerzo son irreconciliables con los instintos democráticos. La democracia es enemiga de la movilización imperial.»[22] Brzezinski también esboza que Rusia y China, en cooperación con Irán y, posiblemente, con Pakistán, son la coalición más importante que podría desafiar la hegemonía norteamericana.

Con la administración de George W. Bush, los halcones de guerra neo-conservadores pusieron en práctica los planes de sus documentos de estrategia imperial norteamericana. Esto estableció la doctrina Bush, que abogaba por «un derecho exclusivo y unilateral de ataque preventivo, en cualquier momento y en cualquier lugar, sin restricciones de acuerdos internacionales, a fin de garantizar que «nuestras fuerzas sean lo suficientemente fuertes como para disuadir a posibles adversarios de que se reconstruyan militarmente con la esperanza de superar, o igualar, el poder de los Estados Unidos».» [23]

En 2000, el Pentágono dio a conocer un documento denominado Visión Conjunta 2020, que esbozó un proyecto para lograr lo que denominan «Dominio de Espectro Completo», como modelo para el Departamento de Defensa en el futuro. «El dominio de espectro completo, representa la capacidad de las fuerzas de EEUU de operar solas o con aliados, para derrotar a cualquier adversario y controlar cualquier situación en todo el abanico de las operaciones militares». En el informe «se aborda el dominio de espectro completo en toda la gama de conflictos que van desde la guerra nuclear pasando por grandes teatros de guerra hasta contingencias de pequeña escala. También abordan situaciones amorfas como el mantenimiento de la paz y la ayuda humanitaria no combativa.» Además, «El desarrollo de una red mundial de información proporcionará el ambiente para la superioridad en las desiciones.»[24]

La Guerra contra el Terrorismo, como guerra de enemigos invisibles y fronteras sin límites, es una verdadera guerra mundial, marcando una etapa importante en la evolución constante del «imperialismo excedente» del imperio estadounidense. El ejército de los Estados Unidos, al tiempo que se utiliza como un vehículo para el excedente imperialista; lo es también para la creación, mantenimiento y expansión de la OTAN. La OTAN está ampliando su papel en el mundo. Las guerras en Yugoslavia tras la caída de la Unión Soviética se utilizaron para legitimar la continuación de la existencia de la OTAN, que se creó para disponer de una alianza contra la URSS. Cuando la URSS desapareció, también lo hizo el propósito de la OTAN, hasta que encontró una nueva vocación: convertirse en un policía global. La OTAN ha iniciado su primera gran guerra en Afganistán y su expansión en Europa Oriental está cercando a Rusia y China.

Ivo Daalder, representante de Estados Unidos ante la OTAN, también integrante de alto rango de la Brookings Institution y miembro del Council on Foreign Relations, escribió un artículo en Foreign Affairs en el que abogó por una «OTAN global» para «abordar los retos mundiales del día a día». [25] En abril de 2009, la OTAN comenzó a revisar su Concepto Estratégico, “a fin de mantenerse como actor en el ambiente cambiante de la seguridad», y que, «Los líderes prevén a los ciber-ataques, la seguridad energética y al cambio climático como las nuevas amenazas de la OTAN, lo que significaría grandes cambios en las operaciones futuras de la OTAN.» [26] Desde 2008, la OTAN ha vuelto a reconsiderar su estrategia y pasó a una doctrina de guerra nuclear preventiva. [27]

Como George Orwell escribió en 1984, «La guerra no se hace para ser ganada, está destinada a ser continua. La sociedad jerárquica sólo es posible sobre la base de la pobreza y la ignorancia. Esta nueva versión ya es el pasado y no ha existido ningún pasado diferente. En principio, el esfuerzo de guerra siempre se planifica para mantener la sociedad al borde de la inanición. La guerra se libra por el grupo gobernante en contra de sus propios súbditos y su objetivo no es la victoria sobre Eurasia o Asia Oriental, sino mantener intacta la estructura misma de la sociedad.»

La Revolución del Nuevo Orden Mundial

El nuevo sistema a ser formado no es uno basado en ninguna noción de competencia o de “libre mercado” o de «moral socialista», sino que, en lugar de eso, será un sistema basado en la consolidación del poder y la riqueza; entonces, mientras menos, mejor; un solo gobierno, un solo banco central, un solo ejército, una sola moneda, una sola autoridad, un solo gobernante. Es un sistema mucho más «eficiente» y «controlable» y, por tanto, requiere de mucha menor población o clases para funcionar, así como de una población mucho menor a su servicio. Además, con un sistema de este tipo, una población mundial reducida sería ideal para los gobernantes, ya que limitan sus riesgos, en términos de rebeliones, insurrecciones, y revoluciones, y crea una población más maleable y manejable. En este nuevo sistema capitalista, el objetivo final no es el beneficio, sino el poder. En cierto sentido, esta es la forma en que el sistema capitalista ha funcionado en su conjunto, ya que los beneficios siempre han actuado como palanca y medio para alcanzar el poder. El poder en sí mismo es el objetivo, el beneficio se limita a ser un medio para lograr ese objetivo.

Poco después del surgimiento del sistema capitalista, aparecieron los bancos centrales. Fue a través del sistema del banco central que las figuras e individuos más poderosos en el mundo fueron capaces de consolidar el poder, controlando tanto la industria como los gobiernos. A través de los bancos centrales, estos personajes hundieron las economías, destruyeron las industrias y, por tanto, los beneficios; dejando los países en bancarrota y quebrantando sus estructuras políticas, destruyendo la base para el ejercicio del poder, pero al hacerlo, consolidan su autoridad sobre los gobiernos y la industria, eliminando la competencia y la eliminando la disidencia. Son estas personas las que han desempeñado los papeles más grandes en la configuración y reconfiguración del sistema capitalista, y son las principales figuras de la actual reorganización del orden mundial.

Sin embargo, esa es la naturaleza de las personas cuyas vidas giran en torno a la adquisición y ejercicio del poder. Como dice el refrán, «El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.» Aquellos que están motivados por la ambición de poder eliminan y remueven, a menudo, a todos a los que les ayudaron a alcanzar su posición. Hitler realizó la Noche de los Cuchillos Largos, con la que hizo una serie de ejecuciones políticas, dirigidas contra figuras prominentes de la SA, que habían ayudado a Hitler a llegar al poder. Stalin, del mismo modo, también purgó a la Unión Soviética de aquellos que le ayudaron en su ascenso al poder.

El poder modifica la psicología de la persona que lo retiene. Es una condición muy solitaria, en la que, una vez que se consigue el poder, y cuando no hay mas poder que ganar, la conservación del poder se convierte en obsesión, y con ello, llega la paranoia de perderlo. Esta es la razón por la que los que ayudan a los poderosos a tener más poder están condenados a un destino que es similar o peor que aquellos que luchan contra ese poder. Esto, en última instancia, es la razón por la que es inútil unir fuerzas con esos sistemas de poder, o aliarse uno mismo con figuras tan poderosas.

El poder es un cáncer, que va devorando a su huésped. Cuanto mayor sea el poder, el cáncer crece más, y más maligno se vuelve. Cuanto menos poder resida en manos las de las personas, menos posibilidades hay para el desarrollo de ese cáncer, o para que se convierta en algo maligno. El poder debe ser compartido entre todas las personas, porque el riesgo de portarlo, por lo tanto, se convierte en un riesgo para todos, y existe un mayor grado de cooperación, apoyo, y también existe una manera más eficiente y eficaz a través de la cual cualquiera puede actuar como garante contra el abuso de poder.

Fundamentos Teóricos de la Revolución Global

Actualmente, somos testigos, a raíz de la tremenda crisis económica, de una revolución en la economía política global. Esta revolución, como todas las revoluciones, no es simplemente una revolución de arriba hacia abajo, o de abajo hacia arriba. Históricamente, las revoluciones son impulsadas por una combinación de ambas, la base y la élite. A menudo, esto se materializa en enfrentamientos entre los grupos sociales, como es el caso de la Revolución Norteamericana. Aunque si bien, la Revolución Norteamericana fue librada principalmente por la aterrizada élite norteamericana contra la élite imperial extranjera de Gran Bretaña. La Revolución Francesa fue resultado de una de la élite aristocrática y bancaria cooptando, manipulando y controlando a la oposición contra el orden establecido. La Revolución Rusa, que también fue capaz de dar cuenta del aumento de tensiones sociales entre las clases más bajas, fue robada por la élite bancaria internacional.

Actualmente, la élite transnacional está bastante consciente de las crecientes tensiones sociales existentes en la mayoría del mundo. A medida que la crisis se profundice, las tensiones aumentarán, y las posibilidades de rebelión y revolución desde abajo irán en creciente aumento. Gobiernos de todo el mundo, en particular en los países industrializados occidentales están construyendo gigantescos Estados Policiales de vigilancia y control de la población, preparándose activamente para implementar la ley marcial y el control militar en caso de que se presente una situación como esa.

Sin embargo, la élite transnacional está llevando a cabo su propia revolución desde arriba. Esta revolución es la que abarca la reestructuración de la economía política global a través de su crisis económica orquestada.

La teoría político-económica Neo-Gramsciana nos puede ayudar a entender cómo esta revolución ha sido y está siendo llevada a cabo actualmente. La EPI (Economía Política Internacional) Neo-Gramsciana surgió en la década de 1980 dentro del campo de la teoría crítica. En mayor medida basada en los escritos del marxista italiano, Antonio Gramsci, centra su foco de atención en el análisis el poder, el orden y estructura mundial. Existen muchos análisis en la teoría neo-gramsciana sobre la naturaleza y la estructura de la clase capitalista transnacional. Dentro de los análisis de la clase transnacional, la teoría neo-gramsciana también hace hincapié en los conceptos de hegemonía y resistencia, o contra-hegemonía.

El concepto gramsciano de hegemonía difiere de otras perspectivas del mismo, en particular con el del principal, la Economía Política Global. El concepto gramsciano de hegemonía no se centra simplemente en la utilización del poder del Estado para ejercer el poder, sino que define a la hegemonía como un sistema de poder doble, ya que requiere tanto de la coerción como del consentimiento. El consentimiento es clave, ya que implica el consentimiento activo de los grupos «subalternos» o «subordinados» (en otras palabras, la gran mayoría de la población mundial), para ser sumisos al sistema por sí mismos. Esta hegemonía se construye en torno a la noción del conformismo, por lo tanto, el conformismo es el consentimiento activo a la hegemonía. Por conformista, uno se somete al sistema y toma su lugar dentro del mismo. Este es también un concepto internacionalizado, donde esta hegemonía ya radica no en una nación, sino que es transnacional, y respaldada por la amenaza de la fuerza coercitiva.

En el debate respecto a la resistencia contra la hegemonía, o contra-hegemonía, Gramsci identificó dos formas de resistencia, la guerra de posiciones y de la guerra de movimientos. Robert Cox, el más conocido de los teóricos neo-gramscianos, analizó cómo Gramsci define estos conceptos mediante la comparación de las experiencias de Rusia con la Revolución Bolchevique, frente a las experiencias de Europa occidental. Como explicó Cox, «La diferencia básica entre Rusia y Europa occidental estaba centrada en la correlación de fuerzas del Estado y la sociedad civil. En Rusia, el aparato administrativo y coercitivo del Estado era formidable, pero demostró ser vulnerable, mientras que la sociedad civil era débil. Un grupo relativamente pequeño de trabajadores dirigido por una clase disciplinada de vanguardia fue capaz de desbordar el estado en una guerra de movimientos y atrapó sin ninguna resistencia efectiva al resto de la sociedad civil.»[28]

Por lo tanto, una guerra de movimiento se caracteriza por una pequeña vanguardia que busca tomar el poder y derrocar el Estado. «En Europa occidental, por el contrario, la sociedad civil, bajo la hegemonía burguesa, era mucho más desarrollada y tomó múltiples formas. Una guerra de movimientos podía ser concebida, en condiciones excepcionales de agitación, permitiendo que una vanguardia revolucionaria tomara el control del aparato estatal, pero debido a la resistencia de la sociedad civil, una explosión de ese tipo a largo plazo estará condenada al fracaso.» Como él mismo Gramsci señaló, «En Rusia, el Estado lo era todo, la sociedad civil era primigenia y gelatinosa; en Occidente, hubo una adecuada relación entre el Estado y la sociedad civil, y cuando el Estado tembló, se reveló una robusta estructura de la sociedad civil.» [29]

En este caso, una guerra de movimientos era imposible de conseguir en Europa occidental, y por lo tanto, «La estrategia alternativa es la guerra de posiciones que va acumulando lentamente la fuerza de las bases sociales de un nuevo estado. En Europa occidental, la lucha tiene que ser ganada en la sociedad civil antes que un asalto al Estado pueda tener éxito.» Esta empresa es enorme, por decir lo menos, ya que implica la necesidad de, “crear otras instituciones y otros tipos de recursos intelectuales dentro de la sociedad existente, y construir puentes entre los trabajadores y otras clases subordinadas. Representa la construcción activa de contra-hegemonía en un ambiente de resistencia a la hegemonía, mientras existen presiones y tentaciones de recaída con el fin de incrementar los beneficios para los grupos dentro del marco de la hegemonía burguesa.» En otras palabras, se trata de un «estrategia revolucionaria de largo alcance», en contraposición a la socialdemocracia, que es «una política de obtener ganancias dentro del orden establecido.» [30]

Sin embargo, quiero aprovechar el concepto y la noción de «guerra de posiciones» y volver a imaginarla, no como un medio de contra-hegemonía, sino como un medio de hegemonía supranacional. Esta no es una guerra de posiciones por parte de un grupo de contra-hegemónicos (oposición popular, etc), sino más bien una guerra de posiciones por parte de una arraigada elite internacional, o de un grupo hegemónico supranacional. Supra es el latín para «arriba», lo que implica que este grupo está por encima de la hegemonía, al igual que las instituciones supra-nacionales (como la Unión Europea) están por encima de las naciones. Esta es la élite de la élite, más allá de las elites nacionales, y que compone el estrato superior de la jerarquía dentro de la superclase transnacional. En términos de composición, este grupo es el de los acaparadores banqueros internacionales, dinastías de familias bancarias como los Rothschilds y los Rockefeller, que controlan las principales instituciones bancarias del mundo que, a su vez, controlan el sistema internacional de los bancos centrales. Su poder centralizador se representa en el Banco de Pagos Internacionales.

Me referiré a este grupo como el Cártel Global. Este cártel ha usurpado la autoridad y el poder mundial a través de una progresiva guerra de posiciones que abarca varios siglos. La Paz de Westfalia, firmada en 1648, constituida por dos tratados, creó el concepto de Estado-Nación y soberanía estatal dentro de Europa Occidental. El feudalismo dominó a Europa desde la época medieval hasta del siglo XVI, y fue poco a poco sustituido por el capitalismo emergente. Los grandes imperios europeos, desde el siglo XV, prosiguieron la construcción imperial, como por ejemplo con la trata transatlántica de esclavos y la expansión en las Américas. Esto construyó la primera economía verdaderamente global. Los imperios trabajaron para y bajo el servicio de las monarquías que los supervisaron.

Fue con la fundación del Banco de Inglaterra en 1694 que un grupo de banqueros tomó el control de los principales imperios europeos. Gran Bretaña se convirtió en el imperio dominante, experimentando la Revolución Industrial antes que cualquier otra nación, y se convirtió en un poder hegemónico mundial. Con la Revolución Francesa, los banqueros europeos se hicieron cargo de otro gran imperio a través de la creación del Banco de Francia y, entonces se financiaron y beneficiaron de todos las bandos enfrentados en cada una de las principales guerras, expandiendo el alcance imperial.

A través de la expansión del sistema del banco central, un grupo muy concentrado de banqueros europeos fue capaz de controlar a las principales naciones del mundo. La mayor parte de la historia de Estados Unidos fue la historia de la batalla de una República contra el banco central. Finalmente, los banqueros usurparon la autoridad monetaria con la creación de la Reserva Federal, erigiendo y creando el imperio estadounidense.

Fue en el siglo XX que la guerra de posiciones del cártel se hizo más evidente. A medida que el mundo se fue globalizando, también lo hizo la guerra de posiciones. Las dinastías bancarias más poderosas fundaron filantropías, como la Fundación Carnegie y las Fundaciones Rockefeller y Ford. Estas organizaciones moldearon la sociedad civil en los Estados Unidos y consiguieron dar alcances internacionales a sus intereses. Mediante el establecimiento de think thanks como el Royal Institute of International Affairs (RIIA) en Gran Bretaña y el Council on Foreign Relations (CFR), en los Estados Unidos, fueron capaces de unir y centralizar al establishment comunicacional, intelectual, académico, estratégico, militar, económico y político bajo la influencia del cártel. Este cártel siguió expandiéndose a través de organizaciones como el Grupo Bilderberg y la Comisión Trilateral.

Centralizar y controlar el debate y la discusión dentro de estos vitales reinos socio-político-económicos fue un componente esencial para la institucionalización de la hegemonía, como la entiende Gramsci, en que el cartel utilizó su hegemonía monetaria y financiera (control de la impresión y el valor de la moneda) para estimular el consentimiento activo de las elites socio-político-económicas. Las elites nacionales dieron su consentimiento a la hegemonía del cártel, cuya hegemonía coercitiva radica en su capacidad para destruir una economía nacional a través de la política monetaria.

Esta hegemonía, por coerción o por consentimiento, instalada dentro de la misma élite, facilitó la guerra de posiciones del cartel para promover sus intereses y proceder con su revolución gradual. El objetivo de este cártel, al igual que el de los muchos tiranos y personas que tuvieron sed de poder antes que ellos, es la dominación del mundo. Los banqueros no comandan ningún ejército, no lideran a ninguna nación, ni motivan a ningún pueblo. Su influencia radica en el cooptar comandantes, controlar dirigentes, y manipular motivaciones.

Por lo tanto, era absolutamente necesario para el cártel llevar a cabo su objetivo final de dominio mundial y gobierno mundial a través de una guerra de posiciones, ya que ninguna persona, entregaría una nación, o estaría motivada a ayudar a cualquier banquero a lograr sus objetivos egoístas. En lugar de ello, debieron usurpar el poder incrementalmente, controlando el dinero, comprando a los políticos, controlando las economías, construyendo imperios, maquinando guerras, moldeando a la sociedad civil, controlando a la oposición, tomando las instituciones educativas y, en última instancia, controlando el pensamiento.

Conclusión

Como George Orwell escribió: «El poder no es un medio, es un fin. Uno no establece una dictadura para proteger una revolución; uno hace la revolución para establecer una dictadura. El objetivo de la persecución es la persecución. El objetivo de la tortura es la tortura. El objetivo del poder es el poder.»

Un mayor número de personas que piensen por sí mismas, es lo peor para el cártel. Personas, individuos con libertad de pensamiento, son la mayor amenaza a este cártel y su guerra de posiciones. Ese es el porqué la respuesta y la solución para exponer la guerra de posiciones supra-hegemónica, desafiando y triunfando sobre el Nuevo Orden Mundial, radica en el libre-pensamiento individual. El desafío es global y globalizado, la solución es local y localizada. El problema es la conformidad y el control del pensamiento, la respuesta es la individualidad y el libre pensamiento.

Mientras la humanidad se enfrenta a estas crisis monumentales que según parece, por su alcance y tamaño, nunca hemos enfrentado antes, también estamos frente a las mayores oportunidades para un último cambio en la dirección correcta. Mientras que las personas son controladas y manipuladas por medio de la crisis y el desorden, también se puede despertar a la gente al ver la necesidad de conocimiento y pensamiento crítico. Cuando la vida es puesta en el desorden y el caos, a veces, la observación, la información y el conocimiento se vuelven importantes en la comprensión de cómo se llegó a esa situación, y cómo se puede salir de ella.

Teniendo esto presente, al tiempo que nos enfrentamos al potencial de la mayor batalla a la que jamás se haya enfrentado la humanidad, también nos encontramos frente al gran potencial para tener una nueva Ilustración o un nuevo Renacimiento, una época de pensamiento nuevo, vida nueva, potenciales nuevos, y paz. No importa cuánto crean las elites que controlan a todas las cosas, la vida tiene una de manera de darse cuenta que existen cosas que escapan al control de las personas. Junto a cada acción, viene una reacción igual y opuesta.

Puede que no alcancemos una nueva era de racionalidad y paz antes de pasar por una nueva era de opresión y guerra. De hecho, la primera no puede ser posible sin la segunda. La gente debe despertar de su letargo, y su inmersión en la sociedad consumista y de cultura pop, distracciones, y despertar frente a la malevolencia de los sistemas mundiales y a las maravillas de la vida y sus potencialidades. A través de la crisis, viene el control, a través del control, viene el poder, a través de poder, viene la resistencia, a través de la resistencia, viene la reflexión, a través de la reflexión, viene el potencial; a través del potencial, viene la paz.

Podemos muy bien estar entrando al orden más opresivo y destructivo que el mundo nunca haya visto, pero desde sus ruinas y cenizas, que son tan inevitables como las mareas y tan seguras como el sol que se levanta, podremos ver el surgimiento de una verdadero orden mundial de paz, en el que veremos los triunfos de la individualidad fusionándose con los intereses de la mayoría; un orden mundial de los pueblos; un orden de paz para todos. Tenemos que mantener, como Antonio Gramsci escribiera alguna vez, «pesimismo del intelecto, optimismo de la voluntad.»

Original en: Global Research

Problema, Reacción, Solución: «La Crisis es una Oportunidad»En mayo de 2010, Dominique Strauss-Kahn, Director Gerente del FMI, declaró que, «la crisis es una oportunidad», y pidió «una nueva moneda global emitida por un banco central global, con una gobernanza sólida y características institucionales», y que el «banco central global también podría obrar de prestamista de último recurso.» Sin embargo, dijo, «me temo que aún estamos muy lejos de ese nivel de colaboración global.» [1] Bueno, quizás no tan lejos como podría parecer.La noción de gobernanza global ha tomado un camino evolutivo hasta el día de hoy, con los actores e instituciones políticos y económicos construyendo incrementalmente el aparato de un gobierno global. En el mundo moderno, la gobernanza global es una red traslapada, entrecruzada y entrelazada de organizaciones internacionales, think tanks, corporaciones multinacionales, naciones, ONGs, fundaciones filantrópicas, alianzas militares, agencias de inteligencia, bancos y grupos de interés. La globalización – un término que se popularizó a finales de 1980 para referirse a expansión global de las corporaciones multinacionales – ha sentado los principios ideológicos e institucionales fundamentales de este proceso. La integración social, económica y política global no se producen al mismo ritmo, sino más bien, la integración económica y la gobernanza a nivel global han estado y seguirán estando por delante de los demás sectores de interacción social humana, tanto en el ritmo y el grado de la integración. En definitiva, la gobernanza económica global marcará el ritmo que seguirá la gobernanza social y política global.

En 1885, Friedrich List, un teórico alemán de la economía mercantilista escribió que cuando se llegara a la integración de una «unión universal o confederación de naciones», «Todos los ejemplos que la historia nos puede mostrar son aquellos en los que la unidad política ha liderado el camino, y la unidad comercial la ha seguido. No existe un solo ejemplo que pueda ser aportado en el que ésta última haya tomado la iniciativa, y creciera desde ahí.»[2] El Siglo XX ha cambiado la tendencia histórica, haciendo que integración económica – la unión – sea seguida por la integración política. El mejor ejemplo de ello es la Unión Europea, que comenzó como una serie de acuerdos comerciales (1951), llevando eventualmente a una comunidad económica (1957), seguida de una unión económica (1993), seguida de una unión monetaria (2002) , y con el reciente Tratado de Lisboa, se encuentra ahora en proceso de implementar el aparataje de una unión política (2009). Mientras que este mismo modelo de gobernanza regional se está desarrollando a escala global en África, Sudamérica, Asia Oriental, los estados árabes del Golfo, y con la integración norteamericana y euro-americana, tiene a la vez lugar a nivel global. Con el establecimiento de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1995, los sistemas de comercio global fueron institucionalmente integrados, mientras que las principales instituciones económicas mundiales del FMI y el Banco Mundial, así como otras, incluyendo el Banco de Pagos Internacionales (BIS), aceleraron su gestión de la economía global.

El proceso de globalización ha consolidado un sistema económico global integrado, y ahora la crisis económica global facilitará la aplicación de la gobernanza económica global: para crear el aparato económico de un gobierno global, incluyendo un banco central global y una moneda global. Este proceso se aceleró de manera exponencial a través de crisis económicas, las cuales crean la necesidad, el deseo, la urgencia y los medios para establecer una estructura de gobernanza económica global, presuntamente con el pretexto de «prevenir crisis económicas» y «mantener» la economía global.

A las mismas instituciones y actores responsables de la creación de la crisis, se les da la tarea de determinar la solución, y les son otorgados entonces el poder y los medios para su aplicación: problema, reacción, solución. Crean un problema para provocar en una reacción particular, para a continuación, proponer una solución predeterminada. Cuando la presión debe ser aplicada a estados individuales que no están siguiendo los dictados de las instituciones de gobernanza global, el mercado se vuelve contra ellos en un bombardeo de la guerra económica, a menudo en forma de especulación con divisas y comercio de derivados. El resultado de esta guerra económica contra una nación es que entonces deba recurrir a estas instituciones globales para que vayan a su rescate: problema, reacción, solución.

La crisis económica global, que en realidad sólo acaba de comenzar, evolucionará en los próximos años en una Gran Depresión de Deuda Global, sumiendo al mundo entero en la mayor catástrofe económica jamás conocida. Este será el catalizador definitivo, la crisis más generalizada, y la mayor «oportunidad» para implementar la formación de un gobierno global. En 1988, The Economist publicó un artículo titulado «Prepárense para el Fénix», donde postula que para el año 2018, existirá una moneda global, a la que denominó «Fénix». La mención del fénix no es para pasar desapercibida, ya que simbólicamente, un fénix muere y de sus cenizas emerge un nuevo fénix. Es el símbolo de la destrucción como forma de creación; la encarnación definitiva de la crisis como una oportunidad. El artículo en The Economist reconoce este noción, con la idea de que el colapso económico y monetario probablemente conducirá a la formación de una moneda global, afirmando que, » Varias alteraciones en las tasas de cambio, unos pocos accidentes más en el mercado de valores y, probablemente, una caída o dos serán necesarias antes de que los políticos estén dispuestos a hacer frente a esa elección.» Además:

Con el paso del tiempo, los daños causados por la inestabilidad monetaria que se va a generar, y las mismas tendencias permitirán que se posicione la utopía de la unión monetaria como posible… El fénix probablemente se gestará como un cóctel de monedas nacionales, así como los Derechos Especiales de Giro lo son hoy. Con el tiempo, sin embargo, su valor frente a las monedas nacionales dejará de importar, ya que la gente lo escogerá para comodidad y estabilidad de su poder adquisitivo. [3]

Esto refuerza aún más la noción de la crisis como una oportunidad, y estableció el deseo de formar una moneda global mucho antes de que cualquier crisis estimulara los llamados oficiales por una. En 2000, Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal, declaró que, «si queremos tener una economía verdaderamente global, una única moneda mundial tiene sentido», y un ejecutivo del Banco Central Europeo afirmó que, «algún día podríamos tener una única moneda mundial», en «un paso hacia la situación ideal de un mundo totalmente integrado.» [4] En 1998, Jeffrey Garten, ex Subsecretario de Comercio para el Comercio Internacional en la Administración Clinton, ex Director General de Lehman Brothers y miembro del Council on Foreign Relations, escribió un artículo para el New York Times en el que pedía la creación de una «Fed global» y señaló que «el mundo necesita de una institución que tenga las manos en el timón económico, cuando los mares se vuelvan tormentosos. Se necesita un banco central global.» [5]

La Crisis Económica Global como Pretexto para la Gobernanza Global

Con el inicio de la crisis económica global en 2008, poderosas figuras políticas y económicas comenzaron a pedir la construcción de sistemas de gobernanza global para gestionar y «prevenir» las crisis. En septiembre de 2008, en medio de la crisis financiera, Garten escribió un artículo para el Financial Times renovando su llamado a un banco central global, que denominó como «Autoridad Monetaria Global.» [6] Un mes más tarde, Garten escribió una artículo para la revista Newsweek señalando que, «los líderes deben comenzar a sentar las bases para el establecimiento de un banco central global.» [7] En el mismo mes, John Mack, CEO de Morgan Stanley, dijo que «podría implementarse una coordinación internacional continua para desbloquear completamente los mercados de crédito y resolver la crisis financiera, incluso mediante la formación de un nuevo órgano global para supervisar el proceso.» [8]

En octubre de 2008, el entonces Primer Ministro del Reino Unido, Gordon Brown, pidió «un nuevo Bretton Woods – construyendo una nueva arquitectura financiera internacional para los próximos años», y que le gustaría «ver al FMI reformado para convertirse en un «banco central global» monitoreando de cerca la economía internacional y el sistema financiero.» [9] El mismo mes, Brown escribió una editorial para el Washington Post donde señaló que este «nuevo Bretton-Woods» debe trabajar hacia la «gobernanza global.» [10]

Ese mes, los banqueros centrales del mundo se reunieron en Washington DC, donde la principal cuestión a la que se enfrentaban era determinar «si es el momento de establecer un «policía» económico global para garantizar que la crisis de 2008 no pueda repetirse», y que cualquier organización con poder policial sobre la economía global tendría que incluir a representantes de todos los países importantes – unas Naciones Unidas de la regulación económica.» Un ex gobernador del Banco de Inglaterra declaró que la respuesta podría estar en el Banco de Pagos Internacionales (BIS), el banco central a los bancos centrales del mundo, que en comparación con el FMI, «es más independiente y está mucho mejor ubicado para hacer frente a esto si se le da el poder para hacerlo.» [11]

La primera cumbre importante del G20 – el grupo de las 20 economías más grandes del mundo – se desarrolló en noviembre de 2008, en medio de la crisis financiera. El G-20 estaba para sustituir al G8 en la gestión de la economía global. Los países miembros son Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, la Unión Europea, Australia, Rusia, Japón, Corea del Sur, Turquía, México, Indonesia, Arabia Saudita, Brasil, Sudáfrica, Argentina, India y China. El Banco Mundial y el FMI también trabajan directamente con el G-20, al igual que el Banco de Pagos Internacionales.

En marzo de 2009, Rusia propuso que la reunión del G20 en abril debía «considerar la posibilidad de crear una moneda de reserva supranacional o una «moneda de supra-reserva», y considerar a los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI para esa facultad[12]. Una semana más tarde, el gobernador del banco central de China propuso la creación de una moneda mundial controlada por el FMI, en sustitución del dólar estadounidense como moneda de reserva global, utilizando también a los DEG del FMI como una cesta de moneda de reserva contra la cual todas las demás monedas serían fijadas [13].

Días después de esta propuesta, el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, ex presidente de la Reserva Federal de Nueva York, dijo al Council on Foreign Relations que, en respuesta a una pregunta sobre la propuesta de China, «en realidad estamos muy abiertos a la sugerencia. Pero usted debe considerar que es más bien una evolución, basándose en la arquitectura actual, que – más que – que movernos hacia la unión monetaria global.» [14]

A finales de marzo un panel de economistas de la ONU recomendó la creación de una nueva moneda de reserva global que sustituya al dólar, y que sea una «moneda de reserva administrada en forma independiente.» [15]

Siguiendo a la Cumbre del G20 de 2009, “se anunciaron planes para implementar la creación de una moneda global que sustituya el rol del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial”. El Punto 19 del comunicado del G20 al final de la Cumbre declaró, «Hemos acordado apoyar una asignación general de DEG, que le inyectará $250bn (£ 170bn) a la economía mundial y aumentará la liquidez global». Los DEG, o Derechos Especiales de Giro, son «una moneda de papel sintético emitida por el Fondo Monetario Internacional.» Como informara el Telegraph, «los dirigentes del G20 han activado el poder del FMI de crear dinero y comenzar una «flexibilización cuantitativa» a nivel global. Al hacerlo, están colocando en juego una moneda mundial de facto. Queda fuera del control de cualquier órgano soberano.»[16] El Washington Post informó que el FMI estaba preparado para transformarse «en unas verdadera Naciones Unidas para la economía global»:

Habría mucha mayor autoridad para actuar como banquero global para gobiernos ricos y pobres. Y con más flexibilidad efectiva para imprimir su propio dinero, tendría la capacidad de inyectar liquidez en los mercados mundiales de una manera limitada alguna vez sólo a los principales bancos centrales, incluyendo la Reserva Federal de Estados Unidos…. es casi seguro que el FMI desempeñe un papel central en la gestión de la economía global. Como resultado, Washington está a punto de convertirse en el centro de poder de la política financiera global, así como las Naciones Unidas siempre han hecho de Nueva York el centro mundial de la diplomacia. [17]

En abril de 2010, el FMI publicó un informe en el que explicó que si bien los DEG ayudarán a «estabilizar» la economía global, «una opción de reforma más ambiciosa sería construir sobre las ideas previas y desarrollar, con el tiempo, una moneda global», pero que es «improbable que se materialice en un futuro próximo en ausencia de un cambio dramático en el apetito por cooperación internacional.» [18] Por supuesto, la agudización de una crisis económica global – una nueva gran depresión – podría generar un «cambio dramático en el apetito por cooperación internacional.»

Mientras que el FMI es empujado a la vanguardia de la agenda por una moneda global, el Banco de Pagos Internacionales (BIS) permanece como la verdadera autoridad en términos de «gobernanza global» en general. Como declarara en 2009 la revista del FMI, Finanzas y Desarrollo, «el Banco de Pagos Internacionales (BIS), establecido en 1930, es el central y más antiguo centro de coordinación de las disposiciones de gobernanza global.» [19] Jean-Claude Trichet, Presidente del Banco Central Europeo (BCE), pronunció un discurso en el Council on Foreign Relations en abril de 2010 donde explicó que, «la significativa transformación de la gobernanza global que estamos desarrollando hoy se ilustra con tres ejemplos»:

En primer lugar, la aparición del G20 como principal grupo de la gobernanza económica global a nivel de ministros, gobernadores y jefes de Estado o de Gobierno. En segundo lugar, el establecimiento del Reunión Económica Global de gobernadores de bancos centrales, bajo los auspicios del BIS como principal grupo para la gobernanza de la cooperación entre bancos centrales. Y en tercer lugar, la ampliación de la Junta de Estabilidad Financiera para incluir a todas las economías de mercado emergentes sistémicas [20].

Al concluir su discurso, Trichet hizo hincapié en que, «la gobernanza global es esencial para mejorar decisivamente la capacidad de recuperación del sistema financiero global.» [21] Al mes siguiente, Trichet habló en el Banco de Corea, donde señaló que, «la cooperación entre bancos centrales es parte de una tendencia más general que está dando nueva forma a la gobernanza global, y que ha sido impulsada por la crisis financiera global,» y que «lo que no es de extrañar es que la crisis ha llevado al reconocimiento aún mejor de su importancia económica creciente y la necesidad de plena integración en la gobernanza global.» Una vez más, Trichet identificó al BIS y sus «diversos foros» – tales como la Reunión Económica Global y la Junta de Estabilidad Financiera – como el «principal canal» para la cooperación entre bancos centrales [22]

La Gran Depresión de Deuda Global

Mientras comentaristas y gobiernos elogiaban la «recuperación económica», el mundo entró en una masiva crisis de deuda global, una verdadera ‘Gran Depresión de Deuda Global’, donde las principales naciones industrializadas del mundo, habiendo contraído deuda excesiva debido a rescates, paquetes de estímulo y décadas de gastos imperiales y bélicos. La trampa de la deuda para esclavizar al «sur global» ha llegado a casa a instalarse. La primera etapa de la «Gran Depresión de Deuda Global» se inició en Grecia, cuando el país estaba tan endeudado que fue necesario buscar ayuda en la forma de un ‘rescate’ del FMI para simplemente pagar los intereses de su deuda. Durante casi una década, el gobierno de Grecia, en connivencia con importantes firmas de Wall Street como Goldman Sachs y JP Morgan Chase ocultó su deuda real en el mercado de derivados, así que cuando un nuevo gobierno llegó al poder en octubre de 2009, heredó una deuda el doble de grande de lo que había anticipado, de 300.000 millones de euros. [23]

A principios de 2010, Grecia solicitó un rescate a la Unión Europea (Banco Central Europeo – BCE) y al FMI a fin de pagar la cuota de interés anual de su deuda. El BCE y el FMI acordaron un préstamo en abril. [24] Grecia, sin embargo, había sido presionada por la UE y el FMI ya que, para recibir un préstamo, debía implementar «medidas de austeridad fiscal» a fin de reducir su déficit, y también para convencer «a los mercados globales» de que podría reducir su déficit. Grecia ha puesto en marcha dos programas de austeridad que incluyen recortes masivos del gasto social y alzas de impuestos. Sin embargo, esto parecía no ser suficiente para la UE, el FMI o los mercados mundiales [25] Mientras Grecia estaba imponiendo «austeridad fiscal» y solicitaba préstamos internacionales, los «mercados globales» se habían volcado contra el país, cuando los derivados – particularmente los Credit Default Swaps (CDS) – fueron utilizados para apostar que Grecia se iría a default con su deuda, lo que hundió al país en crisis. Muchos de los bancos que participaron en este asalto especulativo fueron los mismos que ayudaron a Grecia ocultar su deuda en primer lugar. Por lo tanto, en caso de default por la deuda de Grecia, los especuladores que apostaron contra Grecia comenzarían a beneficiarse, y si ese negocio se hace popular, vuelven más difícil a Grecia el pedir prestado el dinero que necesita para pagar sus intereses. Como un experto explicó: «Es como comprar un seguro de incendio para la casa de su vecino – se crea un incentivo para quemar la casa.» [26]

JP Morgan Chase, Goldman Sachs, y varios otros bancos líderes ayudaron a ocultar la deuda de varios países por toda Europa, todos quienes comenzaron a entrar en una crisis de deuda. [27] Curiosamente, los bancos expandieron rápidamente el uso del comercio de derivados no sólo a Grecia, sino que a España y Portugal también, «mientras las preocupaciones por las deudas de esos países movieron a mercados de todo el mundo.» Posteriormente, «Bancos europeos, entre ellos los gigantes suizos Credit Suisse y UBS, Société Générale de Francia y BNP Paribas y Deutsche Bank de Alemania se hallaron entre los mayores compradores de seguros swaps.» La razón es que: «estos países son los más expuestos. Bancos franceses poseen 75.400 millones de dólares en deuda griega, seguidos por instituciones suizas con 64.000 millones de dólares,» y «La exposición de los bancos alemanes se sitúa en unos 43.200 millones de dólares.» [28] JP Morgan Chase, Goldman Sachs y otros bancos estadounidenses también están participando el asalto de derivados contra Grecia, lo que puede «empujar a Grecia hacia el colapso financiero.» [29] Por lo tanto, tenemos una situación en la que los principales bancos globales ayudaron a los gobiernos a contraer extensas deudas (y a ocultarlo de sus balances) y a continuación los países entran en una crisis de deuda. A medida que se imponen medidas de austeridad fiscal para reducir sus déficit, y buscar la ayuda de los bancos centrales y el FMI para pagar sus intereses, los mismos bancos globales especulan en contra de las deudas, lo que arrastra aún más a las naciones a la crisis, agravando la crisis social, y obligando a más y más amplias «medidas de austeridad.» Los pagos de intereses de la deuda son, como un insulto añadido, pagados a estos mismos bancos globales, que controlan la mayor parte de la deuda de esas naciones. En resumen, la crisis de la deuda es equivalente a una forma de guerra económica y genocidio social, implementado por los principales bancos globales, el sistema de bancos centrales (que ellos controlan), y las organizaciones internacionales que sirven a sus intereses.

Un documento de trabajo publicado por el Banco de Pagos Internacionales (BIS) en marzo de 2010, explicó que Occidente se enfrenta a una crisis de deuda masiva, y que el Reino Unido y Estados Unidos – junto con otras naciones como España e Irlanda – han contraído deudas masiva en los últimos tres años, haciendo parecer a las crisis de deuda en Italia y Grecia «relativamente pequeñas». [30] Además, los inversores esperan «exigir una mayor prima de riesgo para adquirir bonos emitidos por un país altamente endeudado.» [31] En otras palabras, el BIS advirtió de que los especuladores probablemente llevarían a cabo un asalto de «mercado» contra las naciones endeudadas, exacerbando aún más la crisis de la deuda y la presión para imponer «austeridad fiscal», o cometer «genocidio social». En septiembre de 2009, el mercado de derivados se había recuperado con 426 billones de dólares, y sigue planteando «grandes riesgos sistémicos» para el sistema financiero [32].

Nouriel Roubini, un economista que predijo la crisis financiera de 2008, advirtió en marzo de 2010 que, «las recientes dificultades de Grecia son la punta del iceberg. Los mercados ya han apuntado a Grecia, España, Portugal, Gran Bretaña, Irlanda e Islandia. Ellos podrían tratar con otros países, incluyendo Japón y Estados Unidos.» [33] El renombrado economista Kenneth Rogoff (que predijo con exactitud la crisis económica de 2008) advirtió también que una crisis de deuda global está en el horizonte, lo que «podría sentar las bases para años de problemas financieros.» [34]

En 2010, el Foro Económico Mundial advirtió sobre el potencial de un «crisis fiscal soberana a gran escala» – una crisis de deuda global – posiblemente acompañada de una segunda gran crisis financiera [35] Jürgen Stark, miembro ejecutivo del Banco Central Europeo advirtió en abril de 2010 que, «Ya podemos haber entrado a la siguiente fase de la crisis: una crisis de deuda soberana» que podría extenderse por toda la UE, el Reino Unido, Estados Unidos y Japón [36]. El historiador económico (y participante de Bilderberg) Niall Ferguson advirtió de una «crisis griega se aproxima a Estados Unidos», y una «crisis fiscal del mundo occidental», se extenderá desde Grecia, por toda Europa, y hasta Estados Unidos y Japón [37].

Ajuste Estructural en Occidente 

Mientras las naciones de Occidente adquirieron enormes deudas, dándole el dinero a los bancos (de hecho, comprando las deudas incobrables de los bancos), y con décadas de imperialismo construyendo deuda externa masivamente, Occidente y en particular Estados Unidos, están entrando en un período donde estarán sujetos a los mismos o similares «ajustes estructurales» que ya han aplicado al resto del mundo. Con el G-20 prometiendo imponer «austeridad fiscal», los empleos del sector público se perderán, los activos de propiedad y la infraestructura estatal serán privatizados, los impuestos recaudados, las tasas de interés elevadas (eventualmente), y los mercados liberalizados serán ampliados e institucionalizados, por lo menos para que los principales bancos globales puedan obtener ganancias de la posterior caída de las naciones por medio del arma de la especulación financiera. Las clases medias se desvanecerán y la pobreza reinará suprema, mientras que los ricos se volverán infinitamente más ricos y poderosos. Naturalmente, el pueblo se levantará, saldrá a la calle, protestará, se manifestará, se amotinará, incluso se rebelará y revolucionará. Tan seguro como que la gente se resista, el Estado reprimirá con la policía, el ejército y el aparato de vigilancia y control del «Estado de Seguridad Interna». No nos equivoquemos: esta es la ‘Tercer-mundialización’ de Occidente: la «Revolución Post-Industrial.»

A principios de junio de 2010, los Ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G20 se reunieron en Seúl, Corea del Sur, en una reunión con una cobertura mediática significativamente menor que la posterior cumbre de líderes del G20 en Toronto, y fue significativamente más importante para la situación de la economía global. El comunicado difundido por los Ministros de Finanzas y banqueros centrales tras la cumbre del G-20 señaló que las naciones necesitan acelerar el proceso de «consolidación fiscal» (léase «austeridad fiscal»). [38] El FMI presentó un informe en la reunión recomendando la adopción de «políticas de ajuste» para presuntamente ayudar en el crecimiento económico. [39] No mencionan, sin embargo, el cómo similares «políticas de ajuste» no consiguieron el crecimiento del mundo en desarrollo durante los últimos 30 años, y de hecho propagaron pobreza y desesperanzas económicas en su lugar.

Después de la reunión de líderes del G20 a finales de junio de 2010, los líderes de las mayores economías del mundo acordaron un calendario para imponer medidas «austeridad fiscal» para reducir su déficit y frenar el crecimiento de sus deudas. El plan implica recortar el déficit a la mitad para el año 2013. [40] En junio, Alemania había anunciado masivos recortes de austeridad en el gasto, impulsando protestas en las calles. [41] Simon Johnson, ex economista jefe del FMI, afirmó que la austeridad fiscal probablemente «exacerbará problemas del mundo en desarrollo en los Estados Unidos – y creará las condiciones para una nueva crisis financiera» [42] El economista jefe del importante banco global HSBC, declaró en mayo de 2010 que, «por lo menos, los gobiernos deben desarrollar un período de varios años de austeridad fiscal», y, en definitiva, «la situación fiscal se volverá intolerable política, económica y financieramente.»[43]

La austeridad fiscal implicará recortes masivos en el gasto social, lo que provocará al mundo desarrollado, lo que ellos hicieron con el mundo en «desarrollo»: salud, educación y servicios sociales serán recortados, con empleados públicos de esos y otros sectores despedidos, creando una nueva ola masiva de desempleados. Al mismo tiempo, los impuestos serán elevados drásticamente, sobre todo en las clases medias y bajas, que luego serán más pobres que nunca. Sin embargo, la austeridad fiscal no es la única condición de «ajuste estructural», ya que se tomarán muchas otras medidas, avanzando sobre tendencias actuales, incluyendo una mayor ampliación e institucionalización de la liberalización del comercio, así como la venta de activos públicos en grandes programas de privatización. Desde que Occidente privatizó en mayor medida todas las industrias de propiedad estatal en los albores de la era neoliberal, las áreas restantes para privatización se encuentran principalmente en proyectos de infraestructura tales como carreteras, aeropuertos y puertos. Sin embargo, en Estados Unidos, esta se desarrollará por estados individuales y ciudades desesperadas por dinero en efectivo e «inversión». Thomas Osborne, jefe de infraestructura y privatización del banco UBS, señaló en mayo de 2009 que, «la privatización con el tiempo se mantendrá», pero se realizará con «un enfoque más gradual.» [44]

En septiembre de 2010, el Chicago Council on Global Affairs, publicó un informe sobre la privatización de la infraestructura. El Council representa y está a cargo de diversos funcionarios de JP Morgan Chase & Co., CME Group (la mayor bolsa de derivados), el Banco de la Reserva Federal de Chicago, Bank One Corporation, McKinsey and Company, Goldman Sachs, Boeing, Northern Trust, United Airlines, la Junta de Comercio de Chicago, y una multitud de otros intereses empresariales, financieros y bancarios, y la junta incluye incluso a la primera dama, Michelle Obama. [45] En el informe patrocinado por el Chicago Council, se señaló que, «la tendencia hacia la privatización de la infraestructura no se está desarrollando sólo en los Estados Unidos, sino que a nivel mundial.» [46] En última instancia, el informe reveló que, «la realidad financiera conlleva a que la privatización de infraestructura continúe. «[47] En la definición de la infraestructura, el informe identifica a carreteras, puentes, instalaciones portuarias, plantas de tratamiento de agua, líneas de transmisión eléctrica y ferrocarriles, así como hospitales, prisiones, «y otros bienes comunales que sirven al interés público.» [48]

Bajo esa nota, fondos soberanos (SWF) de todo el mundo están comprando la infraestructura estadounidense. Los fondos soberanos son fondos de inversión estatales de acciones, bonos, activos financieros, recursos y propiedades. Algunos de los mayores fondos soberanos del mundo son los de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Noruega, China, Corea del Sur, Kuwait y Rusia. A medida que la «recuperación» pasa al olvido de la Gran Depresión de Deuda Global, los fondos soberanos están comprando infraestructura en Estados Unidos, entre ellas:

Una autopista de peaje en Indiana. La Chicago Skyway. Un tramo de la carretera en Florida. Parquímetros en Nashville, Pittsburgh, Los Ángeles y otras ciudades. Un puerto en Virginia. Y un grupo conjunto de proyectos de infraestructura pública de California, listos para ser licitados a perpetuidad o por cincuenta y cinco o setenta años o más a cambio del pago de una suma única de unos pocos millones de dólares a lo sumo, por lo general sólo para ayudar a enmendar un agujero o dos de un solo año de presupuesto.

Estados Unidos está, literalmente, a la venta, a precios bajísimos, y los compradores son los mismos que obtuvieron grandes ganancias en la burbuja del petróleo. Gracias a Goldman Sachs y Morgan Stanley y otros bancos de inversión que artificialmente inflaron los precios de la gasolina en el transcurso de la última década, los estadounidenses entregaron gran parte de su exceso de efectivo a las arcas de fondos de riqueza soberana, como la Autoridad de Inversiones de Qatar, la Autoridad de Inversiones de Libia, SAMA Holdings Exteriores de Arabia Saudita, y la Autoridad de Inversiones de los EAU de Abu Dhabi. [49]

Este proceso también se está desarrollando en Canadá, donde el gobierno de Ontario consideró en 2009 la venta de «todas o parte» de sus empresas estatales para reducir el déficit provincial, y se contrató a CIBC y Goldman Sachs para desarrollar un posible plan de privatizaciones [50]. Además, hay un aumento de los llamados – en todo el mundo – para avanzar en la agenda de privatización del agua, un sistema que el Banco Mundial ha llevado a varios países por todo el mundo, desembocando en enormes costos – en términos económicos, políticos y sociales – para las personas más pobres, y enormes ganancias para un puñado de conglomerados de agua globales. Organizados en torno a la Asociación Internacional del Agua y el Consejo Mundial del Agua, los grandes conglomerados de agua, el Banco Mundial y la ONU han estado promocionando esquemas de privatización del agua a través del mundo en ‘desarrollo’ y crecientemente en Occidente como medio para «resolver» la crisis de agua global. Como hemos visto, sin embargo, a partir de los casos de privatización del agua en lugares como Bolivia, Sudáfrica, El Salvador, y varios otros, son los pobres los que más sufren, y será igual en Angola o Estados Unidos.

La Esclavitud de la Deuda

Mientras las naciones de Occidente comienzan a imponerle austeridad fiscal a su población y estructuras sociales, los duros efectos vendrán con el tiempo, puesto que las naciones han mantenido las tasas de interés extremadamente bajas, equilibrando así el «costo» del dinero barato. Sin embargo, como declara el informe del Banco de Pagos Internacionales (BIS) de junio de 2010: «tanto la política fiscal y monetaria tendrían que ser presionadas a la vez.» Esto significa que, según el BIS, las tasas de interés deben subir junto con las medidas de austeridad fiscal. Fueron, no lo olvidemos, las tasas de interés extremadamente altas en los 70s y principios de los 80 las que desataron la crisis de la deuda 1980, donde naciones con grandes deudas externas ya no pudieron darse el lujo de cancelar los pagos de intereses anuales, por lo que tuvieron que volcarse ante el FMI y el Banco Mundial para obtener «asistencia» en la forma de «programas de ajuste estructural». El gasto del estímulo y los rescates masivos crearán el probable escenario de generar inflación, por lo que los precios subirán de forma espectacular. Para luchar contra la inflación, las naciones pueden elevar las tasas de interés, lo que a su vez hace al dinero más caro, y por lo tanto, reduce las tasas de inflación.

Mientras los bancos centrales de todo el mundo inyectaron billones y billones de dólares en el sistema financiero, mantuvieron las tasas de interés extremadamente bajas con el fin de fomentar los flujos de dinero. En el informe anual del BIS de 2009, se advirtió que esta política podría desatar inflación masiva, por lo que las tasas de interés tendrán que ser elevadas eventualmente. La pregunta principal es «cuándo» se levantarán; si ya es demasiado tarde, la inflación podría salirse de control, si es demasiado pronto, podría destruir la «recuperación» [51] Así mientras el informe anual del BIS de 2010 pide un simultáneo apriete fiscal y monetario, este podría ser potencialmente desastroso, posiblemente «empujando la economía global hacia la depresión.» [52] El efecto de las altas tasas de interés, mientras que potencialmente disminuye la tasa de inflación, aumenta el costo de los pagos anuales de deuda que las naciones deben cancelar, lo que agrava y alimenta la imposición de «austeridad fiscal» para reducir el gasto. Esto repercutirá en la persona promedio, las tasas de interés de todas las deudas, incluidas sus deudas personales también aumentarían. Mientras que la austeridad fiscal eleva los impuestos, aumenta la pobreza, y deconstruye a la clase media, las altas tasas de interés la succionarán hasta secarse. Sin embargo, la inflación actúa como un impuesto oculto, aumentando el costo de los bienes de consumo, como alimentos y combustibles, ya que la moneda se deprecia en valor. Ese es también un importante costo para la desvanecida clase media. Parece que en cualquier caso, la persona promedio está en la mira de un sistema de terrorismo económico. Es la personificación de una «Trampa-22»; estás condenado si lo haces, y estás condenado si no lo haces.

El alza de las tasas de interés durante un período de austeridad fiscal, sin embargo, es particularmente destructiva para la persona promedio. En particular, «el ajuste fiscal y monetario fueron probados en tándem en la década de 1930 y no funcionaron entonces.» [53] En otras palabras, ayudó a sumir al mundo en la Gran Depresión. Hoy, sin embargo, sería mucho peor, puesto que ahora tenemos la realidad de las hipotecas, las deudas de tarjetas de crédito, los derivados, la deuda estudiantil, etc. Estas cosas no existían al inicio de la Gran Depresión, por lo que hoy se daría lugar a la «La Depresión Más Grande». Es una trampa de deuda, y todo el mundo está atrapado en ella. Si los estados no elevan las tasas de interés, el «mercado» puede volverse en contra de ellos, cuando los principales bancos globales, hedge funds y especuladores de divisas «pierdan la confianza» en la moneda de un país, y huyan de la moneda, hundirían su valor, lo que podría desencadenar hiperinflación (como se vivió en la Alemania de Weimar y Zimbabwe), la que también tiene el efecto de devastar una nación y saquear la riqueza de su pueblo.

Aunque el aumento de las tasas de interés se realiza para reducir la deuda a un ritmo más acelerado, en última instancia, tiene el efecto contrario. En esencia, se crea una condición en la cual una nación está permanentemente en deuda, y la deuda acumulada crece anualmente. Esto se debe a que una nación que lucha para pagar los intereses anuales de su deuda, busca la «asistencia» del FMI y de los acreedores internacionales para que otorguen un préstamo rápido al país para pagar los intereses. El FMI otorga un préstamo, que es inmediatamente redireccionado a pagar a los acreedores, y el monto del préstamo del FMI siempre se añade a la deuda nacional general. Por lo tanto, el aumento de las tasas de interés elevará los pagos de intereses anuales, debido a que la propia deuda ha crecido. La nación obtendrá la ‘asistencia’ de otro préstamo – más deuda – para pagar intereses sobre su deuda global, que continúa aumentando. Así es como las naciones del «Tercer Mundo» llegaron a estar tan endeudadas, acumulando más deuda para pagar intereses de deudas viejas, lo que creó nueva deuda, que requirió más deuda para pagar los intereses sobre la deuda acumulada, y otra y otra y otra vez. Mientras tanto, se implementaron los «programas de ajuste estructural» (PAE) bajo las «condiciones» de los préstamos y la «asistencia» del FMI y el Banco Mundial para deconstruir los fundamentos sociales de una nación, eliminar la clase media y exacerbar la pobreza, presumiblemente con el fin de ayudar a reducir el déficit. Este parece ser ahora el destino de las naciones industrializadas del «Primer Mundo». Si bien el informe anual del BIS pide elevar las tasas de interés, un documento interno de trabajo escrito por el economista jefe del BIS en marzo de 2010 advirtió que «luchar contra el alza de la inflación a través del endurecimiento de la política monetaria podría no funcionar, mientras que un alza en las tasas de interés podría resultar en pagos de interés más altos sobre la deuda pública, lo que aumentaría la deuda. «[54]

En última instancia, hablar de si debe o no elevar las tasas de interés, y la forma de imponer la austeridad fiscal es engañoso. Esto se debe a que estas discusiones operan sobre la base de que estas deudas son legítimas. La doctrina jurídica de la ‘deuda odiosa’ establece que la deuda soberana contraída sin el consentimiento del pueblo y no en beneficio del pueblo es odiosa y no debe ser transferible a un gobierno sucesor. En otras palabras, si la deuda no beneficia al pueblo, es ilegítima y no debe ser pagada.Si este principio se aplicara al «Tercer Mundo», se podría decir con seguridad que el FMI, el Banco Mundial, y las naciones occidentales perderían efectivamente su control del sur global. Es a través del mecanismo de la deuda que el imperialismo moderno funciona de manera más eficaz. Naturalmente, el camino económico correcto para tener una recuperación efectiva sería la de declarar a todas las grandes deudas como ilegítimas – las del «Tercer Mundo», y las del mundo occidental – en donde las deudas occidentales fueron contraídas por el financiamiento externo para aventuras imperiales, y la deuda de los «demás» es el resultado de ese imperialismo.

A través de la crisis económica, las deudas contraídas lo fueron en mayor medida por comprar las deudas incobrables de los bancos que crearon la crisis, por lo tanto, ellas también son ilegítimas. Incluso el dinero del «estímulo» fue endeudado con el fin de resolver una crisis financiera creada por una minoría corrupta por todo el mundo. Las deudas de tarjetas de crédito y las deudas de los estudiantes incrementan la pobreza, y si no hay trabajo para los estudiantes en una economía quebrada, la deuda es ilegítima. Dado que la deuda de las tarjetas de crédito se ha contraído para financiar el consumo y permitir a la gente a vivir más allá de sus posibilidades, hay una noción de responsabilidad por parte del deudor, sin embargo, eso fue porque las compañías de tarjetas de crédito apuntaron a los endeudados y tienen esencialmente «capturada» a la clase media, y ahora tienen que pagar a través de su propio empobrecimiento, la gente ha sido engañada, y la deuda en última instancia, no los benefició, por lo que también es ilegítima. Si nuestros gobiernos, bancos, corporaciones y todos los acreedores se han puesto de acuerdo en conjunto para buscar beneficios personales y ganancias, mientras nos empobrecen a nosotros y al resto del mundo en el proceso, todas las deudas del mundo con estas instituciones, actores y naciones son odiosas y no debiesen ser pagadas. Tomando esta postura, sin embargo, no llegarás muy lejos en el mundo de la economía o la política, ya que abogar por el fin del imperialismo financiero, económico, social y político y las estructuras de poder, no es una posición muy popular desde la perspectiva de los poderosos.

Así que los debates y discusiones se enardecerán; cuándo subir las tasas de interés, cómo imponer la austeridad fiscal, cómo crear «recuperación»; mientras que las instituciones políticas y económicas globales, los estados y los actores estarán trabajando para empobrecerte a ti y destruir las bases de la sociedad sobre la que estás está parado.

Estados Unidos, Tercermundista

Como una prueba más del estado de ingreso al «tercer mundo» de Estados Unidos, en junio de 2008, en medio de la crisis financiera, la Reserva Federal de Estados Unidos fue auditada por el FMI por primera vez en la historia. Como parte de la investigación, «a la Reserva Federal, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), los principales bancos de inversión, bancos hipotecarios y fondos de cobertura se les pedirá que entreguen documentos confidenciales al equipo del FMI.» [55]

Simon Johnson, ex economista jefe del FMI, escribió un artículo en mayo de 2009 explicando que el problema con la mayoría de las naciones del tercer mundo («economías de mercado emergentes») es que los gobiernos están tan íntimamente unidos con la élite empresarial y bancaria que forman una oligarquía financiera, y que este es esencialmente el mismo problema de Estados Unidos. Él escribió que, «la industria financiera ha capturado con eficacia a nuestro gobierno», y «la recuperación fracasará a menos que se rompa con la oligarquía financiera que está bloqueando la reforma esencial.» [56]

En marzo de 2009, apareció un artículo en el Washington Post escrito por Desmond Lachman, miembro del American Enterprise Institute, antiguo estratega de mercados emergentes de Salomon Smith Barney y subdirector del Departamento de Política y Revisión del FMI, donde se refirió a Estados Unidos como el «más terrorífico de los mercados emergentes del mundo.» En otras palabras, Estados Unidos se asemeja a una nación deudora del tercer mundo, desde su corrupta élite bancaria, a la inepta clase política, y una enorme deuda externa, Estados Unidos «está llegando a parecerse a Argentina, Rusia y otros así llamados mercados emergentes, tanto en el cómo llegamos a la crisis, y en el cómo estamos tratando de arreglarla.» [57]

Pueblos, ciudades y estados por todo Estados Unidos están recurriendo a medidas drásticas para reducir sus deudas, como el cierre de estaciones de bomberos, reduciendo la recolección de basura, apagando las luces de la calle, cancelando los servicios de autobús y transporte público, acortando el horario de la biblioteca o cerrándola por completo, distritos escolares acortando la jornada escolar en días, semanas o año, y se informó en septiembre de 2010 que «los gobiernos locales eliminarán alrededor de medio millón de empleados en el próximo año fiscal, con seguridad pública, obras públicas, salud pública, servicios sociales, y parques y recreación como los más afectados por los recortes.» Al mismo tiempo, esto ocurre junto a un aumento dramático en la tasa de las privatizaciones o «asociaciones público-privadas» donde incluso bibliotecas están siendo privatizadas. [58]

Ajuste Estructural y «Explosión Social»

La imposición del «ajuste estructural» en el «Tercer Mundo» dio lugar a una explosión de descontento social, donde los pobres rurales, los pobres urbanos, y la clase media urbana se unirían a las protestas contra estas políticas, [59] y «entre 1976 y 1992 hubo 146 protestas contra las medidas de austeridad respaldadas por el FMI en 39 países de todo el mundo. Estas tomaron la forma de manifestaciones políticas, huelgas y disturbios.» [60] Mientras la «austeridad fiscal» y el «ajuste estructural» son impuestos en Occidente, podemos esperar que se produzcan los mismos resultados. De hecho, este proceso ya ha comenzado.

En el inicio de la crisis económica mundial en 2008, el FMI advirtió que los gobiernos de Occidente podrían enfrentar «violentos disturbios en las calles», mientras que «protestas violentas podrían estallar en países en todo el mundo si el sistema financiero no es reestructurado para beneficiar a todos y no a una pequeña élite.» [61] Una declaración cínica del FMI, considerando que es una de las instituciones centrales que apoya y defiende los intereses de esa «pequeña élite.» A principios de 2009, Europa del Este ya estaba experimentando disturbios sociales en la oposición a los paquetes de austeridad, y Letonia experimentó las mayores protestas desde las manifestaciones masivas contra el régimen soviético de finales de los 80 [62].

Tensiones similares se hicieron sentir en toda Europa Occidental en 2009, en particular en Francia, donde tuvieron lugar huelgas y protestas masivas, y varios comentaristas señalaban que los disturbios civiles en lugares como Islandia y Europa del Este eran «una señal de lo que vendrá: «una nueva era de rebelión.» [63] El 1 de mayo de 2009, grandes protestas y disturbios se desarrollaron en Alemania, Grecia, Turquía, Francia y Austria, y hubo más protestas y disturbios que estallaron en Rusia, Italia, España, y algunos políticos incluso discutieron la amenaza de revolución. [64] En febrero de 2009, Dennis Blair, Director de Inteligencia Nacional del recién formado gobierno de Obama (la posición de inteligencia más alta en el país), señaló a Congreso de EEUU cuáles constituían las mayores amenazas de «seguridad nacional» para Estados Unidos, explicando que la «crisis económica» es una amenaza mayor que el terrorismo:

Me gustaría comenzar con la crisis económica mundial, debido a que ya se perfila como la más grave en décadas, sino en siglos… Las crisis económicas aumentan el riesgo de inestabilidad del régimen que se pone en peligro si se prolongan por un período de uno a dos años… Y la inestabilidad puede aflojar las frágiles salvaguardas de muchos países en desarrollo en materia de orden, lo que puede esparcirse de forma peligrosa en la comunidad internacional [65].

En el mismo mes, el general de más alto rango en los Estados Unidos, «Adm. Michael Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, calificó a la crisis financiera como una de las prioridades más altas y de mayor riesgo para la seguridad que las guerras actuales en Irak y Afganistán». Explicó que «es una crisis global. Y mientas choque con los problemas de seguridad, o alimente una mayor inestabilidad, creo que tendrá un impacto sobre nuestra seguridad nacional de una forma que no hemos descubierto del todo aún.» [66] Una vez más, en el mismo mes, el jefe de la Organización Mundial del Comercio (OMC) advirtió que, «La crisis económica global podría provocar una inestabilidad política igual a la observada durante la década de 1930.» Comentó: «La crisis actual se está extendiendo aún más rápido (que la Gran Depresión) y afecta a más países al mismo tiempo. «[67]

En febrero de 2009, el renombrado historiador económico y profesor de Harvard, Niall Ferguson, predijo una «prolongada dificultad financiera, incluso guerra civil, antes que la «Gran Recesión» termine», y que, «La crisis mundial está lejos de terminar, [que] no ha hecho nada más que comenzar.» Detallando:

Habrá sangre, en el sentido de que una crisis de esta magnitud no puede más que contribuir al desarrollo del [conflicto] político y económico. Está destinado a desestabilizar a algunos países. Causará el estallido de guerras civiles, que han permanecido inactivas. Serán derrocados los gobiernos que hayan sido moderados y traerán a gobiernos extremistas. Estas cosas son bastante predecibles. [68]

En mayo de 2009, el jefe del Banco Mundial advirtió que, «la crisis económica mundial podría conducir a graves disturbios sociales», mientras «existe el riesgo de una grave crisis humana y social con implicaciones políticas muy serias.»[69] Zbigniew Brzezinski, ex asesor de Seguridad Nacional, co-fundador de la Comisión Trilateral y un arquitecto clave de la «globalización», advirtió en febrero de 2009 que: «Este va a ser un creciente conflicto entre clases y si la gente está desempleada y realmente sufriendo, demonios, ¡podría haber incluso motines!”[70]

En diciembre de 2009, Moody’s – una de las mayores agencias de calificación crediticia del mundo – advirtió que «las futurqs alzas de impuestos y recortes de gastos podrían provocar disturbios sociales en varios países del mundo en desarrollo al mundo desarrollado», resultando en «tensión política y social.» [71] En marzo de 2010, Moody’s advirtió queEstados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, España y otros países occidentales probablemente podían enfrentarse a «disturbios sociales» como consecuencia de la imposición de «austeridad fiscal», que «pondrá a prueba la cohesión social.» [72]

Un artículo en el Financial Times en mayo de 2010 advirtió sobre la aparición de «la era de la furia», donde el choque inicial de la recesión económica se desacelera, y emergen los disturbios sociales, puesto que suele haber un retraso entre un colapso económico y la «furia social», y que en última instancia, será «una prueba de la fortaleza de las instituciones democráticas en un momento de extrema tensión fiscal.»[73]

En septiembre de 2010, el jefe del FMI, Dominique Strauss-Kahn, dijo que Estados Unidos y Europa, en medio de la peor crisis de empleo desde la Gran Depresión, se enfrentan a una «explosión de disturbios sociales.» Hablando en la cumbre de la Federación Internacional del Trabajo, Strauss-Kahn afirmó que «el mercado de trabajo está en una situación desesperada. La Gran Recesión ha dejado atrás un desierto de desempleo», y que, «la Gran Recesión ha dejado heridas abiertas. Un alto y extenso desempleo representa un riesgo para la estabilidad de las democracias existentes.» El economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, ha explicado que, «el desempleo a largo plazo es alarmante: en Estados Unidos, la mitad de los desempleados han estado fuera de trabajo durante más de seis meses, algo que no hemos visto desde la Gran Depresión.» [74]

El 29 de septiembre de 2010, protestas masivas tuvieron lugar en toda Europa contra las medidas de austeridad impuestas por los gobiernos europeos, con una huelga general convocada en España, que prácticamente cerró el sistema de transporte español. Además, unos 100.000 manifestantes «protagonizaron en Bruselas la marcha más grande en una década y la policía antidisturbios levantó barricadas en la sede de la Unión Europea mientras manifestantes de 30 países se unieron a la reacción contra los brutales recortes en el gasto.» [75]

Estas protestas continuaron a lo largo de octubre de 2010, particularmente en Francia, donde millones de personas se declararon en huelga, protestaron, y en algunos casos, se amotinaron contra los planes de austeridad fiscal del presidente Sarkozy, convirtiéndolo en el presidente más impopular en más de 50 años. [76]

La Cumbre del G-20 en Corea

Para acelerar aún más el proceso de gobernanza económica global, es esencial que las principales instituciones y potencias económicas integren a China plenamente en este sistema. China ya es un signatario de la Organización Mundial del Comercio, después de haber abierto su sector bancario a la inversión extranjera, con una economía plenamente integrada con y dependiente en gran parte de Occidente, es fundamental el incluir a China en el sistema de gobernanza global. China está representada en el Banco de Pagos Internacionales (BIS), al que el FMI califica como «el central y más antiguo centro de coordinación de las disposiciones de gobernanza global.» [77] El Consejo de Administración del BIS tiene 19 miembros, incluyendo los gobernadores de los bancos centrales de Bélgica, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido y el Presidente de la Junta de Gobernadores del Sistema la Reserva Federal de Estados Unidos, así como los gobernadores de los bancos centrales de Brasil, Canadá, China, Japón, Países Bajos, Suecia y Suiza, y el presidente del BCE (Banco Central Europeo). China también está representada en el G-20, al que el Presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, se refiere como «el principal grupo de la gobernanza económica global a nivel de ministros, gobernadores y jefes de estado o gobierno.» [78] En 2009, China e India fueron invitadas como miembros oficiales de la Comisión Trilateral, [79], un think tank internacional creado por David Rockefeller y Zbigniew Brzezinski en 1973 con el objetivo de crear una «comunidad de naciones industrializadas» que abarcase a Europa Occidental, América del Norte y Japón, fundamentalmente con el objetivo de gestionar el proceso de globalización.

En noviembre de 2010, el G-20 tendrá de anfitrión a Corea del Sur, donde se reunirán para avanzar nuevamente en el proceso de gobernanza global y genocidio social global.Antes de la reunión oficial de jefes de Estado, se desarrolló una reunión preliminar mucho más importante entre los ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales de las naciones del G-20. Esta tuvo lugar a fines de octubre de 2010 en Seúl, Corea del Sur, en un momento en que el mundo se encuentra inmerso en una guerra monetaria global. La guerra monetaria involucra a varios países importantes, desde Estados Unidos, hasta Brasil y China, tratando de depreciar su moneda para hacer más atractivas las exportaciones, por lo que sus bancos centrales (todos los que cooperan en gobernanza global dentro del BIS), compran y venden divisas de otros, tratando de disminuir el valor de su propia moneda, mientras que elevan el valor de las monedas de la competencia. En resumen, es una carrera hacia el fondo. Para convencer a China de que aprecie su moneda, se deben otorgar incentivos. Si China va a seguir los dictados de los poderes financieros globales, su peso económico en el mundo exige que China esté mejor representada y más implicada en la gobernanza de estas instituciones. Esto significa que si China se está integrando a un sistema de gobernanza global, debe ser invitada a la mesa de gestión.

El G-20 acordó la aplicación de una reforma histórica en el FMI, donde por primera vez desde su creación en 1944, la estructura de gestión del FMI ha sido [algo] alterada.Significa que los países europeos han acordado renunciar a dos de sus asientos en el consejo ejecutivo de 24 miembros, haciendo espacio para China e India, y más del 6 por ciento de los votos del FMI será transferido a los países representados en el fondo. Como informara el Financial Times:

Después que los cambios surtan efecto, Brasil, Rusia, India y China se habrán incorporado a los 10 principales accionistas del fondo. Estados Unidos, con un 17,67 por ciento de las acciones de las cuotas del FMI, conservará su poder de veto para las decisiones clave del fondo, ya que seguirá exigiendo una mayoría de 85 por ciento [80].

Esto es importante tenerlo en cuenta, ya que indica claramente que Estados Unidos sigue siendo el ‘padrino’ del sistema financiero global. El FMI exige el 85% de los votos para tener acuerdo sobre cambios o decisiones, y dado que Estados Unidos tiene el 17,67% de las acciones, si Estados Unidos vota contra cualquier cosa, el FMI no puede seguir adelante, dando poder de veto a Estados Unidos en el FMI. Sin embargo, estos cambios también representan un esfuerzo gradual para incorporar a China dentro de este sistema de gobernanza global. Al mismo tiempo, un importante banquero chino declaró que, «el yuan debería ser incluido en la canasta de monedas que integran los Derechos Especiales de Giro del FMI.» [81] Esto daría a China una participación más directa en la conformación de la moneda global, de la que el gobernador de su banco central ya es un firme partidario.

Conclusión

Herman von Rompuy se convirtió en Presidente de la Unión Europea en 2009, un nuevo cargo creado por el Tratado de Lisboa aprobado el mismo año. Rompuy fue elegido como presidente tras asistir a una reunión del Grupo Bilderberg. [82] Poco después de asumir el cargo, Von Rompuy, pronunció un discurso en el que declaró que el 2009 es «el primer año de la gobernanza global.» [83] Como declarara en 2001 Denis Healey, miembro fundador y ex miembro del Comité Directivo del Grupo Bilderberg desde hace más de 30 años: «Decir que nos esforzamos por conseguir un único gobierno mundial es exagerado, pero no totalmente equivocado. Aquellos de nosotros en Bilderberg sentimos que no podemos seguir para siempre luchando entre sí para nada y matando gente y dejando a millones sin hogar. Así que pensamos que una sola comunidad en todo el mundo sería una buena cosa.» [84]

Así, mientras que las instituciones y organizaciones de la gobernanza global siguen otorgándose más poder y ampliando su control y autoridad sobre el mundo, los pueblos del mundo tienen que despertar a este proceso y tratar de detener y paralizar su avance. Un gobierno global representaría a los pueblos del mundo incluso menos de lo que poco representados que están a través de sus gobiernos nacionales. Las instituciones de gobernanza global escapan totalmente del escrutinio del pueblo, son totalmente antidemocráticas e intrínsecamente totalitarias. Como escribió Gideon Rachman del Financial Times en diciembre de 2008, «por primera vez en mi vida, creo que la formación de una especie de gobierno mundial es posible». Si bien aregumenta a favor de la necesidad de un gobierno global, modelado en la Unión Europea «volviéndose global», examina los contratiempos que tuvo la UE en este proceso, sugiriendo que probablemente serán los mismos en el proceso de gobierno global. En concreto, el identificó que, cuando las personas estaban involucradas en el proceso, actúan para detener o rechazar el proceso de integración. Así, concluye Rachman, la Unión Europea «ha avanzado más rápido cuando se trata acuerdos de largo alcance establecidos por tecnócratas y políticos – y luego pasados sin ninguna referencia directa a los votantes. La gobernanza internacional tiende a ser eficaz, sólo cuando es antidemocrática.»[85] En otras palabras, si queremos gobernanza global, debemos matar a la democracia en el proceso.

Lo que esto implica entonces, es que el pueblo tiene el potencial de prevenir que este proceso se lleve a cabo, pero sólo si participa directamente en rechazarlo. Esto significa que los movimientos populares necesitan dejar de reconocer la legitimidad de estas organizaciones e instituciones internacionales, quejándose sólo porque no están incluidos en las discusiones, y en lugar de eso, exigir que sean desmantelados por completo en favor de la formación de nuevos acuerdos de gobernanza – política, económica y social – que representen activamente y empoderen a las personas por sobre los poderes atrincherados.Esa no es una tarea sencilla, de hecho, es probable que sea la tarea más grande y más monumental y desafiante que haya enfrentado jamás la humanidad. Por lo tanto, parece necesario que las personas no pierdan el tiempo, no pierdan sus votos, voces o ideas, y trabajen juntos para promover un cambio verdaderamente progresista y humano. Todavía existe esperanza en la humanidad, pero siempre y cuando permitimos que los poderosos acumulen más poder para sí mismos, no podemos esperar que las cosas mejoren para la mayoría. Debemos aprovechar nuestras libertades con el fin de luchar por ellas y preservarlas. Podemos ser librepensadores, dirigiendo el curso de nuestras propias vidas, o podemos ser esclavos de los banqueros.

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Andrew Gavin Marshall es investigador asociado de Centre for Research on Globalization(CRG), y está estudiando Economía Política e Historia en Canadá. Es coeditor, con Michel Chossudovsky, del reciente libro «La Crisis Económica Global: La Gran Depresión del Siglo XXI«, disponible en Globalresearch.ca.

Original en: Global Research

7.REFERENCIAS
1.       Notas
[1] George T. Crane, Abla Amawi, The Theoretical evolution of international political economy. Oxford University Press US, 1997: pages 48-49
[2] George T. Crane, Abla Amawi, The Theoretical evolution of international political economy. Oxford University Press US, 1997: pages 50-51
[3] John Kenneth Galbraith, Money: Whence it Came, Where it Went (Boston: Houghton Mifflin Company, 1975), 31
[4] Donald Kagan, et. al., The Western Heritage. Volume C: Since 1789: Ninth edition: (Pearson Prentice Hall: 2007), 596
[5] Curtis B. Dall, F.D.R. : My Exploited Father-in-Law. (Institute for Historical Review: 1982), 172
[6] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time (New York: Macmillan Company, 1966), 515
Robert Elgie and Helen Thompson, ed., The Politics of Central Banks (New York: Routledge, 1998), 97-98
[7] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time (New York: Macmillan Company, 1966), 516
[8] Robert Elgie and Helen Thompson, ed., The Politics of Central Banks (New York: Routledge, 1998), 98-99
[9] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time (New York: Macmillan Company, 1966), 516
[10] Sylvia Nasar, Masters of the Universe. The New York Times: January 23, 2000: http://query.nytimes.com/gst/fullpage.html?res=9C04E3D6123AF930A15752C0A9669C8B63
BBC News. The Family That Bankrolled Europe. BBC News: July 9, 1999
http://news.bbc.co.uk/1/hi/uk/389053.stm
[11] New Scientist. Waterloo Windfall. New Scientist Magazine: Issue 2091, July 19, 1997
http://www.newscientist.com/article/mg15520913.300-waterloo-windfall.html
BBC News. The Making of a Dynasty: The Rothschilds. BBC News: January 28, 1998
http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/50997.stm
[12] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time (New York: Macmillan Company, 1966), 51
[13] Adam Smith, The Wealth of Nations. U. of Chicago Edition, 1976: Vol. IV, ch. 2: 477
[14] Adam Smith, An inquiry into the nature and causes of the wealth of nations. Regnery Gateway, 1998: page 152
[15] Adam Smith, An inquiry into the nature and causes of the wealth of nations. Regnery Gateway, 1998: pages 166-167
[16] Patricia Goldstone, Aaronsohn’s Maps: The Untold Story of the Man who Might Have Created Peace in the Middle East. (Harcourt Trade, 2007), 29-30
[17] Patricia Goldstone, Aaronsohn’s Maps: The Untold Story of the Man who Might Have Created Peace in the Middle East. (Harcourt Trade, 2007), 31
[18] Karl Marx, Friedrich Engels, Philip Gasper (ed.), The Communist manifesto: a road map to history’s most important political document. Haymarket Books, 2005: pages 70-71
[19] Karl Marx, Friedrich Engels, Philip Gasper (ed.), The Communist manifesto: a road map to history’s most important political document. Haymarket Books, 2005: page 67
[20] Howard Zinn, A People’s History of the United States. Harper Perennial: New York, 2003: page 101
[21] Michael Waldman, My Fellow Americans: The Most Important Speeches of America’s Presidents, from George Washington to George W. Bush. Longman Publishing Group: 2004: page 25
[22] Dr. Ellen Brown, Today We’re All Irish: Debt Serfdom Comes to America. Global Research: March 15, 2008: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=viewArticle&code=BRO20080315&articleId=8349
[23] Howard Zinn, A People’s History of the United States. Harper Perennial: New York, 2003: page 189
[24] Howard Zinn, A People’s History of the United States. Harper Perennial: New York, 2003: page 238
[25] Steve Bachman, Unheralded Warnings from the Founding Fathers to You. Gather: June 19, 2007: http://www.gather.com/viewArticle.jsp?articleId=281474977031677
[26] Howard Zinn, A People’s History of the United States. Harper Perennial: New York, 2003: page 242
[27] Howard Zinn, A People’s History of the United States. Harper Perennial: New York, 2003: page 323
[28] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time (New York: The Macmillan Company, 1966), 130
[29] Niall Ferguson, Empire: The Rise and Demise of the British World Order and the Lessons for Global Power (New York: Basic Books, 2004), 186
[30] Niall Ferguson, Empire: The Rise and Demise of the British World Order and the Lessons for Global Power (New York: Basic Books, 2004), 186-187
[31] Niall Ferguson, Empire: The Rise and Demise of the British World Order and the Lessons for Global Power (New York: Basic Books, 2004), 190
[32] Carroll Quigley, The Anglo-American Establishment. GSG & Associates, 1981: page 3
[33] Carroll Quigley, The Anglo-American Establishment. GSG & Associates, 1981: page 33
[34] Carroll Quigley, The Anglo-American Establishment. GSG & Associates, 1981: page 34
[35] Murray N. Rothbard, Wall Street, Banks, and American Foreign Policy. World Market Perspective: 1984: http://www.lewrockwell.com/rothbard/rothbard66.html
[36] William Greider, Secrets of the Temple: How the Federal Reserve Runs the Country. (New York: Simon and Schuster, 1987), 276
[37] William Greider, Secrets of the Temple: How the Federal Reserve Runs the Country. (New York: Simon and Schuster, 1987), 277
[38] William Greider, Secrets of the Temple: How the Federal Reserve Runs the Country. (New York: Simon and Schuster, 1987), 50
[39] William Engdahl, A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order. (London: Pluto Press, 2004), 51Andrew Gavin Marshall es Investigador Asociado al Centre for Research on Globalization (CRG). Actualmente está estudiando Economía Política e Historia en la Simon Fraser University.
2.  Notas
[1] Edwin Black, Banking on Baghdad: Inside Iraq’s 7,000-Year History of War, Profit, and Conflict. John Wiley & Sons, Inc.: 2004: page 105
[2] Edwin Black, Banking on Baghdad: Inside Iraq’s 7,000-Year History of War, Profit, and Conflict. John Wiley & Sons, Inc.: 2004: page 107
[3] Patricia Goldstone, Aaronsohn’s Maps: The Untold Story of the Man who Might Have Created Peace in the Middle East. Harcourt Trade, 2007: pages 21-22
[4] Patricia Goldstone, Aaronsohn’s Maps: The Untold Story of the Man who Might Have Created Peace in the Middle East. Harcourt Trade, 2007: page 22
[5] Niall Ferguson, Empire: The Rise and Demise of the British World Order and the Lessons for Global Power. Perseus, 2002: pages 193-194
[6] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time. The MacMillan Company: 1966: page 56
[7] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time. The MacMillan Company: 1966: pages 499-500
[8] Herbert R. Lottman, Return of the Rothschilds: The Great Banking Dynasty Through Two Turbulent Centuries. I.B. Tauris, 1995: page 81
[9] Patricia Goldstone, Aaronsohn’s Maps: The Untold Story of the Man who Might Have Created Peace in the Middle East. Harcourt Trade, 2007: pages 22-23
[10] Herbert R. Lottman, Return of the Rothschilds: The Great Banking Dynasty Through Two Turbulent Centuries. I.B. Tauris, 1995: pages 141-142
[11] Herbert R. Lottman, Return of the Rothschilds: The Great Banking Dynasty Through Two Turbulent Centuries. I.B. Tauris, 1995: pages 143-144
[12] Herbert R. Lottman, Return of the Rothschilds: The Great Banking Dynasty Through Two Turbulent Centuries. I.B. Tauris, 1995: pages 141-142
[13] NYT, Rockefeller To Aid Czar? New York Times: March 6, 1906
[14] Toyin Falola and Ann Genova, The Politics of the Global Oil Industry. Greenwood Publishing Group, 2005: page 215
[15] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: pages 16-17
[16] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: page 25
[17] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: page 34
[18] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: pages 25-26
[19] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: pages 71-73
[20] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: pages 89-90
[21] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: pages 73-77
[22] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: pages 82-83
[23] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: page 87
[24] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: pages 127-135
[25] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: pages 159-161
[26] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: pages 166-167
[27] Antony C. Sutton, Wall Street and the Bolshevik Revolution. Buccaneer Books, New York, 1974: pages 172-173
[28] Michael Kort, The Soviet Colossus: History and Aftermath. M.E. Sharpe, 2001: page 202
[29] Time, Russia & Recognition. Time Magazine: August 18, 1930: http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,789203,00.html
[30] Time, Everybody’s Red Business. Time Magazine: June 9, 1930: http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,739474-5,00.html
[31] H.W. Brands, «He Is My Independent Self». The Washington Post: June 11, 2006: http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2006/06/08/AR2006060801104.html
[32] CFR, Continuing the Inquiry. History of CFR: http://www.cfr.org/about/history/cfr/inquiry.html
[33] Chatham House, CHATHAM HOUSE (The Royal Institute of International Affairs): Background. Chatham House History: http://www.chathamhouse.org.uk/about/history/
[34] Carroll Quigley, The Anglo-American Establishment. GSG & Associates, 1981: page 5
[35] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time. The MacMillan Company: 1966: pages 132-133
[36] William L. Cleaveland, A History of the Modern Middle East (Boulder: Westview Press, 2004), 37-38
[37] William L. Cleaveland, A History of the Modern Middle East (Boulder: Westview Press, 2004), 49-50
[38] Ellen Hodgson Brown, Web of Debt. Third Millennium Press: 2007: Page 2
[39] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time. The MacMillan Company: 1966: pages 326-327
[40] John Kenneth Galbraith, Money: Whence it Came, Where it Went (Boston: Houghton Mifflin Company, 1975), 173
[41] John Kenneth Galbraith, Money: Whence it Came, Where it Went (Boston: Houghton Mifflin Company, 1975), 174-175
[42] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time. The MacMillan Company: 1966: page 342
[43] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time. The MacMillan Company: 1966: page 344
[44] Alan Greenspan, “Gold and Economic Freedom” in Capitalism: The Unknown Ideal. (New York: Signet, 1967), 99-100
[45] Time, HEROES: Man-of-the-Year. Time Magazine: Jan 6, 1930: http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,738364-1,00.html
[46] Antony C. Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler. G S G & Associates Pub, 1976: pages 15-16
[47] James Calvin Baker, The Bank for International Settlements: evolution and evaluation. Greenwood Publishing Group, 2002: page 2
[48] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time (New York: Macmillan Company, 1966), 324-325
[49] Carroll Quigley, Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time (New York: Macmillan Company, 1966), 324
[50] James Calvin Baker, The Bank for International Settlements: evolution and evaluation. Greenwood Publishing Group, 2002: page 6
[51] Melvin Urofsky and Paul Finkelman, A March of Liberty: A Constitutional History of the United States Volume II From 1877 to the Present 2nd Edition. Oxford University Press, 2002: pp. 674
[52] Antony C. Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler. G S G & Associates Pub, 1976: pages 17-19
[53] Antony C. Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler. G S G & Associates Pub, 1976: pages 19-20
[54] Antony C. Sutton, Wall Street and the Rise of Hitler. G S G & Associates Pub, 1976: page 51
[55] Edwin Black, Eugenics and the Nazis — the California connection. The San Francisco Chronicle: November 9, 2003: http://www.sfgate.com/cgi-bin/article.cgi?file=/chronicle/archive/2003/11/09/ING9C2QSKB1.DTL
[56] James Calvin Baker, The Bank for International Settlements: evolution and evaluation. Greenwood Publishing Group, 2002: page 202
[57] CFR, War and Peace. CFR History: http://www.cfr.org/about/history/cfr/war_peace.html
[58] William P. Bundy, The History of Foreign Affairs. The Council on Foreign Relations, 1994: http://www.cfr.org/about/history/foreign_affairs.html
[59] CFR, War and Peace. CFR History: http://www.cfr.org/about/history/cfr/war_peace.html
[60] UN, 1945-1949. Sixty Years: A Pictorial History of the United Nations: http://www.un.org/issues/gallery/history/1940s.htm
[61] Peter Dale Scott, The Road to 9/11: Wealth, Empire, and the Future of America. (Berkeley: University of California Press, 2007), 12Andrew Gavin Marshall es Investigador Asociado al Centre for Research on Globalization (CRG). Actualmente está estudiando Economía Política e Historia en la Simon Fraser University.
3. Notas[1] CBC, Informal forum or global conspiracy? CBC News Online: June 13, 2006: http://www.cbc.ca/news/background/bilderberg-group/
[2] Holly Sklar, ed., Trilateralism: The Trilateral Commission and Elite Planning for World Management. (South End Press: 1980), 161-171
[3] Holly Sklar, ed., Trilateralism: The Trilateral Commission and Elite Planning for World Management. (South End Press: 1980), 161-162
[4] CFR, The First Transformation. CFR History: http://www.cfr.org/about/history/cfr/first_transformation.html
[5] Glen McGregor, Secretive power brokers meeting coming to Ottawa? Ottawa Citizen: May 24, 2006: http://www.canada.com/topics/news/world/story.html?id=ff614eb8-02cc-41a3-a42d-30642def1421&k=62840
[6] William F. Jasper, Rogues’ gallery of EU founders. The New American: July 12, 2004: http://findarticles.com/p/articles/mi_m0JZS/is_14_20/ai_n25093084/pg_1?tag=artBody;col1
[7] Ambrose Evans-Pritchard, Euro-federalists financed by US spy chiefs. The Telegraph: June 19, 2001: http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/1356047/Euro-federalists-financed-by-US-spy-chiefs.html
[8] Ambrose Evans-Pritchard, Euro-federalists financed by US spy chiefs. The Telegraph: June 19, 2001: http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/1356047/Euro-federalists-financed-by-US-spy-chiefs.html
[9] Bilderberg Group, GARMISCH-PARTENKIRCHEN CONFERENCE. The Bilderberg Group: September 23-25, 1955, page 7:
http://wikileaks.org/leak/bilderberg-meetings-report-1955.pdf
[10] Who are these Bilderbergers and what do they do? The Sunday Herald: May 30, 1999: http://findarticles.com/p/articles/mi_qn4156/is_19990530/ai_n13939252
[11] Andrew Rettman, ‘Jury’s out’ on future of Europe, EU doyen says. EUobserver: March 16, 2009: http://euobserver.com/9/27778
[12] George T. Crane, Abla Amawi, The Theoretical evolution of international political economy. Oxford University Press US, 1997: page 110
[13] George T. Crane, Abla Amawi, The Theoretical evolution of international political economy. Oxford University Press US, 1997: page 107
[14] George T. Crane, Abla Amawi, The Theoretical evolution of international political economy. Oxford University Press US, 1997: pages 107-108
[15] George T. Crane, Abla Amawi, The Theoretical evolution of international political economy. Oxford University Press US, 1997: page 108
[16] George T. Crane, Abla Amawi, The Theoretical evolution of international political economy. Oxford University Press US, 1997: page 108
[17] George T. Crane, Abla Amawi, The Theoretical evolution of international political economy. Oxford University Press US, 1997: pages 50-51
[18] Holly Sklar, ed., Trilateralism: The Trilateral Commission and Elite Planning for World Management. South End Press: 1980: page 65
[19] Robert O’Brien and Marc Williams, Global Political Economy: Evolution and Dynamics, 2nd ed. Palgrave Macmillan: 2007: page 215
[20] Holly Sklar, ed., Trilateralism: The Trilateral Commission and Elite Planning for World Management. South End Press: 1980: pages 66-67
[21] Holly Sklar, ed., Trilateralism: The Trilateral Commission and Elite Planning for World Management. South End Press: 1980: page 67
[22] C. Fred Bergsten, The New Economics and US Foreign Policy. Foreign Affairs: January, 1972: page 199
[23] Richard H. Ullman, Trilateralism: “Partnership” For What? Foreign Affairs: October, 1976: pages 3-4
[24] Holly Sklar, ed., Trilateralism: The Trilateral Commission and Elite Planning for World Management. South End Press: 1980: pages 76-78
[25] Richard H. Ullman, Trilateralism: “Partnership” For What? Foreign Affairs: October, 1976: page 3
[26] Richard H. Ullman, Trilateralism: “Partnership” For What? Foreign Affairs: October, 1976: page 5
[27] Congressional Research Service, TRILATERAL COMMISSION. The Library of Congress: pages 13-14: http://www.scribd.com/doc/5014337/Trilateral-Commission
[28] CFR, Joseph S. Nye, Jr.. Board of Directors: http://www.cfr.org/bios/1330/joseph_s_nye_jr.html
[29] Annual Report, The Council on Foreign Relations. Historical Roster of Directors and Officers, 2008: page 78
[30] Peter Gowan, The Globalization Gamble: The Dollar-Wall Street Regime and its Consequences. Page 19-20
[31] William Engdahl, A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order. (London: Pluto Press, 2004), 130-132
[32] William Engdahl, A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order. (London: Pluto Press, 2004), 286-287, 134
[33] CFR, “X” Leads the Way. CFR History: http://www.cfr.org/about/history/cfr/x_leads.html
[34] Robert Dallek, The Kissinger Presidency. Vanity Fair: May 2007: http://www.vanityfair.com/politics/features/2007/05/kissinger200705
[35] Ibid.
[36] David Stout, William P. Rogers, Who Served as Nixon’s Secretary of State, Is Dead at 87. The New York Times: January 4, 2001: http://query.nytimes.com/gst/fullpage.html?res=9B02E5D6113BF937A35752C0A9679C8B63
[37] TC, Tributes to David Rockefeller, Founder and Honorary Chairman. The Trilateral Commission: December 1, 1998: http://www.trilateral.org/nagp/regmtgs/98/1201tribs.htm
[38] John Loftus and Mark Aarons, The Secret War Against the Jews: How Western Espionage Betrayed the Jewish People. St. Martin’s Griffin: 1994: pages 304-307
[39] John Loftus and Mark Aarons, The Secret War Against the Jews: How Western Espionage Betrayed the Jewish People. St. Martin’s Griffin: 1994: pages 308-310
[40] John Loftus and Mark Aarons, The Secret War Against the Jews: How Western Espionage Betrayed the Jewish People. St. Martin’s Griffin: 1994: pages 310-311
[41] Robert Dallek, The Kissinger Presidency. Vanity Fair: May 2007: http://www.vanityfair.com/politics/features/2007/05/kissinger200705
[42] John Loftus and Mark Aarons, The Secret War Against the Jews: How Western Espionage Betrayed the Jewish People. St. Martin’s Griffin: 1994: pages 312-313
[43] F. William Engdahl, A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order. London: Pluto Press, 2004: pages 130-132
[44] F. William Engdahl, A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order. London: Pluto Press, 2004: pages 136-137
[45] The Observer, Saudi dove in the oil slick. The Guardian: January 14, 2001: http://www.guardian.co.uk/business/2001/jan/14/globalrecession.oilandpetrol
[46] V.H. Oppenheim, Why Oil Prices Go Up (1) The Past: We Pushed Them. Foreign Policy: No. 25, Winter, 1976-1977: page 24
[47] V.H. Oppenheim, Why Oil Prices Go Up (1) The Past: We Pushed Them. Foreign Policy: No. 25, Winter, 1976-1977: pages 31-33
[48] IPC, James Akins. Iran Policy Committee: Scholars and Fellows: http://www.iranpolicy.org/scholarsandfellows.php#1
[49] V.H. Oppenheim, Why Oil Prices Go Up (1) The Past: We Pushed Them. Foreign Policy: No. 25, Winter, 1976-1977: pages 35-36
[50] V.H. Oppenheim, Why Oil Prices Go Up (1) The Past: We Pushed Them. Foreign Policy: No. 25, Winter, 1976-1977: pages 37-38
[51] V.H. Oppenheim, Why Oil Prices Go Up (1) The Past: We Pushed Them. Foreign Policy: No. 25, Winter, 1976-1977: page 44
[52] Time, The Cast of Analysts. Time Magazine: March 12, 1979: http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,948424,00.html
[53] V.H. Oppenheim, Why Oil Prices Go Up (1) The Past: We Pushed Them. Foreign Policy: No. 25, Winter, 1976-1977: page 48
[54] V.H. Oppenheim, Why Oil Prices Go Up (1) The Past: We Pushed Them. Foreign Policy: No. 25, Winter, 1976-1977: pages 50-51
[55] V.H. Oppenheim, Why Oil Prices Go Up (1) The Past: We Pushed Them. Foreign Policy: No. 25, Winter, 1976-1977: page 53
[56] F. William Engdahl, A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order. London: Pluto Press, 2004: page 137
[57] The Observer, Saudi dove in the oil slick. The Guardian: January 14, 2001: http://www.guardian.co.uk/business/2001/jan/14/globalrecession.oilandpetrol
[58] Peter Gowan, The Globalization Gamble: The Dollar-Wall Street Regime and its Consequences: marxsite.com/Gowan_DollarWallstreetRegime.pdf: page 10
[59] Dharam Ghai, ed., The IMF and the South: The Social Impact of Crisis and Adjustment (London: United Nations Research Institute for Social Development, 1991), 81
[60] Dharam Ghai, ed., The IMF and the South: The Social Impact of Crisis and Adjustment (London: United Nations Research Institute for Social Development, 1991), 82
[61] Robert O’Brien and Marc Williams, Global Political Economy: Evolution and Dynamics, 2nd ed. Palgrave Macmillan: 2007: page 223
[62] Gisela Bolte, et. al., Jumbo Loans, Jumbo Risks. Time Magazine: December 3, 1984: http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,923771,00.html
[63] Allen B. Frankel and Paul B. Morgan, A Primer on the Japanese Banking System. Board of Governors of the Federal reserve System, International Finance Discussion Papers: Number 419, December 1991: page 3
[64] A. W. Mullineux, International Banking and Financial Systems: A Comparison. Springer, 1987: page 63
[65] Robert K. Schaeffer, Understanding Globalization: The Social Consequences of Political, Economic, and Environmental Change. Rowman & Littlefield, 2005: page 82
[66] Peter Gowan, The Globalization Gamble: The Dollar-Wall Street Regime and its Consequences: marxsite.com/Gowan_DollarWallstreetRegime.pdf: page 12
[67] David Rockefeller, Memoirs. New York: Random House: 2002: Page 431
[68] Peter Dale Scott, The Road to 9/11: Wealth, Empire, and the Future of America. University of California Press: 2007: page 39-40
[69] Peter Dale Scott, The Road to 9/11: Wealth, Empire, and the Future of America. University of California Press: 2007: page 41
[70] Peter Dale Scott, The Road to 9/11: Wealth, Empire, and the Future of America. University of California Press: 2007: pages 40-41
[71] Daniel Brandt, U.S. Responsibility for the Coup in Chile. Public Information Research: November 28, 1998: http://www.namebase.org/chile.html
[72] Naomi Klein, The Shock Doctrine: The Rise of Disaster Capitalism. Macmillan: 2007: page 77
[73] Holly Sklar, ed., Trilateralism: The Trilateral Commission and Elite Planning for World Management. South End Press: 1980: pages 201-203
[74] Holly Sklar, ed., Trilateralism: The Trilateral Commission and Elite Planning for World Management. South End Press: 1980: pages 91-92
[75] Peter Dale Scott, The Road to 9/11: Wealth, Empire, and the Future of America. University of California Press: 2007: page 88
[76] F. William Engdahl, A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order. London: Pluto Press, 2004: page 173
[77] F. William Engdahl, A Century of War: Anglo-American Oil Politics and the New World Order. London: Pluto Press, 2004: page 174
[78] Joseph B. Treaster, Paul Volcker: The Making of a Financial Legend. John Wiley and Sons, 2004: page 36
[79] Joseph B. Treaster, Paul Volcker: The Making of a Financial Legend. John Wiley and Sons, 2004: page 37
[80] Joseph B. Treaster, Paul Volcker: The Making of a Financial Legend. John Wiley and Sons, 2004: page 38
[81] Joseph B. Treaster, Paul Volcker: The Making of a Financial Legend. John Wiley and Sons, 2004: pages 57-60
[82] Robert O’Brien and Marc Williams, Global Political Economy: Evolution and Dynamics, 2nd ed. Palgrave Macmillan: 2007: page 223
[83] Robert O’Brien and Marc Williams, Global Political Economy: Evolution and Dynamics, 2nd ed. Palgrave Macmillan: 2007: page 224
[84] Robert O’Brien and Marc Williams, Global Political Economy: Evolution and Dynamics, 2nd ed. Palgrave Macmillan: 2007: page 224
[85] A. Paloni and M. Zonardi, eds., Neoliberalism: A Critical Introduction. London: Pluto, 2005: page 3
[86] A. Paloni and M. Zonardi, eds., Neoliberalism: A Critical Introduction. London: Pluto, 2005: page 1
[87] Joseph Stiglitz, Globalization and its Discontents. New York: Norton, 2003: page 14
[88] Michel Chossudovsky, The Globalization of Poverty and the New World Order, 2nd ed. Quebec: Global Research, 2003: page 35
[89] Marc Williams, International Economic Organizations and the Third World. Hemel Hempstead: Harvester Wheatsheaf, 1994: page 85
[90] Michel Chossudovsky, The Globalization of Poverty and the New World Order, 2nd ed. Quebec: Global Research, 2003: page 52
[91] Joseph Stiglitz, Globalization and its Discontents. New York: Norton, 2003: pages 43-44
[92] Joseph Stiglitz, Globalization and its Discontents. New York: Norton, 2003: pages 44-46
[93] Robert O’Brien and Marc Williams, Global Political Economy: Evolution and Dynamics, 2nd ed. Palgrave Macmillan: 2007: page 224
[94] Robert O’Brien and Marc Williams, Global Political Economy: Evolution and Dynamics, 2nd ed. Palgrave Macmillan: 2007: page 224
[95] Robert O’Brien and Marc Williams, Global Political Economy: Evolution and Dynamics, 2nd ed. Palgrave Macmillan: 2007: page 225
[96] Robert Gilpin, Global Political Economy: Understanding the International Economic Order, Princeton University Press, 2001: page 81
[97] Robert Gilpin, Global Political Economy: Understanding the International Economic Order, Princeton University Press, 2001: page 97
[98] Robert Gilpin, Global Political Economy: Understanding the International Economic Order, Princeton University Press, 2001: pages 97-98Andrew Gavin Marshall es Investigador Asociado al Centre for Research on Globalization (CRG). Actualmente está estudiando Economía Política e Historia en la Simon Fraser University.
4.       Notas 
[1] Membership, Peter Sutherland. The Trilateral Commission: October 2007: http://www.trilateral.org/membship/bios/ps.htm
[2] Daily Mail, EU Constitution – the main points. The Daily Mail: June 19, 2004: http://www.dailymail.co.uk/news/article-307249/EU-Constitution–main-points.html
[3] Time, 10 Questions For Vaclav Klaus. Time Magazine: March 13, 2005: http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,1037613,00.html
[4] Valéry Giscard d’Estaing, Valéry Giscard d’Estaing: The EU Treaty is the same as the Constitution. The Independent: October 30, 2007: http://www.independent.co.uk/opinion/commentators/valeacutery-giscard-destaing-the-eu-treaty-is-the-same-as-the-constitution-398286.html
[5] Bruno Waterfield, Lisbon Treaty resurrects the defeated EU Constitution. The Telegraph: June 13, 2008: http://www.telegraph.co.uk/news/newstopics/eureferendum/2123045/EU-Treaty-Lisbon-Treaty-resurrected-defeated-EU-Constitution.html
[6] Mel Hurtig, The Vanishing Country: Is It Too Late to Save Canada? (McClelland & Stewart Ltd., 2002), page 365
[7] CFR, Brian Mulroney. About US, Leadership and Staff: International Advisory Board: http://www.cfr.org/bios/9841/brian_mulroney.html
[8] Robert O’Brien and Marc Williams, Global Political Economy: Evolution and Dynamics, 2nd ed. (Palgrave Macmillan: 2007), page 226
[9] David Rockefeller, What Private Enterprise Means to Latin America. Foreign Affairs: Vol. 44, No. 3 (April, 1966): page 411
[10] David Rockefeller, Memoirs. New York: Random House: 2002: Pages 436-437
[11] David Rockefeller, A hemisphere in the balance. The Wall Street Journal: October 1, 1993
[12] Alexander Dawson, First World Dreams: Mexico Since 1989. Fernwood Books, 2006: Pages 8-9
[13] Alexander Dawson, First World Dreams: Mexico Since 1989. Fernwood Books, 2006: Page 29
[14] Alexander Dawson, First World Dreams: Mexico Since 1989. Fernwood Books, 2006: Page 120
[15] Joseph Stiglitz, Globalization and its Discontents. W.W. Norton & Co.: 2003: page 121
[16] Robert Pastor, A North American Community: A Modest Proposal to the Trilateral Commission. The Trilateral Commission: Toronto, Ontario: November 1-2, 2002: http://www.american.edu/internationalaffairs/cnas/PastorTrilateral.pdf : page 4
[17] Robert Pastor, A North American Community: A Modest Proposal to the Trilateral Commission. The Trilateral Commission: Toronto, Ontario: November 1-2, 2002: http://www.american.edu/internationalaffairs/cnas/PastorTrilateral.pdf : page 6
[18] News and Information, Paul Martin Urged to Take the Lead in Forging a New Vision for North American Cooperation. CCCE: November 5, 2003: http://www.ceocouncil.ca/en/view/?document_id=38&type_id=1
[19] CCCE, North American Security and Prosperity. http://www.ceocouncil.ca/en/north/north.php
[20] News and Information, Trinational Call for a North American Economic and Security Community by 2010. CCCE: March 14, 2005: http://www.ceocouncil.ca/en/view/?document_id=395
[21] Office of the Press Secretary, Joint Statement by President Bush, President Fox, and Prime Minister Martin. The White House: March 23, 2005: http://www.whitehouse.gov/news/releases/2005/03/20050323-2.html
[22] CFR, Building a North American Community. Independent Task Force on the Future of North America: May 2005: http://www.cfr.org/publication/8102/building_a_north_american_community.html
[23] Issues Center, North American Competitiveness Council (NACC). US Chamber of Commerce: http://www.uschamber.com/issues/index/international/nacc.htm
[24] CoA, Board of Directors. The Council of the Americas: http://coa.counciloftheamericas.org/page.php?k=bod
[25] Herbert Grubel, Fix the Loonie. The Financial Post: January 18, 2008:
http://www.nationalpost.com/opinion/story.html?id=245165
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http://www.theglobeandmail.com/servlet/story/LAC.20071123.RDOLLAR23/TPStory/?query=%22Steven%2BChase%22b
[26] Barrie McKenna, Dodge Says Single Currency ‘Possible’. The Globe and Mail: May 21, 2007
[27] Anne-Marie Slaughter, The Real New World Order. Foreign Affairs: September/October, 1997: pages 183-184
[28] Anne-Marie Slaughter, The Real New World Order. Foreign Affairs: September/October, 1997: pages 184-185
[29] Mark Carney, Remarks by Mark Carney, Governor of the Bank of Canada to the International Economic Forum of the Americas / Conference of Montreal. The Bank of Canada: June 11, 2009: http://www.bankofcanada.ca/en/speeches/2009/sp110609.html
[30] Robert Jackson and Georg Sørensen, Introduction to International Relations: Theories and Approaches, Third Edition, OUP 2006: page 162
[31] William I. Robinson and Jerry Harris, Towards a Global Ruling Class? Globalization and the Transnational Capitalist Class. Science & Society, Vol. 64, No. 1, Spring 2000: pages 11-12
[32] William I. Robinson and Jerry Harris, Towards a Global Ruling Class? Globalization and the Transnational Capitalist Class. Science & Society, Vol. 64, No. 1, Spring 2000: page 12
[33] Robert Jackson and Georg Sørensen, Introduction to International Relations: Theories and Approaches, Third Edition, OUP 2006: page 258
[34] William I. Robinson and Jerry Harris, Towards a Global Ruling Class? Globalization and the Transnational Capitalist Class. Science & Society, Vol. 64, No. 1, Spring 2000: page 27
[35] William I. Robinson and Jerry Harris, Towards a Global Ruling Class? Globalization and the Transnational Capitalist Class. Science & Society, Vol. 64, No. 1, Spring 2000: page 28
[36] William I. Robinson and Jerry Harris, Towards a Global Ruling Class? Globalization and the Transnational Capitalist Class. Science & Society, Vol. 64, No. 1, Spring 2000: page 29
[37] William I. Robinson and Jerry Harris, Towards a Global Ruling Class? Globalization and the Transnational Capitalist Class. Science & Society, Vol. 64, No. 1, Spring 2000: page 30
[38] Glen McGregor, Secretive power brokers meeting coming to Ottawa? Ottawa Citizen: May 24, 2006: http://www.canada.com/topics/news/world/story.html?id=ff614eb8-02cc-41a3-a42d-30642def1421&k=62840
[39] Ambrose Evans-Pritchard, The G20 moves the world a step closer to a global currency. The Telegraph: April 3, 2009: http://www.telegraph.co.uk/finance/comment/ambroseevans_pritchard/5096524/The-G20-moves-the-world-a-step-closer-to-a-global-currency.html
[40] Get ready for the phoenix. The Economist: Vol. 306: January 9, 1988: pages 9-10
[41] ECB, The euro and the dollar – new imperatives for policy co-ordination. Speeches and Interviews: September 18, 2000: http://www.ecb.int/press/key/date/2000/html/sp000918.en.html
[42] Jeffrey E. Garten, Needed: A Fed for the World. The New York Times: September 23, 1998: http://www.nytimes.com/1998/09/23/opinion/needed-a-fed-for-the-world.html
[43] Jeffrey Garten, Global authority can fill financial vacuum. The Financial Times: September 25, 2008: http://www.ft.com/cms/s/0/7caf543e-8b13-11dd-b634-0000779fd18c.html?nclick_check=1
[44] Jeffrey Garten, We Need a Bank Of the World. Newsweek: October 25, 2008: http://www.newsweek.com/id/165772
[45] Andrew Gavin Marshall, North-American Monetary Integration: Here Comes the Amero. Global Research: January 20, 2008: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=7854
[46] Commission Européenne, EU and US to sign up to transatlantic economic integration plan at Washington Summit on 30 April. UN: April 27, 2007: http://www.eu-un.europa.eu/articles/fr/article_6987_fr.htm
[47] Andrew Coyne, The crossroads of international trade. Macleans: September 18, 2008: http://www2.macleans.ca/tag/council-of-canadians/
[48] Benn Steil, The End of National Currency. Foreign Affairs: Vol. 86, Issue 3, May/June 2007: pages 83-96
[49] BBC, South America nations found union. BBC News: May 23, 2008: http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/7417896.stm
[50] CNews, South American nations to seek common currency. China View: May 26, 2008: http://news.xinhuanet.com/english/2008-05/27/content_8260847.htm
[51] AME Info, GCC: Full steam ahead to monetary union. September 19, 2005: http://www.ameinfo.com/67925.html
John Irish, GCC Agrees on Monetary Union but Signals Delay in Common Currency. Reuters: June 10, 2008: http://www.arabnews.com/?page=6&section=0&article=110727&d=10&m=6&y=2008
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[52] Barry Eichengreen, International Monetary Arrangements: Is There a Monetary Union in Asia’s Future? The Brookings Institution: Spring 1997: http://www.brookings.edu/articles/1997/spring_globaleconomics_eichengreen.aspx
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[53] Lin Li, ASEAN discusses financial, monetary integration. China View: April 2, 2008: http://news.xinhuanet.com/english/2008-04/02/content_7906391.htm
[54] Paul De Grauwe, Economics of Monetary Union. Oxford University Press, 2007: pages 109-110
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[55] Edmund Conway, UK policy blamed for soaring debt levels. The Telegraph: February 20, 2006: http://www.telegraph.co.uk/finance/2932605/UK-policy-blamed-for-soaring-debt-levels.html
[56] Strobe Talbott, America Abroad. Time Magazine: July 20, 1992: http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,976015,00.html
[57] Richard N. Gardner, The Hard Road to World Order. Foreign Affairs: April, 1974: page 556
[58] Richard N. Gardner, The Hard Road to World Order. Foreign Affairs: April, 1974: page 557
[59] Richard N. Gardner, The Hard Road to World Order. Foreign Affairs: April, 1974: page 558
[60] Richard Falk and Andrew Strauss, Toward Global Parliament. Foreign Affairs: January/February, 2001: page 213
[61] Philip Thornton, UN unveils plan to release untapped wealth of…$7 trillion (and solve the world’s problems at a stroke). The Independent: January 30, 2006: http://www.independent.co.uk/news/world/politics/un-unveils-plan-to-release-untapped-wealth-of7-trillion-and-solve-the-worlds-problems-at-a-stroke-525173.html
[62] Richard Falk and Andrew Strauss, Toward Global Parliament. Foreign Affairs: January/February, 2001: page 215
[63] Richard Falk and Andrew Strauss, Toward Global Parliament. Foreign Affairs: January/February, 2001: page 218
[64] David Rothkopf, Superclass: The Global Power Elite and the World They are Making. (Toronto: Penguin Books, 2008), pages 315-316
[65] EuroNews, European Elections. Jacques Attali: the euronews interview: April 6, 2009: http://www.euronews.net/2009/06/04/jacques-attali-the-euronews-interview/
[66] Gideon Rachman, And now for a world government. The Financial Times: December 8, 2008: http://www.ft.com/cms/s/0/7a03e5b6-c541-11dd-b516-000077b07658.html
[67] NIC, Global Trends 2025: A Transformed World. The National Intelligence Council’s 2025 Project: November, 2008: Acknowledgements: http://www.dni.gov/nic/NIC_2025_project.html
[68] NIC, Global Trends 2025: A Transformed World. The National Intelligence Council’s 2025 Project: November, 2008: pages 11-12: http://www.dni.gov/nic/NIC_2025_project.html
[69] NIC, Global Trends 2025: A Transformed World. The National Intelligence Council’s 2025 Project: November, 2008: pages 94: http://www.dni.gov/nic/NIC_2025_project.html
[70] NIC, Global Trends 2025: A Transformed World. The National Intelligence Council’s 2025 Project: November, 2008: pages 81: http://www.dni.gov/nic/NIC_2025_project.html
[71] NIC, Global Trends 2025: A Transformed World. The National Intelligence Council’s 2025 Project: November, 2008: pages 83: http://www.dni.gov/nic/NIC_2025_project.html
[72] NIC, Global Trends 2025: A Transformed World. The National Intelligence Council’s 2025 Project: November, 2008: pages 87: http://www.dni.gov/nic/NIC_2025_project.html
[73] David Rockefeller, Memoirs. Random House, New York, 2002: page 405
[74] Walden Bello, The Capitalist Conjuncture: Over-accumulation, Financial Crises, and the retreat from globalization. Third World Quarterly: Vol. 27, No. 8: 2006: pages 1346-1348
[75] Walden Bello, The Capitalist Conjuncture: Over-accumulation, Financial Crises, and the retreat from globalization. Third World Quarterly: Vol. 27, No. 8: 2006: pages 1348-1349
[76] Walden Bello, The Capitalist Conjuncture: Over-accumulation, Financial Crises, and the retreat from globalization. Third World Quarterly: Vol. 27, No. 8: 2006: page 1350
[77] PBS, The Long Demise of Glass-Steagall. Frontline: http://www.pbs.org/wgbh/pages/frontline/shows/wallstreet/weill/demise.html
[78] Robert Buzzanco, Bring Back Glass-Steagall? History News Network: October 21, 2008: http://hnn.us/articles/55548.html
[79] PETER S. GOODMAN, Taking Hard New Look at a Greenspan Legacy. The New York Times: October 8, 2008: http://www.nytimes.com/2008/10/09/business/economy/09greenspan.html?_r=1
[80] Walden Bello, The Capitalist Conjuncture: Over-accumulation, Financial Crises, and the retreat from globalization. Third World Quarterly: Vol. 27, No. 8: 2006: page 1350
[81] Bill Virgin, et. al, The Insider: Dot-com boom just another of ‘Greenspan’s Bubbles’. Seattle PI: February 10, 2008: http://seattlepi.nwsource.com/business/350766_theinsider11.html?source=rss
[82] Richard C. Cook, They Did It On Purpose: The Housing Bubble & Its Crash were Engineered by the US Government, the Fed & Wall Street. Global Research: October 23, 2008: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=10654
[83] Walden Bello, The Capitalist Conjuncture: Over-accumulation, Financial Crises, and the retreat from globalization. Third World Quarterly: Vol. 27, No. 8: 2006: pages 1351-1352
[84] Walden Bello, The Capitalist Conjuncture: Over-accumulation, Financial Crises, and the retreat from globalization. Third World Quarterly: Vol. 27, No. 8: 2006: page 1352
[85] Louis T. McFadden, Congressional Record. June 10, 1932: pages 12595-12596 http://www.scribd.com/doc/16502353/Congressional-Record-June-10-1932-Louis-T-McFadden
[86] Larry Elliott, Brown calls for overhaul of UN, World Bank and IMF. The Guardian: January 17, 2007: http://www.guardian.co.uk/business/2007/jan/17/globalisation.internationalaidanddevelopment
[87] Andrea Ricci, Banks face «new world order,» consolidation: report. Reuters: March 17, 2008: http://www.reuters.com/article/innovationNews/idUSN1743541720080317
[88] Robert Winnett, Financial Crisis: Gordon Brown calls for ‘new Bretton Woods’. The Telegraph: October 13, 2008: http://www.telegraph.co.uk/finance/financetopics/financialcrisis/3189517/Financial-Crisis-Gordon-Brown-calls-for-new-Bretton-Woods.html
[89] Gordon Brown, Out of the Ashes. The Washington Post: October 17, 2008: http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2008/10/16/AR2008101603179.html
[90] Gordon Rayner, Global financial crisis: does the world need a new banking ‘policeman’? The Telegraph: October 8, 2008: http://www.telegraph.co.uk/finance/financetopics/financialcrisis/3155563/Global-financial-crisis-does-the-world-need-a-new-banking-policeman.html
[91] Rupert Wright, The first barons of banking. The National: November 6, 2008: http://www.thenational.ae/article/20081106/BUSINESS/167536298/1005Andrew Gavin Marshall es Investigador Asociado al Centre for Research on Globalization (CRG). Actualmente está estudiando Economía Política e Historia en la Simon Fraser University.
 5. Notas[1] NIC, Global Trends 2025: A Transformed World. The National Intelligence Council’s 2025 Project: November, 2008: pages 70-72: http://www.dni.gov/nic/NIC_2025_project.html
[2] David Lyon, Theorizing surveillance: the panopticon and beyond. Willan Publishing, 2006: page 71
[3] Olga Chetverikova, Crisis as a way to build a global totalitarian state. Russia Today: April 20, 2009: http://www.russiatoday.com/Politics/2009-04-20/Crisis_as_a_way_to_build_a_global_totalitarian_state.html
[4] NIC, Global Trends 2025: A Transformed World. The National Intelligence Council’s 2025 Project: November, 2008: pages 67: http://www.dni.gov/nic/NIC_2025_project.html
[5] NIC, Global Trends 2025: A Transformed World. The National Intelligence Council’s 2025 Project: November, 2008: pages 63: http://www.dni.gov/nic/NIC_2025_project.html
[6] NIC, Global Trends 2025: A Transformed World. The National Intelligence Council’s 2025 Project: November, 2008: pages 56: http://www.dni.gov/nic/NIC_2025_project.html
[7] Richard Norton-Taylor, Revolution, flashmobs, and brain chips. A grim vision of the future. The Guardian: April 9, 2007: http://www.guardian.co.uk/science/2007/apr/09/frontpagenews.news
[8] Paul Joseph Watson & Yihan Dai, RAND Lobbies Pentagon: Start War To Save U.S. Economy. Prison Planet: October 30, 2008: http://www.prisonplanet.com/rand-lobbies-pentagon-start-war-to-save-us-economy.html
[9] Paul Joseph Watson, Celente Predicts Revolution, Food Riots, Tax Rebellions By 2012. Prison Planet: November 13, 2008: http://www.prisonplanet.com/celente-predicts-revolution-food-riots-tax-rebellions-by-2012.html
[10] Gerald Celente, Obamageddon — 2012. Prison Planet: June 30: 2009: http://www.infowars.com/obamageddon-2012/
[11] CNBC, Gerald Celente. May 21, 2009: http://www.youtube.com/watch?v=akH5C3f4aTI
[12] Terry Easton, Exclusive Interview with Future Prediction Expert Gerald Celente. Human Events: June 5, 2009: http://www.humanevents.com/article.php?id=32152
[13] Ellen Wood, Empire of Capital. Verso, 2003: page 144
[14] Ellen Wood, Empire of Capital. Verso, 2003: page 157
[15] Tyler, Patrick E. U.S. Strategy Plan Calls for Insuring No Rivals Develop: A One Superpower World. The New York Times: March 8, 1992. http://work.colum.edu/~amiller/wolfowitz1992.htm
[16] PNAC, Rebuilding America’s Defenses. Project for the New American Century: September 2000, page 6: http://www.newamericancentury.org/publicationsreports.htm
[17] Ibid. Page 8
[18] Ibid. Page 9
[19] Ibid. Page 14
[20] Ibid. Page 51
[21] Brzezinski, Zbigniew. The Grand Chessboard: American Primacy and its Geostrategic Imperatives. Basic Books, 1997: Pages 30-31
[22] Ibid. Page 36
[23] Ellen Wood, Empire of Capital. Verso, 2003: page 160
[24] Jim Garamone, Joint Vision 2020 Emphasizes Full-spectrum Dominance. American Forces Press Service: June 2, 2000: http://www.defenselink.mil/news/newsarticle.aspx?id=45289
[25] Ivo Daalder and James Goldgeier, Global NATO. Foreign Affairs: Sep/Oct2006, Vol. 85, Issue 5
[26] Xinhua, NATO changes to stay relevant. Xinhua News Agency: April 5, 2009: http://www.china.org.cn/international/2009-04/05/content_17554731.htm
[27] Ian Traynor, Pre-emptive nuclear strike a key option, Nato told. The Guardian: January 22, 2008: http://www.guardian.co.uk/world/2008/jan/22/nato.nuclear
Michel Chossudovsky, The US-NATO Preemptive Nuclear Doctrine: Trigger a Middle East Nuclear Holocaust to Defend «The Western Way of Life». Global Research: February 11, 2008: http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=8048
[28] Robert W. Cox, Gramsci, Hegemony and International Relations: An Essay in Method. Millennium: Journal of International Studies, Vol. 12, No. 2: pages 164-165
[29] Robert W. Cox, Gramsci, Hegemony and International Relations: An Essay in Method. Millennium: Journal of International Studies, Vol. 12, No. 2: page 165
[30] Robert W. Cox, Gramsci, Hegemony and International Relations: An Essay in Method. Millennium: Journal of International Studies, Vol. 12, No. 2: page 165

6.Notas
[1] Dominique Strauss-Kahn, Concluding Remarks by Dominique Strauss-Kahn, Managing Director of the International Monetary Fund, at the High-Level Conference on the International Monetary System, Zurich, 11 May 2010:http://www.imf.org/external/np/speeches/2010/051110.htm

[2] George T. Crane, Abla Amawi, The Theoretical evolution of international political economy. Oxford University Press US, 1997: pages 50-51

[3] Get ready for the phoenix. The Economist: Vol. 306: January 9, 1988: pages 9-10

[4] ECB, The euro and the dollar – new imperatives for policy co-ordination. Speeches and Interviews: September 18, 2000:
http://www.ecb.int/press/key/date/2000/html/sp000918.en.html

[5] Jeffrey E. Garten, Needed: A Fed for the World. The New York Times: September 23, 1998:
http://www.nytimes.com/1998/09/23/opinion/needed-a-fed-for-the-world.html

[6] Jeffrey Garten, Global authority can fill financial vacuum. The Financial Times: September 25, 2008: 
http://www.ft.com/cms/s/0/7caf543e-8b13-11dd-b634-0000779fd18c.html?nclick_check=1

[7] Jeffrey Garten, We Need a Bank Of the World. Newsweek: October 25, 2008:
http://www.newsweek.com/id/165772

[8] CNBC, Morgan’s Mack: Firm Was Excessively Leveraged. CNBC: October 16, 2008:
http://www.cnbc.com/id/27216678

[9] Robert Winnett, Financial Crisis: Gordon Brown calls for ‘new Bretton Woods’. The Telegraph, 13 October 2008: 
http://www.telegraph.co.uk/finance/financetopics/financialcrisis/3189517/Financial-Crisis-Gordon-Brown-calls-for-new-Bretton-Woods.html

[10] Gordon Brown, Out of the Ashes. The Washington Post: October 17, 2008: 
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2008/10/16/AR2008101603179.html

[11] Gordon Rayner, Global financial crisis: does the world need a new banking ‘policeman’? The Telegraph: October 8, 2008:
http://www.telegraph.co.uk/finance/financetopics/financialcrisis/3155563/Global-financial-crisis-does-the-world-need-a-new-banking-policeman.html

[12] Itar-Tass, Russia proposes creation of global super-reserve currency. ITAR-TASS News Agency: March 16, 2009: 
http://www.itar-tass.com/eng/level2.html?NewsID=13682035&PageNum=0

[13] Jamil Anderlini, China calls for new reserve currency. The Financial Times: March 23, 2009:
http://www.ft.com/cms/s/0/7851925a-17a2-11de-8c9d-0000779fd2ac.html

[14] CFR, A Conversation with Timothy F. Geithner. Council on Foreign Relations Transcripts: March 25, 2009:
http://www.cfr.org/publication/18925/

[15] UN backs new new global currency reserve. The Sunday Telegraph: March 29, 2009:
http://www.news.com.au/business/story/0,27753,25255091-462,00.html

[16] Ambrose Evans-Pritchard, The G20 moves the world a step closer to a global currency. The Telegraph: April 3, 2009:
http://www.telegraph.co.uk/finance/comment/ambroseevans_pritchard/5096524/The-G20-moves-the-world-a-step-closer-to-a-global-currency.html

[17] Anthony Faiola, A Bigger, Bolder Role Is Imagined For the IMF, The Washington Post, 20 April 2009:
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/04/19/AR2009041902242.html?hpid=topnews

[18] Izabella Kaminska, IMF blueprint for a global currency – yes really, Financial Times Blog, 4 August 2010: 
http://ftalphaville.ft.com/blog/2010/08/04/306346/imf-blueprint-for-a-global-currency-yes-really/

[19] Amar Bhattacharya, A Tangled Web, Finance and Development, March 2009, Vol. 46, No. 1: 
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2009/03/bhattacharya.htm

[20] Jean-Claude Trichet, Global Governance Today, Keynote address by Mr Jean-Claude Trichet, President of the European Central Bank, at the Council on Foreign Relations, New York, 26 April 2010:
http://www.bis.org/review/r100428b.pdf

[21] Ibid.

[22] Jean-Claude Trichet, Central bank cooperation after the global financial crisis, Video address by Jean-Claude Trichet, President of the European Central Bank, at the Bank of Korea International Conference 2010, Seoul, 31 May 2010:
http://www.ecb.int/press/key/date/2010/html/sp100531.en.html

[23] Ambrose Evans-Pritchard, Greece defies Europe as EMU crisis turns deadly serious. The Telegraph: December 13, 2009: 
http://www.telegraph.co.uk/finance/comment/ambroseevans_pritchard/6804156/Greece-defies-Europe-as-EMU-crisis-turns-deadly-serious.html
; Elena Becatoros, Greece prepares economic crisis plan. The Globe and Mail: December 14, 2009:
http://www.theglobeandmail.com/report-on-business/greece-prepares-economic-crisis-plan/article1399496/; LOUISE STORY, LANDON THOMAS Jr. and NELSON D. SCHWARTZ, Wall St. Helped to Mask Debt Fueling Europe’s Crisis. The New York Times: February 13, 2010:
http://www.nytimes.com/2010/02/14/business/global/14debt.html?adxnnl=1&adxnnlx=1266501631-XefUT62RSKhWj6xKSCX37Q

[24] Richard Wray, EU ministers agree Greek bailout terms. The Guardian: April 11, 2010:
http://www.guardian.co.uk/world/2010/apr/11/eu-greece-bailout-terms

[25] Economist, Now comes the pain. The Economist: March 4, 2010:
http://www.economist.com/world/europe/displaystory.cfm?story_id=15603267

[26] Nelson D. Schwartz and Eric Dash, Banks Bet Greece Defaults on Debt They Helped Hide. The New York Times: February 24, 2010:
http://www.nytimes.com/2010/02/25/business/global/25swaps.html?ref=business

[27] Louise Story, Wall St. was partner in Greece’s debt crisis. The Boston Globe: February 14, 2010:
http://www.boston.com/news/world/europe/articles/2010/02/14/wall_street_helped_greece_land_deeper_in_debt/

[28] Nelson D. Schwartz and Eric Dash, Banks Bet Greece Defaults on Debt They Helped Hide. The New York Times: February 24, 2010: 
http://www.nytimes.com/2010/02/25/business/global/25swaps.html?ref=business

[29] Barrie McKenna and Joanna Slater, Role of banks eyed in Greek debt crisis. The Globe and Mail: February 25, 2010: 
http://www.theglobeandmail.com/report-on-business/role-of-banks-eyed-in-greek-debt-crisis/article1481750/

[30] Stephen G. Cecchetti, M.S. Mohanty and Fabrizio Zampolli, The Future of Public Debt: Prospects and Implications. BIS Working Papers, No 300, Monetary and Economic Department, March 2010: page 2

[31] Ibid, page 12.

[32] Ambrose Evans-Pritchard, Derivatives still pose huge risk, says BIS. The Telegraph: September 13, 2009:
http://www.telegraph.co.uk/finance/newsbysector/banksandfinance/6184496/Derivatives-still-pose-huge-risk-says-BIS.html

[33] Report on Business, Is Japan hurtling toward a debt crisis? The Globe and Mail: April 14, 2010: 
http://www.theglobeandmail.com/report-on-business/economy/is-japan-hurtling-toward-a-debt-crisis/article1534498/

[34] Brett Arends, What a Sovereign-Debt Crisis Could Mean for You. The Wall Street Journal: December 18, 2009:
http://online.wsj.com/article/SB10001424052748703323704574602030789251824.html

[35] Edmund Conway, ‘Significant chance’ of second financial crisis, warns World Economic Forum. The Telegraph: January 14, 2010:
http://www.telegraph.co.uk/finance/financetopics/davos/6990433/Significant-chance-of-second-financial-crisis-warns-World-Economic-Forum.html

[36] Nina Koeppen, ECB Official Warns of Potential Sovereign Debt Crisis. The Wall Street Journal: April 15, 2010: 
http://blogs.wsj.com/economics/2010/04/15/ecb-official-warns-of-potential-sovereign-debt-crisis/

[37] Niall Ferguson, A Greek crisis is coming to America. The Financial Times: February 10, 2010: 
http://www.ft.com/cms/s/0/f90bca10-1679-11df-bf44-00144feab49a.html

[38] G20 communique after meeting in South Korea, Reuters, 5 June 2010:
http://www.reuters.com/article/idUSTRE6540VN20100605

[39] David Lawder, Global rebalancing policies need coordination-IMF, Reuters, 5 June 2010:
http://www.reuters.com/article/idUSN0514799020100605

[40] Sewell Chan and Jackie Calmes, World Leaders Agree on Timetable for Cutting Deficits, The New York Times, 27 June 2010:
http://www.nytimes.com/2010/06/28/business/global/28summit.html

[41] Toby Helm, Ian Traynor and Paul Harris, Europe embraces the cult of austerity – but at what cost? The Observer, 13 June 2010:
http://www.guardian.co.uk/business/2010/jun/13/europe-embraces-cult-of-austerity

[42] Simon Johnson, Fiscal Austerity and America’s Future, The New York Times Economix Blog, 26 August 2010:
http://economix.blogs.nytimes.com/2010/08/26/fiscal-austerity-and-americas-future/

[43] Izabella Kaminska, Bible code, finance edition, The Financial Times Blog, 18 May 2010:
http://ftalphaville.ft.com/blog/2009/05/18/55977/bible-code-finance-edition/

[44] Joseph A. Giannone, UBS banker sees next U.S. privatizations smaller, Reuters, 6 May 2009: 
http://www.reuters.com/article/idUSTRE54562G20090506

[45] CCGA, Board of Directors, The Chicago Council on Global Affairs: 
http://www.thechicagocouncil.org/dynamic_page.php?id=117

[46] Emerging Leaders Perspectives, No Free Money: Is the Privatization of Infrastructure in the Public Interest? The Chicago Council on Global Affairs, September 2010: p. 4

[47] Ibid, page 7.

[48] Ibid, page 11.

[49] Matt Taibbi, Exclusive Excerpt: America on Sale, From Matt Taibbi’s ‘Griftopia’, Rolling Stone, 18 October 2010: 
http://www.rollingstone.com/politics/news/17390/222206?RS_show_page=0

[50] Andrew Willis and Boyd Erman, Ontario ponders sale of Crown corporations to beat down deficit, The Globe and Mail, 15 December 2009:
http://www.theglobeandmail.com/report-on-business/ontario-ponders-sale-of-crown-corporations-to-beat-down-deficit/article1401807/

[51] Simone Meier, BIS Sees Risk Central Banks Will Raise Interest Rates Too Late, Bloomberg, 29 June 2009: 
http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=newsarchive&sid=aOnSy9jXFKaY

[52] Ambrose Evans-Pritchard, BIS plays with fire, demands double-barrelled monetary and fiscal tightening, The Telegraph, 28 June 2010:
http://www.telegraph.co.uk/finance/comment/ambroseevans_pritchard/7859800/BIS-plays-with-fire-demands-double-barrelled-monetary-and-fiscal-tightening.html

[53] Ibid.

[54] Stephen G. Cecchetti, M.S. Mohanty and Fabrizio Zampolli, The Future of Public Debt: Prospects and Implications. BIS Working Papers, No 300, Monetary and Economic Department, March 2010: page 14

[55] Gabor Steingart, The Shrinking Influence of the US Federal Reserve, Der Spiegel, 26 June 2008: 
http://www.spiegel.de/international/world/0,1518,562291,00.html

[56] Simon Johnson, The Quiet Coup, The Atlantic, May 2009:
http://www.theatlantic.com/magazine/archive/2009/05/the-quiet-coup/7364/

[57] Desmond Lachman, Welcome to America, the World’s Scariest Emerging Market, The Washington Post, 29 March 2009:
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/03/25/AR2009032502226.html

[58] Luiza Ch. Savage, Third World America, Macleans, 14 September 2010:
http://www2.macleans.ca/2010/09/14/third-world-america/

[59] Juha Y. Auvinen, “IMF Intervention and Political Protest in the Third World: A Conventional Wisdom Refined,” Third World Quarterly, Vol. 17, No. 3, (1996), p. 377

[60] Firoze Manji and Carl O’Coill, “The Missionary Position: NGOs and Development in Africa,” International Affairs, Vol. 78, No. 3, (2002), p. 578

[61] Angela Balakrishnan, IMF chief issues stark warning on economic crisis. The Guardian: December 18, 2008:
http://www.guardian.co.uk/business/2008/dec/16/imf-financial-crisis

[62] Jason Burke, Eastern Europe braced for a violent ‘spring of discontent’. The Observer: January 18, 2009: 
http://www.guardian.co.uk/world/2009/jan/18/eu-riots-vilinius
; Philip P. Pan, Economic Crisis Fuels Unrest in E. Europe. The Washington Post: January 26, 2009: 
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2009/01/25/AR2009012502516.html

[63] Adrian Michaels, Europe’s winter of discontent. The Telegraph: January 27, 2009: 
http://www.telegraph.co.uk/comment/personal-view/4363750/Europes-winter-of-discontent.html
; Ian Traynor, Governments across Europe tremble as angry people take to the streets. The Guardian: January 31, 2009: 
http://www.guardian.co.uk/business/2009/jan/31/global-recession-europe-protests
; Ben Hall, French workers stage strike in protest at job losses and reforms. The Financial Times: January 29, 2009: 
http://www.ft.com/cms/s/0/71c25576-eda6-11dd-bd60-0000779fd2ac.html
; Roger Boyes, World Agenda: riots in Iceland, Latvia and Bulgaria are a sign of things to come. The Times: January 21, 2009: 
http://www.timesonline.co.uk/tol/news/world/europe/article5559773.ece

[64] Henry Samuel, Riots across Europe fuelled by economic crisis. The Telegraph: May 1, 2009:
http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/5258634/Riots-across-Europe-fuelled-by-economic-crisis.html

[65] Stephen C. Webster, US intel chief: Economic crisis a greater threat than terrorism. Raw Story: February 13, 2009: 
http://rawstory.com/news/2008/US_intel_chief_Economic_crisis_greater_0213.html

[66] Tom Philpott, MILITARY UPDATE: Official: Financial crisis a bigger security risk than wars. Colorado Springs Gazette: February 1, 2009: 
http://www.gazette.com/articles/mullen-47273-military-time.html

[67] AFP, WTO chief warns of looming political unrest. AFP: February 7, 2009: 
http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5gpC1Q4gXJfp6EwMl1rMGrmA_a7ZA

[68] Heather Scoffield, ‘There will be blood’. The Globe and Mail: February 23, 2009:
http://www.theglobeandmail.com/report-on-business/article973785.ece

[69] BBC, World Bank warns of social unrest. BBC News: May 24, 2009:
http://news.bbc.co.uk/2/hi/business/8066037.stm

[70] Press TV, Economic Crisis: Brzezinski warns of riots in US. Global Research: February 21, 2009: 
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=12392

[71] Edmund Conway, Moody’s warns of ‘social unrest’ as sovereign debt spirals, The Telegraph, 15 December 2009:
http://www.telegraph.co.uk/finance/economics/6819470/Moodys-warns-of-social-unrest-as-sovereign-debt-spirals.html

[72] Ambrose Evans-Pritchard, Moody’s fears social unrest as AAA states implement austerity plans. The Telegraph: March 15, 2010: 
http://www.telegraph.co.uk/finance/economics/7450468/Moodys-fears-social-unrest-as-AAA-states-implement-austerity-plans.html

[73] Simon Schama, The world teeters on the brink of a new age of rage, The Financial Times, 22 May 2010: 
http://www.ft.com/cms/s/0/45796f88-653a-11df-b648-00144feab49a.html

[74] Ambrose Evans-Pritchard, IMF fears ‘social explosion’ from world jobs crisis, The Telegraph, 13 September 2010:
http://www.telegraph.co.uk/finance/financetopics/financialcrisis/8000561/IMF-fears-social-explosion-from-world-jobs-crisis.html

[75] Roddy Thomson, European cities hit by anti-cuts protests, AFP, 29 September 2010: 
http://www.google.com/hostednews/afp/article/ALeqM5iGPFQn-DOcZkJmTK5anC4nfopDZA?docId=CNG.a9e7345890360219e1ae3413e8fe2974.8b1

[76] Peter Allen, Nicolas Sarkozy most unpopular French president in more than 50 years, The Telegraph, 25 October 2010:
http://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/europe/france/8086078/Nicolas-Sarkozy-most-unpopular-French-president-in-more-than-50-years.html

[77] Amar Bhattacharya, A Tangled Web, Finance and Development, March 2009, Vol. 46, No. 1: 
http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2009/03/bhattacharya.htm

[78] Jean-Claude Trichet, Global Governance Today, Keynote address by Mr Jean-Claude Trichet, President of the European Central Bank, at the Council on Foreign Relations, New York, 26 April 2010: 
http://www.bis.org/review/r100428b.pdf

[79] About the Trilateral Commission, The Pacific Asia Group, The Trilateral Commission:
http://www.trilateral.org/go.cfm?do=Page.View&pid=13

[80] Song Jung-a, G20 agrees historic reform of IMF, Financial Times, 23 October 2010:
http://www.ft.com/cms/s/0/816ee036-dea2-11df-9b4a-00144feabdc0.html?ftcamp=rss

[81] China Bureau, China Banker Urges IMF To Include Yuan In SDR Basket – Report, Wall Street Journal, 25 October 2010: 
http://online.wsj.com/article/BT-CO-20101025-700112.html

[82] Ian Traynor, Who speaks for Europe? Criticism of ‘shambolic’ process to fill key jobs. The Guardian, 17 November 2009: 
http://www.guardian.co.uk/world/2009/nov/17/top-european-job-selection-process

[83] Herman Von Rompuy, Speech Upon Accepting the EU Presidency, BBC News, 22 November 2009: 
http://www.youtube.com/watch?v=pzm_R3YBgPg

[84] Jon Ronson, Who pulls the strings? (part 3), The Guardian, 10 March 2001: 
http://www.guardian.co.uk/books/2001/mar/10/extract1

[85] Gideon Rachman, And now for a world government, Financial Times, 8 December 2010: 
http://us.ft.com/ftgateway/superpage.ft?news_id=fto120820081424026754

Andrew Gavin Marshall es Investigador Asociado al Centre for Research on Globalization (CRG). Actualmente está estudiando Economía Política e Historia en la Simon Fraser University.

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